Iñaki Zaragüeta

Sánchez no puede con el débil

No puede cesar a Garzón y ha de aguantar la descalificación de Díaz

Ganaderos protestan a la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en Palencia
Ganaderos protestan a la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en PalenciaNacho GallegoAgencia EFE

Pedro Sánchez está dinamitando la vieja teoría de que en un Gobierno de coalición el grande se come al débil. Sucede, en su caso, por la falta de autoridad y, sobre todo, por el efecto que provoca. Solo los interesados pueden entender que hoy el presidente no solo no pueda destituir al ministro después de poner la agricultura Española a los pies de los caballos internacionalmente, sino que ha de soportar la advertencia de la vicepresidenta, Yolanda Díaz cuando le conmina diciéndole “pediría que cuidemos la coalición y seamos cuidadosos con nuestras palabras”, una frase que suena a descalificación.

Por si esto no fuera suficiente, comprobamos cómo a la vez que el PSOE va debilitándose en las encuestas, los socios que le apoyan se fortalecen en sus feudos, como demuestran los nacionalistas de Esquerra Republicana y los proetarras de Bildu.

Lo cierto es que esa falta de autoridad en el conductor de la nave nacional, genera desconfianza en sus votantes. De ahí que las consultas demoscópicas anuncien el éxodo de seguidores a otros partidos y, especialmente, a la abstención.

No sé si Pedro Sánchez está creando escuela con su actitud porque al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, le sucede algo parecido cuando en su Gobierno de coalición con Compromís no puede cesar a su vicepresidenta, Mónica Oltra, después de la sentencia que acusaba a la Conselleria que dirige de mirar hacia otra parte en el caso de su exmarido y la condena por abusos a una menor en una residencia de tutela pública.

Alguien podrá contradecirme ayudándose de lo ocurrido en Alemania, donde el Partido Socialdemócrata se ha impuesto al CDU después de haber estado como débil en el Gobierno. El análisis no es comparable porque no se presentó Ángela Merkel, porque la coalición gobernó varias legislaturas y porque el candidato socialdemócrata se parecía más a Merkel que el de su propio partido. Así es la vida.