Juicio "caja B" del PP
El arquitecto que reformó Génova 13: “Bárcenas era intocable, era como Dios”
Gonzalo Urquijo, dueño de Unifica, niega que acordara cobrar parte de la reforma en dinero negro y dice que solo se reunió “dos o tres veces” con el ex tesorero porque era “muy poco accesible”
El arquitecto Gonzalo Urquijo, uno de los socios de Unifica, la empresa que se encargó de la reforma de la sede del PP en la madrileña calle Génova, ha negado que acordara con los ex tesoreros del PP Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas cobrar parte de los emolumentos en dinero negro. “Yo esa reunión no la he tenido nunca y a mí nunca se me ha ofrecido eso”, ha defendido.
En su declaración ante el tribunal de la “caja B” del PP, Urquijo -para quien la Fiscalía pide una condena de tres años y 10 meses de cárcel por falsedad documental y delito fiscal- ha afirmado que al ya fallecido Lapuerta, “un señor muy mayor”, solo lo vio una vez y que con Bárcenas apenas se vio “dos o tres veces” porque era una persona “muy poco accesible”.
El dueño de Unifica -que se sienta en el banquillo junto a su socia Belén García por esos supuestos pagos en “B”- ha presentado a Bárcenas como alguien de muy complicado acceso. “Bárcenas era alguien intocable, era como Dios. Nadie trataba con él, nadie tenía acceso a él, todo el mundo le teníamos un respeto”, ha explicado.
“No le voy a decir -ha asegurado al fiscal de Anticorrupción Antonio Romeral- que nos apartábamos en los ascensores, pero casi. Era una persona muy poco accesible. Creo que solo tengo un email con él”.
La Fiscalía mantiene en su escrito de acusación que las obras de reforma de la sede del PP en Madrid -que Pablo Casado pretende desalojar para cortar amarras con la antigua cúpula- se habría pagado en parte con dinero negro procedente de esa “caja B”: 664.000 euros en 2006 y otros 888.000 dos años después.
Bárcenas declaró que fueron él y Lapuerta quienes propusieron precisamente a Urquijo realizar parte del pago con ese dinero opaco y que éste les respondió antes de acceder a esa propuesta que tenía que consultarlo con su socia. Anticorrupción sostiene que de esa forma se consiguió, por un lado, “dar salida a dichos fondos” y, por otra, obtener “un descuento del 8 al 10%” de ahorro fiscal al no declarar esos abonos a Hacienda, falsificando supuestamente certificados de obra, facturas y proyectos, incurriendo en un delito de falsedad documental.
“A veces me pagaban con un cheque sin fondos”
“Nunca tenían dinero -se ha quejado el dueño de Unifica-. Costaba mucho cobrar. Nos tenían a todos los proveedores...”. Y ha explicado que la mitad de las facturas tenían que anularse porque inicialmente les trasladaba una “factura de anticipo” que en muchas ocasiones no atendían, remitiéndose a la factura de certificación final.
“Yo no soy un banco”, ha dicho contrariado en relación a la dificultad para cobrar esos anticipos para poder pagar a los proveedores, algo que le obligó, a su pesar, a “financiar” esos trabajos.
“Hasta el año 2009 me pagaban siempre con cheque -ha asegurado Urquijo- y normalmente teníamos que entregar un recibí. Es la primera vez que me ha pasado”. Pero según ha dicho -en relación a unos recibís firmados por él por los que le ha preguntado el fiscal Romeral- “había veces que me pagaban con un cheque y no tenían fondos y tenía que devolverlo para que no me lo cargaran a mí”.
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