Las "señales tempranas" que indican la inminente llegada de "El Niño"

Las catastróficas predicciones meteorológicas para el mes de abril se han cumplido. El mes pasado fue el cuarto abril más cálido jamás registrado en la Tierra, especialmente en España y Portugal, donde fue el más cálido de su historia, según concluye el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que ya observa "señales tempranas" del fenómeno meteorológico 'El Niño'.

Los últimos datos de ese servicio dependiente de la Comisión Europea indican que este abril fue 0,32 grados más cálido que la media de ese mes entre 1991 y 2020, lo que supone 0,2 grados menos que abril de 2016, que continúa ostentando el récord de ese mes. El pasado mes hubo un fuerte contraste en las temperaturas del aire en toda Europa. Así, estuvieron muy por encima de lo normal en el suroeste del continente, donde España y Portugal vivieron su abril más cálido desde el inicio de las series históricas nacionales. El 27 de abril se observó una temperatura de 38,8 grados en Córdoba, la más alta en la España peninsular desde que la serie histórica nacional comenzara en 1961, recoge Servimedia.También se experimentaron temperaturas superiores a la media en el norte de los países nórdicos y en el oeste de Rusia. En contraste, el mes pasado fue más frío de lo normal en una franja que se extiende desde el Reino Unido hasta el sureste de Europa, incluidos Italia, Rumanía y Turquía.

Fuera de Europa, abril tuvo más calor de lo normal en el noroeste, el centro y el sur de África; la zona de Asia central que rodea el mar Caspio, el sureste de Asia, Japón, el norte de Canadá, el noreste de Estados Unidos, Argentina, Chile y la mayor parte de la Antártida. Por el contrario, hizo más frío que de costumbre en Alaska, Mongolia, el centro de Canadá, la Península Arábiga, la India, el sureste de América del Sur y la mayor parte de Australia. En cuanto a océanos y mares, hubo temperaturas del aire superiores a la media sobre todo en el mar de Weddell, el Pacífico norte y el Pacífico oriental ecuatorial, e inferiores en el suroeste del sur de Chile, al oeste de América del Norte, sobre el noroeste del Atlántico Norte frente a América del Norte y el este de Australia.

"En abril se registraron temperaturas excepcionalmente cálidas en España y Portugal, acompañadas de condiciones extremadamente secas. Además de la ola de calor del sur de Europa, se observaron temperaturas superiores a la media en el Pacífico oriental ecuatorial, que es una señal temprana de una posible transición a las condiciones de El Niño que a menudo conducen a temperaturas globales más cálidas", afirma Samantha Burguess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. La semana pasada, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya alertó de la necesidad de "prepararse" para los efectos inmediatos de este fenómeno meteorológico que producirá al menos dos años de calor extremo. Según un informe presentado en Ginebra, el fenónemo el Niño, que en unas regiones del planeta suele acompañarse de inundaciones y en otras de sequías, tiene un 60% de posibilidades de desencadenarse entre mayo y junio. Y la probabilidad aumenta hasta el 80 % para el período de julio a septiembre.

POr otro lado, el análisis mensual de Copernicus recoge que el pasado abril resultó ser más lluvioso que la media en una gran región de oeste a este desde Irlanda, Reino Unido y Francia, a través de Europa central hasta la Península Italiana, los Balcanes y el Mar Negro. La Península Ibérica, el sur de los Alpes y las regiones de la Francia mediterránea experimentaron condiciones excepcionalmente secas. Otras regiones más secas que el promedio incluyen el noroeste de Escandinavia, los países bálticos y gran parte del oeste de Rusia. Al margen de Europa, llovió menos de lo habitual en gran parte de Estados Unidos, una gran región del oeste de Rusia, al este del Mar Caspio, así como en el sudeste asiático extratropical. Otras regiones más secas que el promedio incluyen el Cuerno de África, la mayor parte del sur de África, Argentina y partes de Brasil. En cambio, hubo más precipitaciones que el promedio en el sureste de Estados Unidos, el este de Asia, el noroeste de Australia y Tanzania.