Pedro Sánchez
María Llapart y Enrique Monrosi: «A Sánchez le encantaría que Iglesias no fuese imprescindible para él, pero lo es»
Desvelan en «La coalición frente a la pandemia» detalles inéditos de la negociación y de la gestión del coronavirus desde el Gobierno
A pesar de las jornadas infinitas que María Llapart y José Enrique Monrosi han vivido en el último año para informar al instante de las negociaciones que se producían para la formación de la coalición, aún les ha quedado tiempo –y ganas- de revivirlo a través de entrevistas con sus protagonistas y después, plasmarlo en un libro. El éxito de «La coalición frente a la pandemia» (Península) se basa en la rigurosidad de los hechos, en el contraste de información. «Hemos hecho un gran ejercicio periodístico», se congratulan sus autores, periodistas ambos en La Sexta.
-Después de jornadas infinitas para informar sobre el nacimiento de la coalición, ¿Cómo os quedan fuerzas para revivirlo y escribirlo?
-María Llapart: Me encontré con un político en el patio del Congreso que había formado parte de las negociaciones para formar Gobierno y le dije que teníamos que tomar un café para que me contara el proces y me contestó: “Uy, un café, esto da para un libro”. Se quedó ahí la cosa. Se lo comenté a Monrosi y al poco me lo propuso. Me lo pensé y nos pusimos a ello. La actualidad nos arrolla cada día y no te da tiempo a profundizar en las conversaciones con las fuentes. El libro nos ha permitido hacer un gran ejercicio periodístico. Hemos hecho muchas entrevistas y hemos generado un ambiente de confianza con los políticos que hace que nos hayan contado cosas muy interesantes. Solo teníamos un objetivo y era el de saber la verdad
-Monrosi: Decidimos sacar un tiempo para hablar con gente tranquilamente sobre lo que llevábamos meses informando. Pararnos sin prisa y hablar con los protagonistas para contar cómo había ocurrido todo.
– ¿Cuál ha sido la clave del funcionamiento del Gobierno de coalición?
–José Enrique Monrosi: En la relación de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, sustentada en la necesidad y el convencimiento que tienen los dos en que no tienen alternativa posible ni para la gobernanza del país ni para sus carreras políticas. A Sánchez le encantaría gobernar en solitario y elegir con quien pactar, pero eso dejó de ser una opción. Todas las tensiones dentro del Gobierno se desactivan entre ambos. Y su relación se basa en la inteligencia política de ambos y la conciencia de que fuera del gobierno Podemos no es nada y Sánchez no puede gobernar ahora mismo sin Iglesias. A Sánchez le encantaría que Iglesias no fuese imprescindible para él, pero lo es.
–María Llapart: Los dos han hecho de la necesidad virtud. Sánchez se dio cuenta de que no tenía otra alternativa. Si quiere seguir en La Moncloa, ahora mismo es lo que hay. Romper un gobierno es muy fácil, en el momento que uno de los dos decida que por estrategia política no le conviene seguir pues rompen la coalición y ya, pero será muy interesante ver como visten la ruptura.
–¿Será una legislatura larga?
–Llapart: Lo que nos cuentan es que su intención es aguantar y no dar motivos para pensar que este país es ingobernable con la izquierda, sino al revés dar motivos para que cuando haya que volver a las urnas la gente piense que la coalición ha sido fructífera. Esa es su intención, veremos si hay otros factores que se lo impiden. La pandemia ha destrozado todos sus planes.
–¿A Sánchez e Iglesias les ha unido la pandemia?
–Llapart: Yo creo que no les ha unido, sino que no les ha dividido. No les ha distanciado más de lo que estaban o no estaban. Ellos desde el principio entendieron que lo mejor era resolver las cosas entre ellos.
–«Se han olvidado hasta de pelearse», contáis en el libro.
–Monrosi: Hubo unos meses en los que cada uno asumió su rol. Después sí que es verdad que Iglesias le pidió más cancha a Sánchez porque pensaba que Podemos se había quedado fuera de la gestión de la pandemia y era cierto. Creo que la relación personal entre Pedro y Pablo nunca ha sido mala, ni tampoco buena. A día de hoy creo que funcionan bien como relación política, pero en lo personal creo que ni son más amigos, ni más enemigos que antes. No son amigos, me consta. Se llevan bien eso sí.
–Vemos a un vicepresidente que cada vez marca más perfil propio. ¿Seguirá siendo así?
–Llapart: En Podemos se dieron cuenta pronto de que el tragarse sapos no era el camino (CIS, Dolores Delgado). Son dos partidos y debían instalarlo en el imaginario colectivo. Este país se tenía que acostumbrar a que en el gobierno de coalición son dos y se discute. El PSOE ya lo ha asumido, incluso. La gente se acostumbra incluso a que en un Gobierno se peleen. Creo que les viene bien, de cara a que cuando vayamos a las urnas, para que la gente no se confunda, que sepan qué es el PSOE, el que defiende al Rey porque hay una parte de votantes de izquierdas que es monárquico, que quiere estabilidad y le gustan las instituciones y el PSOE eso quiere dejarlo claro . Y Podemos tiene muy claro que ellos quieren que su votante sepa que ellos son republicanos.
–Monrosi: Iglesias vive obsesionado con una cuadratura del círculo que no se si le va a salir. Que es por una parte ser imprescindible para la gobernanza e intentar rentabilizar lo que pueda del ejercicio del Gobierno, pero al mismo tiempo seguir mostrándose como el partido contestatario que sigue capitalizando el descontento de la gente que no está contenta con el Gobierno. Si acaba siendo algo indistinguible del PSOE, Podemos deja de tener sentido. Hay muchos ejemplos de eso en IU. Iglesias vive obsesionado con ello.
–¿Y el ministro revelador...?
–Monrosi. Para mí son sin duda, y a pesar de los errores de gestión que hayan podido tener, Salvador Illa y Yolanda Diaz. Creo que a Sánchez no le pudo salir mejor, ni queriendo, la elección de Illa. Ha sido un acierto a nivel comunicativo, por su templanza..., a pesar de los errores. Y Díaz, su ministerio es la única competencia grande que tiene Unida Podemos, se ha revelado como la figura más potente.
–¿Illa volvería a ser ministro?
–Llapart: Es un hombre muy leal. Creo que si el presidente le llama, él dice «lo que me digas». Ha crecido políticamente. Se ha sentido, además, muy arropado por todos los miembros de la coalición.
–Monrosi: Se merece un puesto en el Senado, o en Europa, o un ministerio más tranquilo, aunque Sánchez le prometió que Sanidad iba a ser tranquilo y mira. No sé si volvería a ser ministro porque en lo personal lo ha pasado muy mal.
–El papel de Adriana Lastra en las negociaciones fue fundamental. ¿Creéis que va a tener que seguir batallando?
–Monrosi. El Gobierno está en el Congreso. La legislatura es complicadísima porque cada paso el Gobierno tiene que negociarlo con ocho o nueve grupos parlamentarios. El ejemplo, las negociaciones para prorrogar el estado de alarma. De Lastra nos hablan como la otra ministra, la ministra del Congreso.
–Llapart: Así es, la ministra en la sombra. Puedes tener muchos planes en Moncloa pero como aquí no se materialicen no se legisla. Lastra tiene una labor muy importante, tiene una radiografía mental de todos los grupos. De momento aquí solo se ha perdido un decreto y es el de María Jesús Montero de los Ayuntamientos. Ella no quiere perder ni una sola votación. Su labor es sacar adelante la legislatura.
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