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Junts

Puigdemont vuelve a la contienda electoral con ataques a la «corrupción» del PSOE y el «numerito» de Sánchez

Reaparece tras dos días alejado por la muerte de su madre lanzando una ofensiva a los socialistas para movilizar a su electorado

El candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, reapareció ayer en la campaña electoral tras estar dos días ausente por la muerte de su madre. Y regresó calificando de «numerito» y «farsa» el amago de dimisión del presidente del Gobierno y cuestionando que el mismo partido «de los GAL» y «toda aquella corrupción», el PSOE, sea capaz de regenerar España, tal y como declaró el líder socialista que era su intención en el discurso con el que confirmó que continuará en La Moncloa.

El expresident se retrotrajo durante un mitin en la localidad francesa de Argelès-sur-mer a los tiempos de Felipe González y Alfonso Guerra como presidente y vicepresidente del Gobierno para rechazar con un «¡manos a la cartera!» que el Partido Socialista pueda reformar ningún aspecto de nuestro país, sobre el que dijo en un feroz ataque que «está carcomida por dentro».

Calificó también de «querella de pacotilla» la acción judicial del sindicato Manos Limpias que ha llevado a abrir diligencias contra la mujer del presidente, Begoña Gómez, por supuesto tráfico de influencias y corrupción. Bajo el parecer del dirigente independentista prófugo, la intención oculta detrás del periodo de «reflexión» de Sánchez y su posterior anuncio de que seguirá fue una estrategia electoral para movilizar el voto hacia el PSC en detrimento de las fuerzas secesionistas catalanas y así «evitar un Govern que plante cara» al Ejecutivo central.

Dijo, en este sentido, que Junts fueron «los únicos» que no dieron credulidad a la posibilidad de que Sánchez dejase la presidencia del Gobierno. «No nos fiamos ni un pelo, venimos desconfiados de casa. Con este señor debes poner tres capas de guantes de látex para tratar con él», afirmó, poniendo en tela de juicio la confianza que genera Sánchez, que, por otro lado, es el artífice de una futura ley de amnistía que le permitirá librarse de la responsabilidad penal derivada del «procés» que aún le mantiene huído de la Justicia.

Defendió, que si el candidato de los socialistas, Salvador Illa, gana las autonómicas del próximo 12 de mayo, «los catalanes seguirán siendo tratados como ciudadanos de segunda» ya que, apuntó, el exministro pondrá en todo momento los intereses de Ferraz y Sánchez por delante.

«O avanzamos como país y como nación o reculamos como región y nos hundimos con esta España que no se levanta, que siempre busca cómo aguar las ilusiones de los catalanes. No hay más», reivindicó en este sentido desde Francia. Se refirió también al ministro socialista del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para acusarle veladamente de haber dado órdenes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y al CNI de «controlar» a personas vinculadas al independentismo catalán.

Puigdemont aseguró tener constancia de que existe un listado con los datos de políticos y activistas del movimiento secesionista catalán «que circula por los aeropuertos y policías de otros países» que iría dirigida a monitorizar sus movimientos. Y del caso de un ciudadanos con el que comparte apellido al que le hicieron en un aeropuerto internacional «un control que no habían hecho a nadie más» y después le advirtieron de que apellidarse como él es «peligroso». Retó al presidente Sánchez a que si quiere emprender «una reforma democrática del Estado», comience «por su casa» cesando a Grande-Marlaska y a Margarita Robles como ministros.

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