Análisis de Datos

No es un impago, es un fraude: cómo Equifax usa datos y tecnología para prevenir estas estafas

Tras sufrir una de las mayores brechas de datos de la historia y tras haber implementado varias medidas de ciberseguridad, Equifax quiere que las empresas confíen en su capacidad tecnológica para prevenir el fraude.

Jon Egaña, Country Head de Equifax Iberia
Jon Egaña, Country Head de Equifax IberiaEquifax

Uno de cada cuatro impagos es, en realidad, un fraude. “Estimamos que el 25% de lo que las entidades financieras catalogan o clasifican hoy como riesgo de crédito son realmente casos de fraude”, asegura el director general de Equifax en España, Jon Egaña, quien también advierte de que el modelo de estafa está cambiando y pasa de estar relacionado con usuarios particulares a empresas.

Equifax defiende que, aunque la seguridad cien por cien no existe y que lo más complicado está siempre en las zonas grises, buena parte de este riesgo se puede evitar usando su tecnología. “Si estuviesen utilizando nuestras herramientas estoy prácticamente seguro de que el 99% de los canales fraude los habríamos detectado con un nivel de alerta medio o alto”, defiende Jon Egaña, Country Head de Equifax Iberia.

Las herramientas a las que se refiere este responsable son dos: Luminate (que, según la empresa, previene el fraude a través de la analítica de datos, identificando irregularidades en los datos proporcionados y evaluando su consistencia y congruencia) y Kount (solución de control y prevención de fraude que utiliza modelos de Inteligencia Artificial y Machine Learning para detectar señales fraudulentas en tiempo real, en el momento en que se realizan transacciones en canales digitales).

Objetivos a corto plazo

El Country Head de Equifax Iberia asegura que la compañía gira su estrategia en torno a tres ejes fundamentales sobre los que quiere transformar el sector financiero y empresarial.

El primer eje se enfoca en acelerar la disponibilidad de soluciones contra el fraude, apoyando a diversas industrias para identificar y mitigar el impacto del fraude. El segundo eje busca convertir a su compañía en un “aliado clave tanto para grandes empresas como para pequeños emprendedores. La meta es facilitarles herramientas avanzadas para tomar decisiones informadas sobre financiación y gestión de facturas, democratizando el acceso a información valiosa que tradicionalmente solo estaba disponible para entidades financieras más grandes”.

Finalmente, el tercer eje pone énfasis en la gestión responsable del crédito. La compañía está “comprometida con desarrollar modelos que protejan al consumidor del sobreendeudamiento. Esto incluye promover la educación financiera y abogar por un crédito responsable” junto con su socio ASNEF. Además, planean utilizar su experiencia en mercados como Reino Unido y Estados Unidos para proveer indicadores de vulnerabilidad y salud financiera que ayuden a prevenir la exclusión financiera.

30 años y alguna polémica

Aunque tiene 125 años de historia, la presencia de Equifax en España se remonta a 30 años atrás, cuando entra de la mano de ASNEF (Asociación Nacional de Entidades Financieras) para convertirse en la empresa que explota el fichero de morosos.

“Nuestro negocio principal es la gestión del buró de crédito. Eso nos da acceso a una cantidad de datos y de información que nos ha permitido desplegar un abanico de productos muy potente”, como productos de scoring crediticio, relata Jon Egaña, Country Head de Equifax Iberia. Algo que, mezclado con la analítica, les permite, según este responsable ofrecer productos para la prevención de fraude, tanto relacionado con suplantación de identidad como en la esfera digital (para lo que han adquirido recientemente una compañía en Estados Unidos).

“Vemos que los datos, los documentos o la información de los individuos está más expuesta en el mundo digital y eso abre más puertas a brechas, al acceso, robo o usurpación de esos datos que después pueden ser utilizadas para fines fraudulentos”, relata este responsable. Además, su experiencia les lleva a determinar que, cuando alguien decide iniciar una acción de fraude “los canales digitales le proporcionan esa opacidad o ese carácter de anonimidad que le permite utilizar esos datos e información que he podido obtener” (bien por canales digitales o por canales físicos) para su fin.

Desde que llegó a España, parte de su actividad ha estado salpicada de polémicas, tanto a nivel nacional (por el tratamiento de los datos) como internacional (por la brecha de ciberseguridad que puso al descubierto toda su información).

En este punto, Egaña defiende que la compañía aprendió mucho de aquella experiencia. “En los últimos seis años hemos elevado exponencialmente nuestros propios niveles de ciberseguridad” migrando para ello todas sus plataformas y servicios a la nube (a la de Google, concretamente) porque, asegura, “una de las principales ventajas que ofrece es que podemos establecer muchísimas mejores medidas de protección en materia de ciberseguridad”.

Este directivo reconoce que aquella brecha supuso una “catarsis” para la compañía, pero también que, a día de hoy, “todos nuestros clientes confían en que Equifax ha desplegado las medidas de seguridad necesarias, que tenemos los niveles de ciberseguridad más altos y confían en las decisiones tomadas”.