ETA
El preso etarra en huelga de hambre se explica: Volví a comer, no fuera morirme
Francisco Ruíz, el asesino de Tomás Caballero, admite que no ha logrado sus objetivos
Al final, la sinceridad. El preso etarra Francisco Ruíz, asesino del concejal de UPN Tomás Caballero, dejó la huelga de hambre porque nunca tuvo intención de llevarla a término; y para que no se produjera un fatal desenlace, según escribe.
En una carta publicada en webs antisistema, el terrorista señala que “comprendí que, de seguir en la lucha, un agravamiento o fatal desenlace en lo relativo a mi estado de salud podría generar una situación que nunca pretendí ni deseé. Con sabor amargo por no haber conseguido los objetivos marcados en la anterior comunicación, y aunque a día de hoy aún no sepa si ha sido la decisión más acertada, ahora mismo doy un mayor valor a volver a reencontrarnos en la calle, organizados, que a las consecuencias ante un fatal desenlace”. En una palabra, que prefiere seguir vivo que a inmolarse por una causa, por muy asumida que la tenga.
“Me habéis hecho pensar, y creer, que ahora sois vosotros quienes recogéis con vuestro compromiso individual y militante, el testigo de la lucha emprendida semanas atrás. Que seguiréis saliendo a la calle hasta conseguir la liberación del conjunto de presos politicos, sin distinción en cuanto a nuestros diferentes modelos de militancia política. No es aceptable la paz de los cementerios, ni la pax-romana que opresores ofrecen y reformistas aceptan”, subraya.
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