Galicia
El «halcón» que mira a la cumbre del PP
Alberto Núñez Feijóo se consolida como el mejor colocado para suceder a Rajoy tras su tercera mayoría absoluta, aunque sólo quiere oír hablar de Galicia
Alberto Núñez Feijóo se consolida como el mejor colocado para suceder a Rajoy tras su tercera mayoría absoluta, aunque sólo quiere oír hablar de Galicia
Lo decía con humildad hace unos días en la recta final de la campaña: «No me gusta eso de delfín, prefiero ser un halcón peregrino». Alberto Núñez Feijóo esquivaba su perfil de posible heredero de Mariano Rajoy, donde todos le colocaban en un nuevo ciclo político del PP, y sólo quería hablar de su compromiso con Galicia. Ha sido de los pocos con valor para afrontar un reto electoral por tercera vez. El único que lo revalida con mayoría absoluta y el único en gobernar una comunidad autónoma con ese brillante palmarés. El «otro gallego», como se le conoce en el partido, tras dos mayorías incuestionables, podía haber recalado en la empresa privada, donde tenía jugosas ofertas. Pero este orensano de profundas raíces con su tierra decidió apostar de nuevo. «O todo o nada», se dijo a sí mismo el día que decidió repetir como candidato. Su compromiso serio con Galicia, una brillante gestión sin precedentes, alejado de pompas y grandes séquitos, en contacto con la gente, le han dado el premio.
Nadie duda ya que este hombre serio y riguroso, que imprimió al Gobierno gallego un aire de modernidad y un sentido práctico de la política para solucionar los problemas ciudadanos, figura ya en los anales de oro de la historia del PP. Era su objetivo mantener la estabilidad que han hecho de Galicia una de las comunidades más solventes de España. Era también, y así lo han visto sus votantes, el único candidato sólido frente al caos de unas mareas populistas envueltas en una sopa de siglas. Heredero de Manuel Fraga, aliento de Mariano Rajoy en momentos difíciles, eterna esperanza blanca en pista para otros puestos, su nombre será inevitable en la historia futura de un partido que en Galicia, contra viento y marea, representa lo mejor de sus raíces. El mérito de Núñez Feijóo es conjugar el «terruño» con la excelente gestión. Es el hombre que siempre le ha dado suerte a su partido a nivel nacional y el único, hoy por hoy, que está en cabeza para cualquier sucesión futura.
Este paisano de Os Pareas de mirada profunda, paternidad tardía y rigor implacable no quiere ni oír hablar de planes futuros fuera de Galicia. Pudo, y no quiso, trabajar mano a mano con Amancio Ortega en el imperio Inditex, patrón de su actual compañera, Eva María Cárdenas, y madre de su primer hijo. «Mi compromiso con Galicia es total», insiste hasta la saciedad. Pero su tercera mayoría absoluta es el alivio que necesitaba Mariano Rajoy en esta situación de desbloqueo. La victoria de Alberto Núñez Feijóo traspasa los acantilados de la costa gallega y legitima al PP a nivel nacional. Este navegante por la Ría de Vigo, andarín en la playa de Samil y «gourmet» de un buen pulpo en Oms ha salido airoso de su tercera prueba y le ha vuelto a hacer un enorme favor a Rajoy.
Con sutileza gallega ha salido indemne de zarpazos e intrigas palaciegas, y nadie puede ya dudar de que es el «barón» mejor colocado para el liderazgo nacional. Se define como un «galleguista reformista» y le gusta conducir. Ha demostrado ser un presidente arraigado y, le guste o no, emerge como un «delfín» consolidado, aunque él sólo piensa en Galicia. Es el bregado capitán frente a esas mareas turbulentas que amenazaban tormenta. La calma frente a la tempestad. En la jornada de reflexión acudió a ver al anciano Gerardo Fernández Albor, el primer presidente de la Xunta, que tiene 99 años. A la salida, una nube de periodistas le acosó sobre su futuro. «De delfín nada, sólo halcón peregrino». Como el ave veloz y astuta que surca el Camino de Santiago, Núñez Feijóo ha llegado a la cumbre.
«No soy el futuro del PP. Soy el presente de Galicia»
En su discurso tras proclamarse vencedor de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo definió Galicia como «una excepción en la política española», donde «el pueblo ha hablado con claridad y con contundencia». En este sentido, y gracias a la mayoría absoluta cosechada en las urnas, Núñez Feijóo aseguró que «en Galicia no habrá bloqueos, ni líneas rojas, ni vetos ni parálisis». En cualquier caso, señaló que gobernará «para todos», pues por encima de los partidos políticos y de todo lo demás «está Galicia». Alberto Núñez Feijóo, que agradeció repetidas veces el apoyo recibido, tuvo palabras también para el Partido Popular, y dijo no haber ganado nada solo. «Lo ha ganado el trabajo del partido», insistió. En clave nacional dejó claro que no representa «el futuro del PP en España sino el presente de Galicia.
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