Elecciones generales

Santamaría, ante el debate: «Hemos hecho frente a toros más duros»

Evitó pronunciarse sobre «especulaciones» al ser preguntada si sustituiría a Rajoy si Ciudadanos lo exige para pactar

Un cartel para la renovación
Un cartel para la renovaciónlarazon

Evitó pronunciarse sobre «especulaciones» al ser preguntada si sustituiría a Rajoy si Ciudadanos lo exige para pactar

El debate electoral a cuatro del próximo lunes en Atresmedia, sin Mariano Rajoy y con Soraya Sáenz de Santamaría frente a los líderes del PSOE, Ciudadanos y Podemos, copó ayer buena parte de la agenda de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La vicepresidenta trasladó la imagen de que rebajaba su tensión ante el enfrentamiento con sus rivales en ese duelo electoral porque, puesto en contexto, es «sólo un debate», y el Gobierno se ha enfrentado a desafíos más difíciles que el que representa cualquiera de sus adversarios, como la gestión de la crisis económica que se encontraron al llegar al poder en 2011. Moncloa rebaja la trascendencia del duelo, y las expectativas que está generando.

La vicepresidenta también tuvo que desmarcarse de las especulaciones sobre si su posición como «dos» de Rajoy la dirige a estar llamada a ser la sucesora del candidato cuando el PP afronte a lo largo de la próxima legislatura la renovación de su liderazgo. Que sea antes o después dependerá del resultado electoral. Su posición fue negarse a hablar de especulaciones, incluso cuando se le interrogó por la posibilidad de que su perfil, frente al de Rajoy, pudiera facilitar el apoyo del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a un nuevo gobierno del PP.

Sáenz de Santamaría es la «número dos» de la lista con la que se presenta Rajoy por Madrid, su ticket electoral, y esto hace que tenga una presencia dominante en la campaña. La elección viene determinada por su perfil amable y bien considerado entre la opinión pública y porque es una persona de la más estricta confianza de Rajoy. Ayer contestó a las especulaciones tachándolas de hipótesis y poniendo en valor el hecho de que en el PP hay un equipo en el que se reparten las tareas porque el Gobierno tiene que seguir funcionando aunque se esté en campaña. Ante el debate a cuatro del lunes confesó que está repasándose todas las decisiones que ha ido adoptando el Gobierno durante los últimos cuatro años para salir de la crisis. «Frente a las dificultades a las que nos hemos enfrentado, todo es moderado. Esto es sólo un debate. Nos hemos enfrentado a toros más duros», explicó.

Por otra parte, también se desmarcó de la idea de regular por ley los debates presidenciales, y argumentó que si se avanzase en esa dirección, los debates a cuatro como el del lunes, que emitirá Antena 3 y La Sexta, con fuerzas sin representación parlamentaria, no llegarían a celebrarse. «Este debate se va a hacer porque no hay obligatoriedad; hacerlo obligatorio por ley tendría que basarse en elementos legalmente exigibles, y una encuesta no lo es ni siquiera la del CIS», comentó. El PSOE tiene representación parlamentaria, pero ni Ciudadanos ni Podemos están en el Congreso, cosa que sí sucede con otros partidos que se han quedado fuera, como IU.

Un cartel para la renovación

Los carteles electorales del PP cubrieron ayer Madrid con las fotos de Mariano Rajoy y de Soraya Sáenz de Santamaría, número dos de su candidatura. Desde Moncloa quitaron importancia a este reparto de protagonismo. «Siempre ha salido el dos por Madrid. No hay ninguna novedad, sino normalidad», justificaron. Pero esa imagen alentó las especulaciones, ya bajo cuerda, sobre un supuesto futuro relevo de Rajoy: natural en la próxima legislatura o por necesidad postelectoral. La decisión no apunta, sin embargo, tan lejos. La estrategia de utilizar electoralmente el tique de Rajoy-Santamaría responde al objetivo de utilizar la imagen de la vicepresidenta, más renovada y bien considerada en la opinión pública, como complemento del perfil de Rajoy. En suma, vender experiencia, y juventud y renovación al imaginario popular para responder al mantra del cambio bajo el que se presentan los emergentes, y por el que compite el PSOE.