Elecciones en Italia

El sur decidirá el futuro de Italia

La alianza de centroderecha es favorita en el norte de Italia en las legislativas del próximo domingo, pero su victoria no está tan clara en el sur

Policía y manifestantes antifascistas se enfrentan en las calles de Milán, ayer. También hubo marchas en Roma y Palermo, entre otras ciudades
Policía y manifestantes antifascistas se enfrentan en las calles de Milán, ayer. También hubo marchas en Roma y Palermo, entre otras ciudadeslarazon

La alianza de centroderecha es favoritaen el norte de Italia en las legislativas del próximo domingo, pero su victoria no está tan clara en el sur.

A escasos diez días de las elecciones generales y tras una campaña electoral televisada donde los líderes han optado por utilizar la vía del desgaste al adversario, Italia se enfrenta a unos comicios donde el sur será crucial para decidir el resultado.

¿Quién ganará las elecciones en Italia? Es el tema de conversación más escuchado estos días al caminar por Roma. Algunos dicen que la derecha, otros tienen sus esperanzas puestas en el populista Movimiento 5 Estrellas. Del Partido Democrático y la izquierda poco se escucha hablar. Sin embargo, lo que indican los sondeos es que ni unos ni otros conseguirán una mayoría necesaria para hacerse con las riendas del país. Ante la incertidumbre y el riesgo de ingobernabilidad a escasos días de la llamada a las urnas, los líderes han comenzado una carrera a la desesperada para hacerse con aquellos votos que pueden ofrecerles la ansiada mayoría. Estos codiciados votos vendrán de los electores del centro y de las regiones del sur, en concreto de regiones como Las Marcas, Sicilia, Campania, Puglia, Basilicata y Calabria. «La partida se jugará de Roma a Palermo», explica el profesor Roberto D’Alimonte en referencia a las regiones menos predecibles.

Desde la aparición del Movimiento 5 Estrellas en 2009, la distribución del voto en el territorio italiano ha estado mayoritariamente dividida en tres colores. El norte ha sido el bastión de la derecha, el caladero de votos tanto de Forza Italia (Berlusconi), como de la Liga del Norte de Matteo Salvini. La izquierda se queda en las zonas de Florencia y Bolonia, según el análisis de los últimos años electorales. El Movimiento 5 Estrellas se ha quedado con los votantes del sur y parte del centro del país.

Explicar la nueva ley electoral no es fácil ni para los propios italianos. La denominada Rosatellum Bis, cuyo nombre viene de su creador Ettore Rosato, establece un sistema de votación mixto: por un lado, el proporcional y el mayoritario. Es decir, la elección del 37% de los asientos se establece a través de una mayoría, y el 61% restante se configura con un sistema proporcional. Esto significa que habrá escaños asignados a quienes hayan recibido el mayor número de papeletas. Los votos en los colegios uninominales de cada provincia serán los que decidan el resultado de las elecciones. Así lo explica a LA RAZÓN Lorenzo Pregliasco, experto en sondeos y comunicación política: «El sistema electoral actual en Italia cuenta con una parte de colegios uninominales, gana quien obtenga un solo voto más. La distribución histórica de los sufragios nos muestra que en las regiones del centro y del sur se concentran la mayoría de colegios uninominales cuyo resultado aún hoy son inciertos. Se trata de aquellos que por pocos puntos pueden irse hacia el Movimiento 5 Estrellas o hacia la coalición de centro derecha liderada por Berlusconi».

Según los últimos datos, existen en Italia 63 colegios uninominales en los que el Movimiento 5 Estrellas y la coalición de centro derecha tendrán que luchar. Y 53 de ellos, concretamente, se ubican entre el centro y el sur del país. Pero esto no es todo, además de conocerse los puntos calientes para las próximas elecciones, se estima que cerca del 15% del electorado indeciso decida cambiar su opción política a última hora, lo que supone una proporción de voto lo suficientemente grande como para cambiar completamente el equilibrio electoral, tal como sostiene Pregiasco.

Dicho lo cual, la incógnita está ahora en quién ganará la batalla, porque a pesar de que en algunas zonas el juego ya está prácticamente hecho, en otras se espera un auténtico «cara a cara» entre Di Maio (M5E) y Berlusconi. El profesor D’Alimonte lo tiene claro: «El electorado del PD y de Berlusconi depende del clientelismo de sus candidatos. En el sur, el elector potencial del Movimiento 5 Estrellas se puede encontrar con una papeleta de un candidato del M5E cuyo nombre le es completamente desconocido, y en el mismo papel verá el nombre de un político de la coalición de centro derecha al que conoce y con el que se habrá cruzado paseando por el pueblo. ¿Qué pasará entonces?, evidentemente se decantará por el que conoce».

La información que emerge de esta lectura se traduce en la imprevisibilidad de la política italiana. Quizás sea por eso que Berlusconi, que está curtido en el terreno político, ha buscado el beneplácito de los más desfavorecidos incluyendo en su programa mensajes sencillos donde habla de pensiones para las amas de casa y repite hasta la saciedad que una de sus prioridades es combatir el paro juvenil en el sur del país.

Mientras tanto, el Movimiento 5 Estrellas, que se ha ganado la confianza del sur y el apoyo incondicional de aquellos que lo votan como protesta a la clase política, dedica sus esfuerzos a desacreditar a su enemigo de batalla, Berlusconi, y a capear el temporal tras el escándalo por fraude que azotó a la formación hace tan sólo unas semanas.

De no haber un claro ganador, el presidente Sergio Mattarella podría intentar instalar una tecnocracia o coalición de Gobierno con amplio apoyo del Parlamento; de lo contrario, podría pedir que se repitan las elecciones.