El análisis

Bal frena el deterioro

El «efecto Bal» ha detenido el deterioro de los naranjas, pero su partido está a tan solo dos décimas del precipicio que lo dejaría fuera de la Asamblea de Madrid

El candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, tras participar este domingo en la X carrera popular de Hortaleza. EFE/Javier López
El candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, tras participar este domingo en la X carrera popular de Hortaleza. EFE/Javier LópezJavier LopezEFE

El proceso de concentración del voto del centroderecha en la candidatura de Ayuso es un hecho incontestable. En las dos últimas semanas se ha acelerado. El PP recibe ahora el 59,8% de los votantes de Ciudadanos y el 30,9% de los electores de Vox. Hace quince días Ciudadanos transfería el 57,5% de sus votantes y Vox el 26,5%.

Este proceso tiene mucho recorrido por delante, y permite albergar esperanzas a los populares que aún pueden arañar más votantes de Ciudadanos y Vox, que junto a los nuevos votantes constituyen los tres principales proveedores externos de votos del PP. Estas tres fuentes de ingresos de votos suman 600.000. Del resto de partidos recibe otros 102.000 y finalmente cuenta con 670.000 fieles votantes de 2019, dispuestos a votarle de nuevo. Entre todos suman el 1.372.000 de votos que hoy recibiría el PP. Lo que supone 652.000 votantes más que en 2019. Los populares están a solo 68.000 votos de duplicar su número de votantes de las anteriores elecciones autonómicas de 2019. Lo que situaría al PP en el 43,8% de los votos, a las puertas de la mayoría absoluta en solitario.

La estructura del electorado de los dos grandes competidores del PP en el centroderecha se resquebraja: Ciudadanos solo es capaz de retener a un exiguo 19,4% de sus votantes. Además de la gigantesca transferencia de votantes naranjas al PP (59,8%), el partido de Bal pierde otro 13,0% de sus votantes que marchan a la abstención. Otro 4,4% elige al PSOE y el 3,3% a Vox.

El partido de Monasterio comienza a presentar datos preocupantes, puesto que el porcentaje de votantes que repetirían su voto a Vox viene descendiendo sondeo tras sondeo. Al finalizar marzo conservaba el 66,1% de sus electores. Dos semanas después cuenta con la fidelidad del 63,2% de sus votantes. Como decíamos más arriba, el voto que marcha al PP (30,9%) es la principal causa de su descenso. Pasa del 8.9% de 2019 al 7,9% y en cuanto a escaños baja de 12 a 10.

Estos ajustes en el seno del bloque de las derechas van dibujando un nuevo escenario, en el que el PP sube y Vox baja. Mientras que Cs se estanca, el «efecto Bal» ha detenido el deterioro, pero su partido está a tan solo dos décimas del precipicio que lo dejaría fuera de la Asamblea de Madrid.

Entre las izquierdas, aunque con respecto a 2019 PSOE y Más Madrid (MM) han ido bajando desde el 10 de marzo, y Unidas Podemos (UP) había mejorado desde el anuncio de Iglesias de liderar la candidatura autonómica, constatamos cambios en las últimas semanas, bajadas de PSOE y de UP y repunte de Más Madrid. El voto útil de las izquierdas prefiere MM antes que el buque insignia capitaneado por Gabilondo. Todo el esfuerzo y sacrificio implementado por UP no está obteniendo el rédito político que se buscaba. De hecho la lealtad de sus votantes de 2019 ha pasado del 80,1% de hace dos semanas al 79,6% en estos momentos. El porcentaje de votantes morados que ahora optan por la abstención crece, en estos mismo días, del 2,8% al 6,1%. El efecto «Iglesias» no ha detenido la caída de las expectativas electorales de UP.

En cuanto al PSOE sigue rebajando el porcentaje de votantes que repetirían su voto a Gabilondo, pasando en dos semanas del 75,6% al 73,5%. Se da la circunstancia entre los votantes socialistas, que el 11,7% de sus votos van a ir a partidos del centroderecha. Fenómeno que no se registra entre las otras dos formaciones de izquierdas, ni en MM ni tampoco en UP. Lo que debe ser interpretado por la salida de buena parte del voto centrista que aún conservaba el PSOE. También pasan factura a los socialistas el trasvase de votantes hacia MM y UP, que representan la salida del 7,3% del electorado del Partido Socialista, así como la opción de la abstención elegida por otro 7,4% de los votantes del PSOE.

Si bien está clara la tendencia del intercambio de votos en el bloque del centroderecha, entre las izquierdas solo está mejorando la candidatura de Más Madrid, que aún está a 4,4 puntos de su resultado de 2019 y la fuerza que más había crecido en esta pre-campaña, UP, está cayendo. Mientras que el PSOE no detiene su descenso.