España

“Nos echaron de Cataluña y ahora nos van a sacar de Navarra”

Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil de Navarra se quejan de que el ministro Marlaska no cumple su compromiso de mantenerles en la Comunidad Foral

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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de la Guardia Civil, Félix Vicente AzónCarlos CidEFE

Algunos agentes llegaron de Cataluña, cuando la Guardia Civil perdió la competencia de Tráfico, y ahora se encuentran con que les echan de Navarra, por un acuerdo del PNV con el PSOE, como si fueran una moneda de cambio de los políticos, según los momentos. Muchos guardias han organizado su vida en la Comunidad Foral como último destino (la edad media en algunos subsectores supera los 50 años), han comprado una casa, tienen a las mujeres y los hijos enraizados en esta tierra, un problema que afecta a casi 200 familias. Por eso, se le preguntó al ministro si nos quedábamos y nos dijo que sí.

De esta manera gráfica resumen la situación en que quedan los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Navarra tras el citado acuerdo entre peneuvistas y socialistas.

Dimisión

Por ello, agentes de la Benemérita, a través de sus asociaciones, se muestran dispuestos a pedir la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, al considerar que ha faltado a su palabra en relación con la citada Agrupación. Fue el 16 de septiembre del año pasado. Había inquietud en dicha Unidad tras el anuncio realizado desde instancias gubernamentales de que la Benemérita perdería esta competencia, que ha detentado históricamente, en beneficio de la Policía Foral. La preocupación venía precedida de una reunión mantenida en su día por el actual presidente del Gobierno con la entonces jefe del Ejecutivo navarro.

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, visitó la Comandancia de Navarra y, según fuentes de la Benemérita consultadas por LA RAZÓN, decidió reunirse con los agentes de la Agrupación para escuchar sus inquietudes. La Asociación Pro Guardia Civil (APROG) ha relatado con toda exactitud lo que ocurrió en aquella reunión. También lo confirman las fuentes consultadas por este periódico:

«Ante la expectación y la atenta mirada de Oficiales de la Comandancia, suboficiales, cabos y guardias civiles, el ministro negó rotundamente y sin ambigüedades que se fuera a producir ningún traspaso de competencias».

Una afirmación tan rotunda tranquilizó a los agentes que, en una visita posterior del director general del Cuerpo, se encontraron con el matiz en el sentido de que dicha transferencia no se produciría «de momento».

Lo que no pudieron pensar los agentes de la Agrupación es que el anunció de la pérdida de su puesto de trabajo, con los consiguientes problemas de índole familiar, lo iba a realizar un representante del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y que, para colmo, se daba un plazo perentorio de seis meses para formalizar el traspaso de competencias.

De la noche a la mañana, en virtud de unos pactos para que el socialista Pedro Sánchez logre la investidura, se rompía con una tradición, que se inició con la fundación misma de la Guardia Civil en 1844, cuando vigilaba caminos y despoblados y Navarra no contaba con ninguna institución que cumpliera esas funciones.

De paso, convertía a los navarros en ciudadanos de segunda: un partido vasco negociaba por ellos y se les priva de la presencia en las carreteras de la Benemérita, auténtica unidad de referencia para la seguridad vial.

A lo largo de la historia, si se examinan las distintas legislaciones habidas en la Comunidad Foral, se observa que no ha ejercido la competencia sobre Tráfico hasta fechas recientes y que ha sido siempre la Benemérita la que ha detentado estas funciones.

No fue hasta 1928 cuando aparece una Policía de Carretera y Arbitrios, formada por seis agentes, sin ninguna competencia policial sino administrativa. A comienzos de la década de los sesenta, la Benemérita, ejerciendo siempre sus funciones de Policía estatal, despliega en Navarra la Agrupación de Tráfico. Aparece un cuerpo, dependiente de las diputaciones, pero sin competencia policial. Es a mediados de esta década cuando se forman una veintena de agentes forales y habrá que esperar a comienzos de los ochenta para que este cuerpo comience a ejercer funciones, entre ellas algunas derivadas de Tráfico. Y así hasta llegar a la situación actual de competencia compartida, avalada por una sentencia del Tribunal Supremo.

La anunciada, por el PNV, expulsión de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra es un hecho más, singularmente grave por la forma en que se ha realizado, del proceso de «vasquización» de la Comunidad Foral, al que, según parece, nada tiene que oponer el actual Ejecutivo que preside María Chivite.

Hasta este anuncio y la citada visita del ministro del Interior, las asociaciones de la Guardia Civil habían tratado de obtener información al respecto.

Según APROG, en noviembre de 2018, mantuvieron una reunión con el Delegado del Gobierno en la Comunidad Foral, «de la que no obtuvimos ninguna información. Posteriormente, el 15 de noviembre de 2018, las asociaciones profesionales en Unidad de acción, remitimos una carta a la Secretaria de Estado de Seguridad, solicitando una reunión urgente con el fin de obtener información de primera mano sobre el acuerdo de traspaso de competencias en materia de tráfico y seguridad vial en la Comunidad Foral de Navarra y, especialmente, la situación de los guardias civiles destinados en esa Comunidad».

«De esa solicitud no hemos recibido ninguna contestación . «Pensamos que cualquier acuerdo político no puede ir en perjuicio de los guardias civiles», agrega la citada asociación.