Elecciones catalanas
Declarar la independencia con una cuarta parte de los catalanes
El censo electoral de Cataluña está formado por 5,4 millones de ciudadanos y para un supuesto de participación electoral en la jornada del 27-S como la registrada en las anteriores elecciones autonómicas de noviembre de 2012, es decir, del 67,8% obtendríamos que 3,66 millones de catalanes acudirían a las urnas. En la encuesta preelectoral del CIS se estima que Juntos por el Sí –candidatura ad hoc de Mas, Junqueras y de organizaciones independentistas como Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural– obtendría el 38,1% de los votos válidos, que serían 1,39 millones de sufragios. Estos votos representan únicamente el 25,81% del censo de Cataluña. El 50% son 2,7 millones de votos, por lo que Juntos por el Sí se quedaría a mitad de camino: necesitaría multiplicar por dos sus votos para contar con el apoyo de la mitad de los catalanes.
Por otra parte, el CIS adjudica a la CUP, posible socio al que acudirían Mas y Junqueras en caso de no sumar ellos la mitad más uno del Parlament, el 5,9% del voto válido, es decir 216.000 votantes, que sobre el cómputo general del censo catalán sólo representan el 4%. Si sumamos las candidaturas de Juntos por el Sí y CUP, ambas recibirían el 44% del voto válido, según el estudio del CIS, que traducido en votos son 1,610 millones de sufragios. Pero ese 44% de expectativa de voto a los independentistas se reduce al 29,81% sobre el censo total de Cataluña.
¿De verdad pretende esta gente escenificar una parodia de proclamación de independencia de una parte del territorio nacional español con el respaldo de menos del 30% de la sociedad civil? Un 29,81% que por otra parte no es de forma monolítica proindependencia, ya que más de un cuarto de los votantes de Convergència Democrática de Catalunya que votarán la lista de Juntos por el Sí no son independentistas. En el barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) del reciente mes de julio, se constataba que el 27,1% de los que votaron a CiU en las autonómicas de 2012 son contrarios a la independencia, frente al 66,3% que hoy apoyaría la independencia. Teniendo en cuenta que casi la mitad del voto a Juntos por el Sí procede de antiguos votantes de CiU, podemos calcular que al menos cinco puntos del 38,1% sobre los votos válidos que obtendría la lista de Mas no son independentistas. Pero tampoco hay unanimidad independentista entre los votantes de ERC y CUP. Volviendo al barómetro de julio del CEO, el 82,7% de los votantes de la CUP son independentistas, al igual que el 93,6% de los votantes de ERC.
¿Cómo pueden Mas o Junqueras arrogarse como independentistas al 100% de los votantes de Juntos por el Sí?
Se trata de unas elecciones autonómicas y no de un plebiscito. Son malas artes el engañar a parte de sus respectivos electorados, sumando como independentistas unos votos que no lo son en su totalidad. Y si alguien aún no se ha enterado, esta gente, en pleno delirio, se asomará a un balcón y declarará la independencia si no le frena el electorado catalán o la Constitución. El Estado cuenta un amplísimo arsenal, legal, para frenar esta locura, que no es más que una intentona golpista que ha llegado demasiado lejos.
Si analizamos por variables sociodemográficas los datos del barómetro del CIS, observamos que la segmentación por edades de las listas de Juntos por el Sí y la CUP recibirían el 46,4% de los votos válidos entre los menores de 30 años, que pasarían a ser el 46,9% entre los que cuentan entre 30 y 44 años, el 42,3% entre los 45-64 años y del 40,2% entre los mayores de 64 años. Pero estos porcentajes son sobre el voto válido, no sobre el total del censo.
En el cruce de datos por edades sobre el censo y no sobre el voto válido observamos que Juntos por el Sí + CUP son mucho menos mayoritarios; entre los menores de 30 años, el porcentaje de voto sobre el total del censo es del 36%, para bajar al 34,8% entre los 30 a 44 años. Pero el descenso es mayor al pasar al estrato de 45 a 64 años, en donde se quedan en el 29,5%. Porcentaje similar al que se registra entre los mayores de 64 años que es del 28% sobre el total del censo. La distribución de escaños que realiza el CIS asigna 60/61 escaños a Juntos por el Sí y 8 a la CUP, que conjuntamente alcanzarían los 68/69 escaños, con lo que llegarían a la mayoría absoluta, que está fijada en 68 diputados, puesto que el Parlament está integrado por un total de 135 diputados.
Es decir, que con el 44% de los votos válidos obtendrán ambas candidaturas la mitad más uno de los parlamentarios necesarios para la mayoría absoluta. Pero se requieren dos tercios de la cámara legislativa catalana para reformas estatuarias, son 90 diputados los necesarios, a los que no llegan las candidaturas independentistas, por lo que no podrán emprender legalmente ningún cambio del actual Estatut.
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