Estado Islámico

La Policía desarticula una célula de “soldados invisibles” de Daesh

Preparaban atentados inmediatos contra los agentes de las Fuerzas de Seguridad

Abu Mohamed al Adnani, que fuera jefe de operaciones exteriores de Daesh y que inspiró al cabecilla de la célula desarticulada
Abu Mohamed al Adnani, que fuera jefe de operaciones exteriores de Daesh y que inspiró al cabecilla de la célula desarticuladalarazon

Se hacían llamar los “soldados invisibles” de Daesh y preparaban atentados contra miembros de las Fuerzas de Seguridad con carácter inminente. Tenían su base en un pequeño pueblo de Ciudad Real, Bolaños de Calatrava. El cabecilla de la célula era un marroquí buscado en su país por haber realizado labores de captación para la banda yihadista. La Comisaría General de Información (CGI) y la unidad de la capital manchega, en una brillante operación, han abortado los planes criminales.

En la operación han sido detenidos cuatro individuos: el cabecilla y otros tres que habían sido captados y adoctrinados por el citado jefe.

Se trata de un un ciudadano marroquí que llegó a captar y adoctrinar en su país a varios jóvenes que preparaban atentados terroristas en el reino alauí y en los Emiratos Árabes Unidos. Fueron detenidos en varios operativos llevados a cabo por la DGST (la homóloga a la CGI) marroquí.

Una vez detectado en España el citado yihadista, se procedió a una monitorización de sus movimientos durante más de un año en el marco de una operación conjunta entre los citados servicios de seguridad marroquíes y la CGI.

La investigación constató que dicho individuo era un seguidor de Abu Muhammad al Adnani, quién, hasta su fallecimiento, fue el jefe de las operaciones exteriores de Daesh, su portavoz y, además, su máximo responsable en Siria. Este individuo, en vídeos que se repiten en las redes sociales, animaba a matar a ciudadanos de los países que formaban parte de la coalición liderada por EE UU.

Durante su estancia en España, se pudo comprobar que el detenido continuó con la labor de captación desarrollada en Marruecos, tanto en redes sociales como en el plano físico; integró un grupo de acólitos a los que adoctrinaba en el credo takfirí, la corriente más radical del yihadismo.

Sus seguidores se autodefinían como los soldados invisibles de Daesh y aceptaban que debían estar entrenados físicamente y rezar de manera continuada.

El responsable celebraba reuniones de adoctrinamiento en su domicilio y llegó a acudir con sus seguidores a fiestas de localidades cercanas, donde criticaban con extrema violencia verbal las costumbres occidentales; mostraba odio hacia las personas que participaban.

Había incrementado en los últimos tiempos de manera progresiva el consumo de vídeos de martirio y de ejecución de atentados en Europa, como el perpetrado contra el semanario francés Charlie Hebdo.

Además, en las últimas semanas, había comunicado a su círculo más cercano su desesperación porque no le gustaba su estilo de vida y advertía de que tenía un plan para revertir su situación. Recientemente, de manera directa, había verbalizado su odio contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y había mostrado su deseo de atacarles mientras realizaban sus funciones.

Estas amenazas directas, recrudecidas en las últimas semanas, unidas a las instrucciones que ha dirigido Daesh a sus seguidores a través de diversas publicaciones (entre ellas el semanario Naba), precipitaron su detención y la de sus seguidores.