El desafío independentista
Vía libre al suplicatorio contra la inmunidad de Puigdemont
Si la Eurocámara lo aprueba no perdería su escaño pero se reactivarían las euroórdenes
Comienza la batalla. El Parlamento Europeo anunció ayer la tramitación del suplicatorio tras la petición enviada este lunes por parte del Tribunal Supremo con el propósito de suspender la inmunidad a Carles Puigdemont y Toni Comín. «Las autoridades españolas se han dirigido al presidente de esta institución para solicitar el levantamiento de la inmunidad de Carles Puigdemont y Antoni Comín para seguir con las investigaciones criminales contra estos eurodiputados», explicó la vicepresidenta del Parlamento Europeo Ewa Kopacz.
A partir de ahora la pelota está en el tejado de la comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara que debe nombrar un ponente para este caso. Esta comisión estará encargada de emitir un dictamen no vinculante a favor o en contra de esta suspensión. Las deliberaciones son a puerta cerrada, aunque los eurodiputados concernidos pueden comparecer en esta comisión para defender sus posiciones y presentar documentos. La defensa ya ha anunciado que quiere convertir el proceso en un juicio político.
Después de que la comisión de Asuntos Jurídicos redacte una recomendación a favor o en contra, este texto debe ser votado en la próxima sesión plenaria del Parlamento Europeo tras un debate en el que los eurodiputados interpelados no pueden participar. Este proceso puede durar un mínimo de dos o tres meses o dilatarse hasta un año, plazo barajado por los letrados de la defensa. La votación en el hemiciclo a favor del levantamiento de la inmunidad necesita mayoría simple, por lo que el apoyo de los tres principales grupos de la Eurocámara (populares, socialistas y liberales) resulta más que suficiente. En su estreno este pasado lunes en el Parlamento Europeo, Puigdemont retó a los eurodiputados socialistas españoles a votar en contra de este levantamiento, pero la jefa de dilas de los socialistas, la española Iratxe García, se ha mostrado a favor de «dejar a la justicia que trabaje».
El levantamiento de la inmunidad no supone la pérdida del escaño sino tan solo la reanudación de los procesos judiciales, en este caso las euroórdenes que pesan sobre los dos líderes independentistas, que ahora mismo se encuentran congeladas en los tribunales belgas. La pérdida de la condición de eurodiputado tan solo tiene lugar si los eurodiputados son condenados. En este caso, si la justicia belga acaba apoyando la extradición a España.
Una de las grandes dudas reside en si, durante este tiempo, Puigdemont y Comín podrán seguir viajando a Estrasburgo (Francia), lugar donde se celebran las sesiones plenarias mensuales del Parlamento o limitarán su presencia a las actividades del Parlamento en Bruselas. La suspensión de la inmunidad podría suponer una nueva euroorden en tierras galas, país con una legislación más severa que la belga. Hasta la concesión de la inmunidad, los políticos independentistas habían sorteado cualquier desplazamiento a este país a pesar de que en el mes de julio se celebró una multitudinaria manifestación de apoyo al procés a las puertas del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Durante este proceso del suplicatorio, Puigdemont y Comín pretenden utilizar el Parlamento Europeo como altavoz para su causa. De momento, uno de los principales escollos es encontrar una familia política que les acepte para no quedar en el cajón desastre de los no inscritos. Los Verdes deben decidir en unas semanas si aceptan su solicitud, pero hasta el momento no parece que se inclinen por el «sí». «Para nosotros la incorporación plantea un problema así que habrá conversaciones en las próximas semanas para llegar a una posición», explicó el copresidente del grupo Philip Lamberts.
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