Juicio 17-A

La Fiscalía destaca que el imán de Ripoll tenía “fijación con la historia de Al Andalus”

En su informe final ratifica que era el “líder” de la célula y que transmitió “el ideario terrible del Estado Islámico” a sus integrantes

Los tres acusados -Mohamed Houli Chemial, Driss Oukabir y Said Ben Iazza, durante una sesión del juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils
Los tres acusados -Mohamed Houli Chemial, Driss Oukabir y Said Ben Iazza, durante una sesión del juicio por los atentados de Barcelona y CambrilsFERNANDO VILLARAgencia EFE

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha expuesto en su informe final las pruebas existentes para condenar a los tres acusados en el juicio por los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) en los que murieron 16 personas y 140 resultaron heridas en agosto de 2017. Pero insiste en que a ninguno de ellos se les puede acusar de esos ataques, aunque considera “meridianamente claro” que Mohamed Houli Chemial y Driss Oukabir (al tercero, Said Ben Iazza, únicamente le considera un “consciente colaborador” de la célula) sí integraban una célula terrorista en la que sus integrantes actuaban de una manera “coordinada” para llevar a cabo un atentado de gran entidad que se frustró por la explosión de Alcanar y con la muerte del “líder y mentor”, el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty.

Una célula, ha explicado el fiscal Miguel ángel Carballo, que estaba “incardinada dentro la nebulosa de células yihadistas que se esparcen por el mundo, desconectadas entre sí, pero que responden a los dictámenes y llamadas e los líderes del Daesh”.

“Ha quedado medianamente acreditado”, ha mantenido el fiscal Miguel Ángel Carballo, que ninguno de ellos tuvo “ninguna participación en estos hechos” ni estaban “en condiciones de actuar” en la fecha de los atentados. Y aunque ha asumido que las víctimas de esos ataque podrán sentirse frustradas por el resultado de este proceso, ha recalcado que “en realidad éste es el juicio hasta la explosión de Alcanar” y no por los atentados de Las Ramblas y Cambrils.

“Lo que no se puede -ha hecho hincapié el teniente fiscal de la Audiencia Nacional- es imputar a los integrantes de una célula terrorista los atentados que cometa ésta por un suerte de comisión por omisión”. No obstante, para la Fiscalía la implicación de Houli en la célula es “claramente flagrante”, ha subrayado Carballo, para quien también ha quedado acreditado la pertenencia de Oukabir a ese grupo terrorista, aunque finalmente “se echó para atrás” en los planes para atentar con explosivos, aunque”conocía lo que sucedía en Alcanar”. “Podemos admitir que sería el miembro más díscolo de la célula, pero aun así perteneciente a ella”, ha defendido respecto a Oukabir (quien ante el tribunal incidió en que no es religioso y explicó sus adicciones y su afición a “salir de fiesta”) . La Fiscalía imputa a ambos delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos y conspiración para cometer un delito de estragos terrorista.

Antes, la fiscal Ana Noé ha situado el “detonante” de esos ataques terroristas dos años antes, en 2015, con la llegada a Ripoll de Es Satty, fallecido en la explosión de Alcanar el 16 de agosto de ese año.

La representante del Ministerio Público ha asegurado que Es Satty era “el líder” de la célula que cometió los atentados y “la persona que transmitió el ideario terrible del Estado Islámico a los jóvenes de Ripoll” que terminarían integrando ese grupo terrorista. Como aseguró uno de los testigos, ha recordado Noé, “lo seguían porque era el imán”. El imán, ha subrayado además, tenía una “fijación” con “la historia del Al Andalus”.

De ahí que una vez en el municipio tarraconense, el imán desarrolló “una labor de acercamiento a estos jóvenes con la idea de llevar a cabo su plan”, conformando poco a poco la célula terrorista.

Respecto al principal acusado, Mohamed Houli Chemial (para quien pide una condena de 41 años de prisión, aunque no por los asesinatos terroristas, que no imputa a ninguno de los tres procesados), la Fiscalía rechaza que sus declaraciones permitieran avanzar en la investigación.

Noé ha sido clara al respecto: “No puede hablarse de que hubiese colaborado o prestado una ayuda fundamental para la investigación” dada la “vaguedad” de su testimonio, ha recalcado después de recordar, por ejemplo, que horas antes del atentado de Las Ramblas, en su primera declaración policial, el único superviviente de la explosión de Alcanar “no estaba detenido” y “se supone que podía haber dado algún tipo de información”. Pero, sin embargo, “no dio ningún tipo de dato para identificar al resto de los ocupantes de la casa de Alcanar”. Su defensa, sin embargo, pretende que se le aplique la atenuante de confesión y colaboración con la Justicia porque sí considera relevante su testimonio para el esclarecimiento de lo sucedido.

Durante su intervención, la fiscal ha recordado que catorce personas murieron en Las Ramblas ese 17 de agosto de 2017 “por la conducta asesina de Younnes Abouyaaqoub” (que sería abatido cuatro días después por los Mossos en un camino rural del término municipal de Subirats). Asimismo, ha calificado de “abrumadora” la prueba para atribuir al terrorista la muerte de un hombre durante su huida para arrebatarle su vehículo.

Asimismo, en relación a la vivienda de Alcanar donde la célula llegó a acumular entre 200 y 500 kilogramos de explosivos -que estallaron durante su manipulación causando la muerte del imán de Ripoll y de otro terrorista, Youssef Aalla-, la fiscal ha dicho que ha quedado igualmente probado que en ese vivienda había 104 bombonas de butano “para agrandar la explosión” del atentado que planeaban (con la Sagrada Familia como uno de los posibles objetivos).