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Así se fraguó el “no” de ERC: “Sánchez nos la está jugando”

El partido ve lejos la mesa soberanista y presiona para que Torra convoque elecciones antes de que pierdan más poder

El líder de ERC, Oriol Junqueras, fue condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación en la sentencia del 'procés'
El líder de ERC, Oriol Junqueras, fue condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación en la sentencia del 'procés'David ZorrakinoEuropa Press

La conversación se produjo el pasado martes, dentro de las numerosas videollamadas que el preso Oriol Junqueras tiene permitidas desde la cárcel de Lledoners. El vicepresidente de La Generalitat, Pere Aragonés, contacta con su líder para informarle de algo trascendental. La «número dos» del gobierno de la Nación y su privilegiada interlocutora, Carmen Calvo, acaba de informarle sobre el apoyo de Inés Arrimadas a la prórroga del estado de alarma. Un bofetón en toda regla para los republicanos, socios de la investidura de Pedro Sánchez, que trastoca por completo los planes iniciales del portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, para ubicarse en la abstención. Según fuentes de ERC, el enfado de Junqueras, y asimismo el de la fugitiva Marta Rovira desde Suiza, es de campeonato.El giro de Ciudadanos les descoloca, al ver mermada su influencia en Madrid como socio preferente, y mucho más al conocer también la posición favorable del PNV. El líder de Esquerra Republicana, bastante tenso y enojado, lo reconoce ante Aragonés: «Está claro que Sánchez nos la está jugando».

Altos dirigentes de ERC confirman que la secuencia de los hechos se precipita. Gabriel Rufián, a quien las críticas en el núcleo duro del partido arrecian cada vez más, comunica a la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, que mantienen la abstención al decreto del Gobierno. Ambos conservan una muy estrecha relación de amistad, que levanta ampollas en algunos sectores de ERC. «Este payaso se cree ya con criterio propio», acusan varios diputados republicanos del Parlament de Cataluña capitaneados por su portavoz, Sergi Sabriá, hombre muy cercano a Oriol Junqueras y Marta Rovira, adversario feroz de Rufián. La división es enorme, los «pesos pesados» del partido se movilizan y la desautorización de Rufián es total. Además, desde la Cámara catalana se tiene conocimiento del giro de Inés Arrimadas, que les deja fuera de juego. Ello provoca la entrevista del propio Junqueras en un medio informativo catalán desde la cárcel con una seria advertencia: «O con nosotros, o se acaba la Legislatura», sentencia el líder de Esquerra Republicana.

Por su parte, desde La Moncloa, la vicepresidenta Carmen Calvo, ya recuperada de su coronavirus, habla varias veces con Pere Aragonés. Y con mucha astucia, le hace ver que la política de alianzas del Gobierno no peligra, aunque no sin advertirle que sus trece votos en el Congreso ya no son tan definitivos ante los diez de Ciudadanos y los esenciales del PNV. Aragonés se queda a cuadros y así se lo traslada a Oriol Junqueras, quien monta en cólera. En su entorno reconocen que el líder de ERC está tenso y muy nervioso por varios motivos: su dilatación en salir de la cárcel y la creciente subida de JxCAT en las encuestas. Fuentes de ERC admiten su gran presión para que Quim Torra convoque elecciones en Cataluña cuanto antes, algo que no tiene intención de hacer. «Torra le ha cogido gustillo a esto», denuncian los republicanos ante el protagonismo del presidente de La Generalitat en la crisis. Por el momento, a la espera de su inhabilitación definitiva por el Tribunal Supremo, Torra no tiene mucha prisa en convocar los comicios.

El análisis en la cúpula de ERC es desalentador. Si Torra convoca elecciones después de la sentencia del Supremo cierra la puerta por completo a la candidatura de Pere Aragonés a sucederle, ya que no es diputado autonómico. Por el contrario, se la abre a Carles Puigdemont, que aún desde su refugio en Waterloo mantiene una capacidad electoral importante. Además, la tragedia de la pandemia ha frenado en seco cualquier atisbo de fractura dentro del PDeCAT, lo que hace que los neoconvergentes salgan en muy buena pista de salida para liderar el soberanismo. Según las últimas encuestas en poder de La Generalitat y JxCAT, Quim Torra recupera posiciones por su gestión del coronavirus frente a Madrid, a quien culpa de todo el desastre, y neutraliza a los consejeros republicanos del Govern. Frente a la exigencia de ERC, «elecciones ya», en el entorno de Torra responden así: «Se dará castaña electoral cuando toque». Más claro agua de quien manda.

Así las cosas, la relación entre los dos socios independentistas del Govern sigue siendo fatal. Desde JxCAT hay satisfacción por la evidente pérdida de poder de ERC, que paga ahora su apoyo parlamentario a Pedro Sánchez. Y censuran a todas luces su estrategia de «geometría variable», con el nuevo bandazo hacia Ciudadanos. «Sánchez nos ha metido un gol», cometan algunos dirigentes republicanos. Además, son conscientes de que cuando se salga de esta tremenda crisis sanitaria, la económica y social será de antología. «!Cómo para hablar de una Mesa soberanista!», admiten. Por ahora, su posición es seguir alejados de Pedro Sánchez y puestos en evidencia por el presidente de La Generalitat, Quim, Torra, ante el mundo independentista. Así están los dirigentes de Esquerra Republicana dentro de una nueva estrategia ordenada por Oriol Junqueras desde la cárcel de Lledoners.

Dirigentes y diputados de Esquerra Republicana reconocen que Torra, y desde su refugio en Waterloo Carles Puigdemont, les llevan ventaja. «Nos están ganando la partida», admiten estas fuentes. La tragedia del coronavirus ha dado un giro al escenario político soberanista. Por un lado, Quim Torra se siente fuerte, esgrime un discurso radical contra Madrid y lidera el independentismo. Su inhabilitación definitiva por el Tribunal Supremo condiciona y le otorga margen de maniobra para convocar las elecciones catalanas. Por el contrario, ERC aparece como un partido descabezado con su líder en prisión. En palabras de un diputado republicano: «vamos a salto de mata». Hacia su socio de Govern, JxCAT, ejercen un puro tacticismo, que de momento no les ha salido demasiado bien. Además, las presiones de ERC para convocar ya las elecciones catalanas, antes de que las encuestas les den la espalda, tienen una durísima respuesta por parte de La Generalitat y los portavoces de Quim Torra: «Mientras la gente muera nadie puede ir a votar».