Coronavirus

El Gobierno rectifica y permitirá a los niños salir a dar paseos a partir del 26 de abril

Tras la polémica, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, confirma que emitirá una orden ministerial para aliviar el confinamiento de los menores de 14 años el próximo fin de semana, aunque no detalla ni “la distancia ni el tiempo máximo” de estas salidas

El «alivio» al confinamiento de los niños ha abierto una nueva vía de agua en la estrategia comunicativa del Gobierno a cuenta de la crisis del coronavirus. El Ejecutivo se ha visto obligado a rectificar en apenas cinco horas la polémica prerrogativa que permitía a los menores de 14 años acompañar a sus progenitores a hacer la compra al supermercado, a la farmacia o a entidades bancarias; pero no realizar salidas cortas y controladas a la calle. Vaciar las casas para llenar los supermercados... de niños. El principal vector de expansión del virus en lugares concurridos y con altas probabilidades de contagio. El ministro Salvador Illa compareció pasadas las 20:00 horas para explicar la rectificación. «Este es un Gobierno que escucha», señaló en alusión a la polémica generada, al tiempo que anunció que este sábado emitirá una orden ministerial para que los menores puedan salir a dar paseos a partir del domingo 26. Será en los próximos días cuando se «regule» y se «explique con todo detalle» los diferentes supuestos, tales como la «distancia» o «el tiempo máximo» de estos paseos.

Fue el propio Pedro Sánchez el que el pasado sábado atendía al clamor de familias y comunidades autónomas que le solicitaban desde hacía días permitir un ligero desahogo a los menores que llevaban más de cinco semanas confinamos. El presidente anunció que se les daría «la oportunidad de salir de sus casas para disfrutar un rato del aire libre», aunque sin detallar los condicionamientos a los que estarían «sujetos», lo que generó en las familias la expectativa de poder dar un paseo, por corto que fuera. Esta expectativa quedó ayer por momentos totalmente frustrada cuando el Ejecutivo detalló que este «alivio» del confinamiento infantil quedaría limitado a que los menores pudieran acompañar a un adulto con el que convivan en los supuestos que establece el actual estado de alarma, aprobado el pasado 14 de marzo. Esto es, que los niños podrían salir junto a su progenitor para ir al supermercado, a la farmacia o a las entidades bancarias, entre otras opciones. No se permitía, por tanto, ir al parque o dar paseos sin un destino fijo. «Serán salidas tasadas», aseguraron desde Moncloa. Un «alivio parcial» que se prevé, se pueda ampliar en el futuro con «actividades más deseadas por las familias», dijo la portavoz. Dicho y hecho.

El tsunami que causó la iniciativa obligó al Ejecutivo a dar marcha atrás. Una rectificación que si no asumían motu proprio les vendría impuesta desde el propio Congreso, donde se debe avalar la prórroga del estado de alarma, y donde existe práctica unanimidad en que los niños deberían poder salir a dar paseos cortos. Partidos como Ciudadanos, ERC o Más País ya habían presentado enmiendas para modificar el texto anunciado por el Gobierno y cuentan con mayoría suficiente para tumbarlo. Lo que hubiera supuesto un duro golpe para el Gobierno.

Ni siquiera en el seno del propio Ejecutivo existía consenso. Varios ministros se habían manifestado en contra del anuncio realizado e incluso algunos habían entrado en contradicción en declaraciones previas con otros miembros del Gabinete. La falta de lealtad de Unidas Podemos quedó de nuevo de manifiesto. Tanto desde el Congreso, el grupo parlamentario morado, como desde el Gobierno, el propio vicepresidente Pablo Iglesias, buscaron desvincularse del anuncio fallido y se apuntaron el tanto de haber forzado la rectificación. Una rectificación que vino de mano del ministro de Sanidad tras reunirse con el equipo de la Vicepresidencia social de Iglesias, pues es Salvador Illa quien está habilitado para realizar cualquier matización.

El Ejecutivo ha errado en su estrategia de «prudencia» para evitar que el alivio del confinamiento infantil supusiera de facto un desconfinamiento para los padres, permitiendo salidas que no están regladas en el decreto del estado de alarma. Hasta el sábado existe aún margen para que los condicionamientos que se impongan permitan mantener las restricciones.