Congreso
El PSOE une sus votos a Bildu para tumbar una iniciativa contra los homenajes a etarras
Socialistas y Podemos se aferran a que la ley impide prohibir estos actos, en plena negociación presupuestaria con los abertzales
Por segunda vez en una semana, el PSOE ha unido sus votos a los de EH Bildu para tumbar las medidas que UPN, en el Senado, y Ciudadanos, en el Congreso, han presentado como reproche a los homenajes a etarras que se producen en el País Vasco y Navarra. Como telón de fondo de esta actitud se ubica la negociación presupuestaria que el Gobierno mantiene con los abertzales y el resto de partidos que componen la mayoría de la investidura. Aunque durante el debate que se produjo el pasado martes en el Congreso de los Diputados, los socialistas mostraron su absoluto rechazo a estos «ongi etorri» –como se conocen coloquialmente estos actos–, llegando a asegurar que «van a acabar con estos fenómenos que nos repugnan», el PSOE se ha alineado hoy con Bildu y los nacionalistas porque «las formas sí importan». En su opinión, «hay que cumplir la ley» y se pidió a Ciudadanos que contribuyan a relajar el clima y no utilicen esta cuestión con intención partidista.
Como resultado, la iniciativa se ha tumbado hoy en una votación con 193 votos en contra, 154 a favor y tres abstenciones. Tuvo el respaldo tanto del PP como de Vox, pero el reproche del PSOE y Unidas Podemos, que acusan a los de Inés Arrimadas de usar a las víctimas de la banda terrorista «para arrancar más titulares y votos». En concreto, el diputado naranja Miguel Gutiérrez criticó al Gobierno en su defensa de la iniciativa, acusándole de ser «cómplice» con su «silencio» de este tipo de homenajes que, a su juicio, suponen una «humillación» a las víctimas, pero, sobre todo, una «vergüenza».
Una crítica a la que se sumaron en masa PP, Vox, UPN y Foro Asturias que cargaron contra el Ejecutivo de Sánchez por no prohibir este tipo de «akelarres» y pusieron de relieve que, mientras condena los homenajes, se siente en la mesa a negociar con quienes los organizan, en alusión a Bildu. La semana pasada, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se reunió con los portavoces abertzales en el Congreso en su ronda de contactos para engrasar el acuerdo presupuestario. Es la primera vez que un miembro del Gobierno se sienta de igual a igual con el partido abertzale.
El Ejecutivo se escuda en que no tiene instrumentos legales para evitar estos actos y que no se puede ir contra «los derechos fundamentales». Se acusa a la derecha de intentar «patrimonializar» a las víctimas de ETA cuando hay víctimas de esta organización terrorista en todos los partidos políticos y recuerdan que todos «hemos hecho frente a ETA». De hecho, en Moncloa sacan pecho de que, desde que Sánchez gobierna, el número de homenajes se ha reducido «sustancialmente», porque se enfocan en «educar y trasladar» que «no es admisible en una sociedad democrática actos de esa naturaleza». Desde el Ministerio del Interior se está trabajando en la reforma del reconocimiento y protección integral de las víctimas del terrorismo para introducir sanciones administrativas. Pero mientras esta vía legislativa ve la luz, los socialistas no tienen reparos en alinearse con los abertzales.
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