“Otegui, no eres el ombligo del mundo y sólo piensas en las elecciones”

La estrategia de EhBildu-Sortu, que lidera Arnaldo Otegui, de poner una “vela a dios y otra al diablo”, está topando, a pocas semanas de las elecciones autonómicas vascas, con un serio problema: la huelga de hambre que protagoniza el preso de ETA Francisco Ruiz.

Este individuo, que es uno de los exponentes de la disidencia de la política “oficalista” y “liquidacionista” de los de Otegui (eso dicen los disidentes, se ha convertido en el centro de la polémica entre unos y otros. Lo cierto es que asesinó al concejal de UPN Tomás Caballero y que por eso está en la cárcel.

Los “oficialistas”, aunque se les nota que les cuesta, se han visto obligados a “subir al carro” y escenificar un apoyo al recluso. Pero, como el escorpión, no pierden la ocasión de atacar a los contrarios. A través del colectivo de presos EPPK, afín a Sortu, han lanzado un ataque contra los disidentes a los que acusan poco menos que conducir a la muerte a Francisco Ruiz. Les ac-usan de intentar “utilizar toda esta situación para atacar a los miembros del EPPK, EH Bildu, Etxerat, Sare y Sortu, imputándoles no hacer nada por solucionar la situación de Patxi y más aún, echándoles la culpa de la situación general. Y ha tratado de servirse de la buena voluntad de mucha gente que se preocupa sinceramente por la situación de los presos”.

Los disidentes no han tardado 24 horas en contestar y lo primero que le dicen a los que kles critican, entre ellos Sortu (Otegui), a los que citan primero, es que “no son el ombligo del mundo”. “Si hemos mencionado a EH Bildu y a Sortu, ha sido siempre para responder a las acusaciones lanzadas por ellos contra nosotros y acusarnos de estar empujando a Patxi Ruiz a la muerte. Ante declaraciones tan mezquinas como esas nuestra posición siempre será de firmeza. No aceptaremos ataques de ese estilo en la dura situación que estamos viviendo, y menos de parte de quienes no piensan más que en la elecciones”.

Otegui, en sus conversaciones con el Gobierno, en las que pide beneficios para los presos etarras, siempre se ha presentado como interlocutor de todos klos reclusos. Lo que no es dierto, como ha quedado demostrado. Le obedecen la mayoría, pero también hay disidentes, más de los que se creía en principio. En este caso, la cera de la vela que ha puesto al diablo le puede quemar las manos.