Elecciones generales

¿A quién beneficia que se repitan los comicios ?

La Razón
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El PP es consciente de las dificultades que entraña un Parlamento fragmentado pero no quiere arriesgarse a una segunda vuelta, mientras el PSOE intentaría rearmarse frente al partido de Iglesias, que podría nutrirse del desgaste de Sánchez. Rivera se convertiría en el gran perdedor

PP: gobernar ya, pese a las dificultades

En el escenario de unas nuevas elecciones, el más perjudicado a priori sería el PP y su actual líder, Mariano Rajoy, que en ese intervalo podría ver cuestionada su figura y quizá tendría que activar un proceso de recambio en la cúpula. Aunque también podría beneficiarse al recuperar a muchos miles de votantes que el 20-D se decantaron por Ciudadanos y han visto cómo su papeleta distó de convertir en alternativa al partido de Rivera. Pero lo que ahora quiere Rajoy es gobernar, aunque es consciente de que se abriría una legislatura en la que sería muy difícil sacar adelante leyes en un Congreso fragmentado.

PSOE: tiempo para la reconstrucción

El PSOE no ha tenido un buen resultado, pero ha sido mejor de lo esperado, circunstancia que Pedro Sánchez vive como un triunfo tras haber conservado la segunda plaza como fuerza política que muchas encuestas le otorgaban a Podemos. El «sorpasso» no se ha producido, pero hay enfado entre los barones por los amagos de buscar la presidencia apoyado en partidos que piden un referéndum de autodeterminación en Cataluña. El plazo hasta la primavera serviría a Sánchez para reconstruirse después de no haber tocado techo y para tratar de enfrentarse con más bríos al PP y, sobre todo, a Podemos.

Podemos: en busca del «sorpasso»

Pablo Iglesias sería el principal beneficiado de un regreso a los colegios electorales y seguramente es lo que más desea. «Estaremos encantados de asumir ese escenario», dijo en su valoración del 20-D. Ha obtenido un buen resultado –con la suma de sus marcas, eso sí–, pero quedaría en una posición difícil si se mantiene el reparto de bancadas que se decidió el domingo. La formación morada sería ahora menos influyente de lo que esperaba, pero otros tres meses podrían hacer que los de Iglesias subieran varios peldaños en la escala de poder e incluso adelantar al PSOE.

Ciudadanos: el miedo a una segunda vuelta

El gran damnificado sería sin duda Albert Rivera, que no ha dejado de pedir al PSOE que permita a Rajoy ser presidente desde el momento en que se conocieron los resultados del domingo. La segunda vuelta podría suponer para Ciudadanos que muchos de los votantes que les vieron como la alternativa de Gobierno vuelvan a votar al PP –su principal granero de votos–, tras comprobar que la formación naranja se quedó muy lejos de ser el epicentro del poder que se anunció durante la campaña electoral. Rivera se desinfló en las últimas semanas y no puede exponerse a más desgaste.