Terrorismo

Invocación del Estado Islámico ante El Ramadán: “Oh Dios, ayúdanos a acabar con los cristianos”

Los yihadistas piden a sus combatientes y “lobos solitarios” que intensifiquen sus ataques

Daesh suele incluir en sus publicaciones imágenes en las que hace ver que terminarán conquistando el mundo
Daesh suele incluir en sus publicaciones imágenes en las que hace ver que terminarán conquistando el mundolarazon

“Oh Dios, ayúdanos a acabar con los cruzados (cristianos)”. La frase corresponde a la invocación que el Estado Islámico (Isis, Daesh) ha publicado para El Ramadán, mes sagrado de los musulmanes, período en el que los yihadistas hacen un llamamiento para intensificar sus ataques; este año comienza el próximo 13 y finaliza el 12 de mayo.

Se trata de un período de oración y de purificación, pero que los terroristas consideran el apropiado para cometer atentados siguiendo, según sus interpretaciones, una especie de mandato divino para atacar a los infieles y enemigos en general.

En la invocación publicada en sus redes, le piden a Alá que les refuerce en su “obediencia y les haga firmes”.“Oh Dios, no tememos más que a ti y no buscamos nada más que tu perdón y tu aprobación. Sólo para ti buscamos ayuda. Oh Dios, concédenos la victoria sobre América y sus aliados los judíos, los cruzados, los ateos, las facciones apóstatas, sus aliados y tus enemigos, todos. No hay más dios que Tú, gloria para ti”, subrayan.

Expertos antiterroristas recuerdan que, desde su aparición, en 2014, especialmente ese año, el Estado Islámico ha intensificado sus atentados durante El Ramadán y todo hace pensar que intente hacer lo propio.

En 2020, tal y como publicó LA RAZÓN, Daesh aprovechó el mes sagrado para anunciar su resurgimiento con todo esplendor. “Durante el Ramadán han vuelto los rechazos y despertares con horror que recuerdan las benditas conquistas de 2014”, escribían. Los yihadistas estaban dolidos por la pérdida de sus últimos bastiones en Siria y proclamaban el “éxito” de su nueva estrategia de “golpes de mano”, cuyo último capítulo, por ahora, fue la toma de la ciudad mozambiqueña de Palma y la paralización de sus instalaciones gasísticas.

En la misma línea que este año, le pedían a Alá que les ayudara a “apoyar el Islam y a liberar a los musulmanes de Occidente y Oriente”.

Asimismo, en su semanario Al Naba, en el número 234, señalaban que “la yihad es la obligación de todo musulmán. Hay algunos que se interesan por la revelación, pero se duermen pese a Dios Todopoderoso les ha exigido que combatan”.

Recordaban que lo mejor está en el otro mundo, en el paraíso, pero que para llegar allí hay que practicar en vida la yihad. “El camino de Alá es lo mejor para ustedes. En los versos y hadices está la necesidad de la yihad y las virtudes que conlleva. Y la felicidad de la jurisprudencia de Dios Todopoderoso”.

La línea de actuación de la banda terrorista es la de hacer creer a sus seguidores que deben cometer atentados porque se lo ordena Dios y que, si emprenden acciones suicidas, serán los primeros en alcanzar el paraíso. Son mensajes dirigidos a todos los combatientes, pero, de manera especial para los actores, lobos, solitarios que se encuentran en occidente.

A estos individuos, a los que también afectan las medidas restrictivas como consecuencia de la pandemia de coronavirus, se les trata de convencer que los problemas económicos que sufren son culpa de los infieles, cuyo objetivo es acabar con el islam.