Gobierno de España
Un acuerdo por el futuro
Diferentes personalidades políticas y sociales abordan cómo debería ser el gran pacto de Estado para hacer frente a la crisis de Covid-19
Constitucionalistas, escritores y políticos unen sus voces para pedir al Gobierno que lidere unos pactos nacionales para reconstruir el país. Reclaman que el acuerdo que se ve en los balcones se extrapole al Parlamento. Llaman a la lealtad política para superar la crisis y creen que el presidente deberá elegir entre la unidad o la división, donde enmarcan a Podemos y a los independentistas, a los que excluyen de la posibilidad de diálogo.
Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid
«Debemos buscar un gran pacto y dejarnos de soluciones mágicas. Debe estar apoyado por los partidos que están a favor de la Constitución. Tenemos que sumar ese proyecto a Europa, a los empresarios y a los trabajadores, fundamentalmente. No es un pacto político sino social el que nos sacará de esta crisis. No nos encontramos ante el mismo contexto que cuando se firmaron los pactos de La Moncloa, pero necesitamos un proyecto social y político. No debemos entretenernos en una gran discusión. Está claro que con algunas fuerzas del parlamento no habrá oportunidad, como con los separatistas o con algunos miembros de Podemos en el Gobierno. El apoyo fundamental para este gran pacto llegará de los partidos constitucionalistas que representan a la inmensa mayoría de españoles y para ello el Gobierno debe ir con un gran proyecto abierto que se discuta y enmiende en algunas partes. Así se conseguirá el pacto. Además, no debemos olvidarnos de Europa, que no es la misma de 2008, es más sensata y abierta. No es el momento de pedir responsabilidades, aunque aquí nadie podrá salirse por peteneras. En este momento hay que llegar a pactos. Será difícil, pero llegará el momento cuando el presidente se baje del burro de las izquierdas y derechas».
Maite Pagazartundúa, eurodiputada de UPyD
«Se lo debemos a nuestros mayores, que trabajaron para levantar el país, que se sacrificaron para que nosotros pudiéramos estudiar y gozar de libertades. Se lo debemos más ahora, porque nuestros padres y madres no debían haber padecido, ni haber muerto. Por lo menos, la siguiente prueba debemos afrontarla con la seriedad, disciplina y sentido del deber, el que ellos sí tuvieron para protegernos. La siguiente prueba es levantar la economía y es imposible con un gobierno débil, escorado al radicalismo, y con apoyos externos que debe comprar entre partidos que no creen ni en lo común, ni en un pacto nacional. Debería alumbrarse un plan de corto y medio plazo».
José Ramón García Hernández, diplomático y ex secretario de Relaciones Internacionales del Partido Popular
«Los españoles ya han pactado en cada aplauso que se da. Solo falta que lo hagan los políticos. Vemos como temas que estaban en la agenda política han desaparecido y aparece una preocupación común: ¿Cómo vamos a salir? Estamos viendo como se ha generado una realidad común con mucha fuerza. Un divorcio político entre lo que piden los ciudadanos en los balcones que esta desacompasada de la agenda política. Esta crisis ha vuelto a poner en alza el valor de la experiencia. Habrá partidos que no quieran pacto, pero los españoles, cuando comprueben que hay algunos agentes políticos que no se esfuerzan por el pacto, no se lo van a perdonar».
José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía
«No tengo recetarios, pero sí experiencia. A mi parecer, esta pandemia ha servido para hacer que el gobierno que era neófito, no acostumbrado a tomar decisiones, haya madurado ante la crisis. También me parece que el país ha demostrado que es maduro. Entonces, tenemos un gobierno que ha madurado y un país maduro. Y una oposición que está jugando a corto plazo, tanto PP, Cs, como Vox, vascos y catalanes. Están pensando en los resultados electorales. Creo que, ante esta situación tan dramática, hemos dado un primer buen paso, de solidaridad europea, en relación con la obtención de que se aprueben políticas extraordinarias para hacer que Europa pueda rehacerse después de la pandemia. Lo hemos hecho gracias a la firmeza del gobierno español, italiano y francés. Volviendo a España, creo que si hubiese acuerdos deberían ser transversales, lo más amplios posibles para diseñar políticas posibilistas, para paliar las consecuencias graves y para inducir a la regeneración económica y de la vida social».
Rosa Díez, cofundadora de UPyD y ex líder del PSOE
«Cualquier país establece los pactos de estado como norma de comportamiento. De hecho, España los ha tenido en varias ocasiones. Saltaron por los aires con José Luis Rodríguez Zapatero, desde la política europea hasta la antiterrorista. Creo que lo normal es que se den unos pactos nacionales, lo anormal sería que no se diesen. Estamos ante una situación extraordinaria en la que lo lógico sería que las fuerzas políticas y sociales articulen una estrategia de Estado que contemple tanto medidas sociales y económicas como de políticas. Entre los actuales partidos debería haber esa capacidad de entendimiento, capacidad. El Gobierno debe hacer una propuesta concreta no una verborrea, ni grandes frases ni titulares. Hay que ver que estructuras de Estado funcionan y cuáles no. Es verdad que no tengo mucha confianza en que pueda haber un pacto tras ver el debate del estado de alarma en el Congreso. El discurso del PSOE es hacer una cosa y plantear la contraria. Si uno quiere un pacto, uno debe saber que no se puede insultar al partido con el que quieres llega a pactos. La actitud del gobierno demuestra que no quiere pactos. Para Sánchez, el único paco que funciona es el que tiene con Podemos y con los separatistas. Si quisiera un pacto, lo buscaría, el más amplio. Se trataría de empezar a buscarlo, pues estoy convencida de que la mayor parte de los partidos estarían dispuestos a pactar y a ceder».
José María Múgica, ex líder del PSOE –EE e hijo de Fernando Múgica
«La necesidad de un pacto está fuera de cuestión. Las consecuencias económicas y sociales que van a dejar la pandemia van a ser dramáticas y es impensable que se puedan afrontar haciendo la guerra cada uno por su cuenta. El virus no se combate con propaganda. Si se pone como referencia que esta es la crisis más grande que se ha producido en Europa desde la segunda guerra mundial, tenemos que revisar ese tiempo del que estamos hablando y ver como se promovieron las políticas de reconstrucción económica después del 45. Esta referencia histórica nos lleva a ver que la salida debe ser a tenor de esta misma. Es impensable que los desafíos a los que nos va a llevar la situación, se puedan abordar en solitario con un Gobierno que no reúne ni la mitad del apoyo de la cámara. Debemos pensar que, por ejemplo, los decretos de confinamiento fueron apoyados por el PP y no por los independentistas, que se han descolgado del esfuerzo común. Hace falta un enorme esfuerzo que abarque las fuerzas políticas centrales, que abarque los sectores económicos, agentes sociales y un enorme esfuerzo que implique a la nación».
Toni Roldán, ex portavoz de Economía de Ciudadanos
«Nos encontramos ante una emergencia nacional de un calibre que no hemos conocido en los últimos 50 o 70 años. Creo que los partidos no acaban de capturar la dimensión del reto al que nos enfrentamos. Tiendo a pensar que en un mundo ideal lo lógico sería que unos partidos con unas motivaciones adecuadas se sentaran juntos y dejaran de decir tonterías y pactaran una estrategia común, pero siendo honesto tengo muy poca confianza en que haya unas motivaciones honestas realmente a aportar y sumar. Creo que Ciudadanos, por ejemplo, está siendo constructivo, pero no veo altura de miras, ni una concienciación sobre la dimensión del problema para finalmente tender puentes y sumar. Creo que debería montarse un equipo potente que tome las decisiones estratégicas necesarias, pues los señores portavoces del partido de turno no van a ayudar. Necesitamos economistas, virólogos, epidemiólogos, la ayuda de quienes entienden los modelos matemáticos para ver cómo afrontar la situación».
César Antonio Molina, ex ministro de Cultura
«El pacto es fundamental, pero a la vista de lo ocurrido esta semana en el Congreso es casi imposible por los insultos e improperios de esa portavoz horrible indigna de su cargo y de sus representados. Una vez más pesa la ideología sobre la razón. Dentro de poco tiempo los ciudadanos demandarán cómo y porqué este gobierno no los amparó, cuidó y protegió. Primero se debe resolver esta tragedia sanitaria que tan mal se ha llevado. Necesitamos el acuerdo económico con la UE que ya se ha emprendido. A partir de aquí y en colaboración con las autonomías revisar las relaciones de ellas con el estado. Y cuando vuelva la normalidad, preparar quizás nuevas elecciones. Este gobierno es gafe, desde que se constituyó todo ha ido de mal en peor. Y el mayor gafe de todos ellos es Pablo Iglesias»
Julio Anguita, ex coordinador general de Izquierda Unida
«¿Hacen falta unos pactos? Sí, pero no la reedición de los pactos de La Moncloa, donde perdieron los asalariados. Fueron unos pac tos que se hicieron en unas condiciones muy especiales. Ahora nos encontramos ante el fracaso de una política neoliberal en toda la regla. Necesitamos una alianza con la gente. Yo soy partidario de un pacto con los sindicatos, con los colegios profesionales, un pacto en el que España tiene que cambiar radicalmente de política económica social. La pandemia nos ha mostrado los pies descalzos de barro de la economía de mercado liberal. El neoliberalismo, las privatizaciones de las industrias del Estado y políticas de austeridad. Ahora nos damos cuenta de que eso funciona gracias a los que trabajan en la calle. No podemos volver a las mismas políticas cuando esta crisis acabe».
José Luis Corcuera, ex ministro del Interior (PSOE)
«La forma en la que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado el acuerdo para la reconstrucción nacional es absolutamente coherente con su forma de ser, es decir, no hay casi nada de lo que diga que merezca respeto, porque es un político que tiende a construir muchas falsedades. Si de verdad quisiera un acuerdo tendría que tratar de conseguirlo con prudencia, sin alharacas, tal y como se hizo en los Pactos de La Moncloa de la Transición. Creo que Pedro Sánchez está más cómodo en la política de la confrontación, pues no hay que olvidar que se hizo político con el «no es no y qué parte del no no entiende señor Rajoy». Con una persona con sus antecedentes es bastante difícil entenderse. Si se llegara al acuerdo debemos proteger debidamente a nuestros sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y farmacéuticos. Además, todos debemos sentar las bases económicas y sociales para que haya el mínimo sufrimiento en España posible y que en el futuro vuelva a recuperarse el empleo y la economía de nuestro país, lo que no será desde luego nada fácil».
Jorge Fernández Díaz, ex ministro del Interior (PP)
«En pocas ocasiones en nuestra historia contemporánea puede estar más justificado que ahora tener un gran pacto de Estado. Se ha hablado de los pactos de La Moncloa, que sin duda posibilitaron que pudiera culminar la transición en una Constitución democrática y a continuación las primeras elecciones. La pandemia es una circunstancia tan extraordinaria que justifica la necesidad de un gran acuerdo. El problema es que el Gobierno sea capaz de impulsar, promover y gestionar estos pactos. Es evidente que requiere del gobierno y de la oposición, de la máxima amplitud del arco parlamentario y de interlocutores sociales y económicos. El que tiene la responsabilidad primera es el Gobierno por lo cual tiene que haber una transversalidad en su composición para que los convocados en el pacto se vean representados en ese gobierno. Ahí es donde veo el máximo problema porque es un gobierno en coalición, con Podemos y en minoría. Existe otra alternativa, la del compromiso de que el calendario político del Gobierno quede paralizado y se centre exclusivamente en la gestión de los acuerdos y que una vez estén formalizados, se convoquen elecciones. Que es lo que hizo Suárez. Creo que esta es la manera de gestionarlo. O también que se dé un gobierno de concentración o exclusivamente técnico mientras dure la etapa de negociación».
José Manuel García-Margallo, ex ministro de Exteriores (PP)
«Estamos en unos tiempos excepcionales, en una crisis sin precedentes. Nos encontramos con una crisis que no ha sido atajada y unas reformas que no se han hecho. Llevamos desde el año 2015 sin mover un papel a causa de gobiernos inestables y esta pandemia nos ha pillado en paños menores. Necesitamos reformas en Educación, territoriales y en la justicia. Las consecuencias de esta crisis no podemos solucionarla con más impuestos o recurriendo a una refinanciación de la deuda que tarde o temprano habrá que pagar. El problema es que llegamos a estos pactos con personajes completamente distintos, Sánchez no es Suárez. Su credibilidad es completamente distinta y para lograr un pacto, la primera condición es la confianza. En el 77 todos teníamos ganas de acertar. Sánchez está acostumbrado a una estrategia de marketing que es la de no definir su estrategia. Tenemos una política muy poco europeísta. Nos encontramos con un escenario fragmentado y creo que deben cumplirse tres reglas para hacerse posible el acuerdo: consenso, aceptar la ley y prudencia. Creo que la única vía es un gobierno de concentración nacional entre PSOE y PP, en el que se puede sumar Cs si quiere, y en el que se acoten las grandes reformas para garantizar la pervivencia en el tiempo de los grandes acuerdos. ¿Después? Convocatoria de elecciones y vuelta a la competición bipartidista. Esta es la alternativa teniendo en cuenta la ausencia de propuesta y desconfianza entre los actores. Es una solución de emergencia nacional que tendría una limitación en el tiempo».
Ramón Tamames, economista y redactor de los Pactos de La Moncloa
«Se habla de los Pactos de La Moncloa sin saber. En aquel momento vivíamos una lucha contra la inflación. Ahora no tenemos inflación sino que vamos a vivir una deflación, una caída de precios. Lo que es necesario es un presupuesto de crisis entre los años 2020 y 2021, poniendo los recursos propios disponibles y los de la UE. También necesitamos una emisión de bonos que sería un principio de mutualización. Se necesitan unos pactos, da igual el nombre. El problema al que nos enfrentamos es al de la liquidez de las empresas y a la subsistencia de los parados. A estos presupuestos o pactos deberán sumarse todos los partidos porque sino se dará una sensación de abandono ante la ciudadanía que sería espantoso».
Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona
«Más que necesario, un pacto nacional es imprescindible. Nos enfrentamos a la situación más difícil que ha podido darse desde la democracia. Sobre todo, por los efectos de las medidas económicas que ya se han tomado y por cómo pueden repercutir en la economía. Nos abocamos a un tiempo de grandes dificultades. Por ello, afrontar esta situación no debe ser solo desde una parte sino con el apoyo de la inmensa mayoría. Es absolutamente imprescindible iniciar un diálogo y llegar a acuerdos entre los partidos y los agentes sociales. Quizá así los independentistas aparquen su monotema, pues si quieren tener influencia en España e incluso en la UE, deberían apuntarse. El diálogo significa que en el punto de partida habrá posiciones distintas, y el acuerdo será cuando haya diálogo. Creo que no debe transcurrir mucho tiempo para este acuerdo y seguramente con determinados partidos será más fácil, entre PSOE, PP, Cs, PNV y los partidos más pequeños. Con otros, como con Podemos, Bildu, ERC, JxCAT, puede ser imposible o muy difícil, que es lo que se está viendo desde la moción de censura. El acuerdo llegará si los partidos dejan de lado las posiciones enconadas que hemos visto en el parlamento esta semana. Deben pensar en el futuro, no en cómo se ha gestionado la crisis sino en cómo hay que gestionar el día de después. Atisbo que puede darse desacuerdos entre los partidos de gobierno, pues si antes de la crisis, pensaba que la coalición era extremadamente débil y en algún momento se rompería, ahora lo sigo pensando. Podemos puede caer en el error que cayeron los independentistas en el 2012, cuando pensaron en aprovecharse de la crisis económica para sus objetivos últimos; la independencia. En el caso de Podemos, pueden caer en el error de querer conseguir el cambio de todo el sistema político que viene de la Constitución. Creo que no entrarán en este acuerdo general y se quedarían aislados dentro de España y de Europa».
Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional
«Es imprescindible el pacto, teniendo en cuenta que hay que salir de la crisis sanitaria y reconstruir después el país. La afectación socioeconómica va a ser brutal y se van a tener que hacer ajustes fuertes. Creo que para esta segunda fase socioeconómica que vamos a vivir la conexión con la unión europea es importantísima. En estos días nos remontamos a los Pactos de La Moncloa, pero entonces no estábamos en la UE. Debemos conectarnos con ellos. Pero no funcionará si no contamos con una cohesión interna porque Europa no regala nada, sino que lo condiciona la ayuda a políticas que deben acordarse a nivel interno. El presidente aún no ha concretado como serán los pactos, pero debemos advertir que no son pactos de La Moncloa pues el contexto y el apoyo de Europa no es el mismo. Necesitamos el trabajo de equipos técnicos sin algaradas para que realmente se llegue a pactos. Esto no es un café, una foto y se acabó. Debemos trabajar de manera cooperativa para no hundirnos».
Fernando Savater, filósofo
«Como todo el mundo cree, el pacto es necesario. Estamos ante un trauma social tremendo. Perderemos económicamente todo lo que hemos conquistado en los últimos años. El sentido común llama a unirnos, no nos podemos detener en virguerías de cuál es el estilo político que queremos en el futuro, sino que debemos pensar en cuál es el futuro. El problema no es ver qué tipo de futuro, sino en atisbarlo. Todos los líderes medianamente dotados de razón deberían darse cuenta de ello. El problema de los partidos actuales es que son drogadictos del sectarismo, y por ello es muy difícil armar una alianza. Pero el futuro lo tienen que asegurar aquellos partidos que apuestan por una determinada estabilidad del país. Hay partidos que pertenecen a eso que llaman los ingleses la banda lunática y a esos hay que tratarlos con cortesía, pero no concederles el mismo trato que a los demás. Necesitamos olvidar resquemores, ya habrá tiempo de hacer un balance de culpas. Debemos salvarnos. Nos guste o no el presidente, no le podemos borrar, pero hay que intentar canalizar sus pulsiones, no hay que exarcebar más su tendencia al disparate».
Iñaki Arteta, director de cine y guionista
«Pensar en el bien común, en que estamos afrontando una situación tan inédita y preocupante que los grandes partidos, al menos PP y PSOE deberían hacer esta reflexión. Por dónde empezar será lo más difícil pero sí tendrían que tener claro que el pacto debe ser leal y sobre todo entregado a la necesidad de los ciudadanos. Deben olvidarse de la propaganda, de los resultados electorales. Es lo que nos está pidiendo a todos el sentido común, pero vemos qué en política no funciona mucho y sobre todo menos en momentos que la izquierda se ha ido a la extrema izquierda estando en el Gobierno. Están usando propaganda y deben olvidarse de eso. Deben buscar un pacto de lealtad y al servicio de la ciudadanía. Creo que deben desprenderse de Podemos del Gobierno. El PSOE está a años luz del sentido de Estado que ha tenido. Hay que llegar a un pacto duradero, lealtad por un tiempo entre PP y PSOE y otros pequeños partidos».
Andrés Trapiello, escritor
«Sin ese pacto la recuperación será no sólo infinitamente lenta, sino menos justa para todo el mundo, porque estará diseñada únicamente por unos pocos para favorecer sus propios clientelismos y votos cautivos. Y volveremos a la autarquía y a presentar como grandes logros de la inteligencia española sustituir el motor de una batidora por un respirador, sólo porque ni tenemos dinero para comprar respiradores en el mercado internacional, ni sabemos fabricarlos. El pacto no solo parece inviable, sino que es indeseable en esos términos. Es difícil convocar un pacto nacional sin romper con aquellos que no únicamente no creen en la unidad de una nación española integradora, sino que hacen lo posible por destruirla en favor de naciones más pequeñas de naturaleza excluyente y xenófoba. Si se llega a ese acuerdo deberían empezar por buscar el bien general y la verdad. Se dice, y con razón, que, sin conocer los verdaderos datos de esta pandemia costará mucho más atajarla y acabar con ella. Sin una gestión transparente, esto será mucho más lento. La mitad del tiempo que los políticos deberían dedicar a la gestión, lo consumirán en maquillar sus pifias, en la agitación y la propaganda para convencernos de que lo que han hecho y hacen está maravillosamente bien, como en ninguna otra parte del mundo».
Nicolás Redondo, político
«Es la mayor crisis a la que la UE se ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Nos encontramos ante dos estrategias: la de la unidad y la de la división. Algunos consideran legítimamente que de estas crisis se puede salir no solo desde un punto de vista económico y social, sino con su pensamiento político e ideológico dominando el espacio público. Eso ha sucedido muchas veces en la Historia. En España estamos en esa disyuntiva. El Gobierno debe tener la iniciativa, y podemos poner en duda dónde está el PSOE y Pedro Sánchez, lo que no es que Podemos está en la estrategia de la división y de la quiebra de la sociedad. El PSOE tiene que decidir dónde se encuentra. Lo que está claro es que si hay pactos no estará Podemos en el Gobierno, y si está Podemos no habrá pactos. Si llegamos a uno tenemos que hacer una política de revitalización empresarial y una política de solidaridad con los más golpeados por esta crisis sanitaria. Todo lo demás es o buenismo o populismo».
Félix Ovejero, escritor
«No se cumplen las mismas circunstancias que cuando se dieron los Pactos de La Moncloa. Ahora se trata de hacer frente a un reto económico, sin duda importante. Pero, por desgracia, desconfío mucho de Pedro Sánchez. Por supuesto, tampoco ignoro a buena parte del soporte político fundamental del PSOE, que son aquellos que explícitamente en su programa no hablan del bien común ni de los intereses comunes de los españoles. Mal se pueden hacer acuerdos con quien se enfrenta a la oposición y sin embargo sí está dispuesto a llegar a acuerdos con quienes no buscan el interés común, como los separatistas. Para llegar a pactos se debería empezar por olvidar ciertas maneras de hacer política, por buscar una presencia de técnicos en cargos de responsabilidad; en resumidas cuentas, tomarnos en serio la Constitución. No puede ser que quien aparentemente asuma que la responsabilidad última es el Gobierno, se encuentre desprestigiando la ayuda que está ofreciendo el Ejército».
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