Inteligencia Artificial

El caramelo de la IA para crear juegos y evitar trampas

King, la compañía sueca adquirida por Microsoft, explica los detalles del éxito de Candy Crush y cómo está aplicando la Inteligencia Artificial para el desarrollo y para evitar que los usuarios hagan trampas

Candy Crush
Candy CrushKing

Nació con la revolución de las páginas web y Yahoo llegó a ser su principal baluarte hasta que irrumpió Facebook y cambió la manera en que los usuarios jugaban online. No solo supo subirse a este carro y desarrollar uno de sus títulos más famosos (Candy Crush) sino que, de nuevo, supo adaptarse a la revolución móvil y hoy lidera el mercado de las aplicaciones lúdicas móviles, con la Saga Candy Crush, pero también con la serie Farm.

Se trata de King, una empresa de origen sueco con más de 20 años de existencia y con una fuerte presencia en España. De hecho, este liderazgo de King le llevó a ser adquirida en octubre del año pasado por Microsoft. Un movimiento tan reciente del que, según la compañía, aún no se notan cambios, pero que sí lo harán en el futuro, especialmente en lo que a la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) se refiere en el desarrollo de estos títulos lúdicos (sobre todo por la alianza tan importante que mantiene Microsoft con OpenAI, creadora de herramientas como ChatGPT).

Desarrollo más rápido

Hasta que ese momento llegue, la compañía ya utiliza la IA en parte de su proyecto de desarrollo. Eva Ryott, vicepresidenta de productos, explicaba que el proceso de creación, tanto de un juego como de los diferentes niveles que lo componen, se desarrolla en varias etapas, desde la ideación hasta la mejora constante.

En su experiencia, dos de los pasos más importantes se encuentran justo en el medio del proceso y consisten en probar el nivel que se quiere incorporar al juego y en retar a los usuarios para comprobar que estos nuevos desafíos son «lo suficientemente difíciles para ser un reto atractivo, pero lo suficientemente fáciles para que no generen frustración por su dificultad de superarlo».

En esas pruebas y ensayos, King ha desarrollado un robot que se encarga de hacer estos test hasta en un 80% de las ocasiones (puesto que también han de ser probados por personas). Según los datos de King, el empleo de la IA para estas tareas acaba conllevando un ahorro del 50% del tiempo empleado para lanzar un nuevo desafío. Y no solo porque las pruebas se realicen de manera más rápida y operativa, sino porque al emplear la IA los creativos y desarrolladores tienen más tiempo para idear nuevos retos. «Las inversiones en IA resultan en una mejor experiencia para sus diseñadores, lo que a su vez se traduce en una mejor calidad de los niveles que construyen», declaraba Ryott en exclusiva para La Razón.

Por hacernos una idea, Candy Crush vio la luz en 2011 con 1.700 niveles. «Nos parecían más que suficientes», explicaba Paula Ingvar, vicepresidenta de producto. y responsable de la saga que ha cumplido diez años A día de hoy, ya superan los 13.000 niveles.

Trampas con la IA

Sin embargo, la IA también plantea nuevos desafíos para empresas desarrolladoras de videojuegos, sobre todo cuando convocan torneos y competiciones a nivel mundial con los que los usuarios de todo el mundo pueden enfrentarse unos a otros y aspirar a conseguir premios.

Tanto Eva Ryott como Luka Crnkovic-Friis, responsable de IA en King, son conscientes de que algunos usuarios podrían utilizar la IA de la misma forma en la que es usada por King, pero en lugar de para hacer test y pruebas, para intentar ganar torneos. «Estamos siempre tratando de detectar trampas como esa, trabajamos realmente muy duro para mantenerlas fuera del juego», aseguraban. Crnkovic-Friis también confirmaba a esta redacción que, para evitar estas trampas, la compañía utiliza determinadas herramientas. Sin embargo, aunque se le preguntó sobre cuáles eran esas herramientas, dijo no estar autorizado a compartir cuáles eran.

Este mismo responsable confirmaba a esta redacción, eso sí, que la inversión de Microsoft (actual propietaria de King) en OpenAI supone una «enorme oportunidad» de cara a poder implantar la IA en más procesos productivos de la compañía y se mostró muy confiado en las posibilidades de cara a futuro.

Teniendo en cuenta que estas IA han sido entrenadas con el material (tanto texto como imágenes, vídeos, dibujos y sonidos) que está disponible en Internet, preguntamos a Luka Crnkovic-Friis si King no teme que buena parte de ese entrenamiento haya estado basado en los caracteres, dibujos y fluidos que caracterizan los juegos de la factoría King y que, por tanto, otros desarrolladores puedan usar este material para crear aplicaciones que compitan con sus títulos obviando los derechos de autor que protegen las obras.

Luka Crnkovic-Friis asegura que los problemas sobre los derechos de autor o si se están evadiendo las responsabilidades de la propiedad intelectual aún no están resueltos. «En cualquier caso, y aunque otro desarrollador pudiera usar dibujos de nuestra marca, los juegos de King son mucho más que esta apariencia», explicaba. «Detrás de cada juego hay todo un proceso productivo y tecnológico sin igual que no es fácilmente copiable, ni siquiera por una IA», señalaba, mostrándose tranquilo sobre la «amenaza» que esta tecnología puede suponer para su empresa.

La permanencia del móvil

Como decíamos al principio, King nació casi como una página web, pero sus responsables supieron ver la evolución de la tecnología y de los gustos de los consumidores, tanto con la irrupción de Facebook como con la aparición de los teléfonos móviles. En este sentido, los responsables de la compañía también se muestran seguros de que la industria de los juegos va a tener en los dispositivos móviles su gran caldo de cultivo durante los próximos años.

Tjodolf Sommestad, presidente de King, también aseguró ante la prensa que «el juego móvil representa aproximadamente la mitad de la industria del juego móvil». Según los datos que maneja, los ingresos generados por la industria del juego en general son mayores que los de la industria del cine. Además, predijo que la industria del juego móvil crecerá rápidamente, esperando que alcance alrededor de «111.000 millones de dólares este año».

Sommestad habló sobre la necesidad de innovación, señalando que «la creatividad y la innovación están realmente en el ADN de King» y que la empresa está «constantemente pensando en cómo podemos probar cosas nuevas, experimentar y aprender de ello». Sin embargo, y preguntada por La Razón, Eva Ryott no se atrevió a decir cuál va a ser la siguiente gran plataforma de juegos (como pudieran ser el Metaverso o las gafas de realidad mixta de Apple). «Nadie tiene la bola de cristal, y ahora mismo nosotros estamos muy centrados en el desarrollo para móviles», remarcaba.

Cabe señalar que, tal y como reconocía Sommestad, «más del 60% de nuestros jugadores no se consideran a sí mismos jugadores». A pesar de esto, la empresa ha tenido un gran éxito, con «más de 20.000 millones de dólares» en ingresos y «más de 5.000 millones de descargas para la franquicia Candy», un juego de rompecabezas «casual y simple», de combinación de tres. Según su responsable, lo «realmente importante para nosotros es que [los jugadores] no tengan que pensar en cómo jugar al juego, sino que entren en esa pequeña burbuja en su bolsillo». Tanto Candy Crush como Farm Heroes han experimentado un crecimiento y evolución significativos desde su lanzamiento en 2014. La saga Farm, con más de 4.000 niveles alcanzó mil millones en ingresos en 2017. Candy Crush Soda Saga tiene 13.000 niveles.

Cultura diversa

Pasear por las oficinas centrales de King es como adentrarse en el mundo de juegos, colores, decoración, muebles y tipografías marca de la compañía.

A lo largo de los años, King intentado crear un ambiente de trabajo inclusivo y agradable, con un equipo diverso, incluyendo más desarrolladoras y artistas mujeres. Además, ha fomentado una cultura de respeto y colaboración, donde todas las opiniones e ideas son valoradas por igual.

Oficinas centrales de King en Estocolmo
Oficinas centrales de King en EstocolmoArantxa HerranzLa razón

Esta cultura fue lo que le hizo volver a Eva Ryott después de una breve aventura de dos años en Facebook, junto a las muchas oportunidades para aprender diferentes cosas. King es una empresa sueca cuya sede central está en Estocolmo, pero con oficinas en Malmo (Suecia), Barcelona (donde trabajan unas 600 personas), Londres, Berlín o San Francisco.