Reunión

Sánchez solo dedicó 10 minutos a la economía en su entrevista con Feijóo

Sánchez estrena cita con el líder del PP y se limita a reanudar las conversaciones con una sola prioridad: renovar el Poder Judicial

Sánchez y Feijóo, ayer se saludan antes de la reunión en Moncloa
Sánchez y Feijóo, ayer se saludan antes de la reunión en MoncloaAlberto R. RoldánLa Razón

Una conversación cordial, en la que las dos partes confirmaron su voluntad de diálogo, sin más. Porque margen de acuerdo no se constató, ayer enla larga reunión en Moncloa que mantuvieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

La nueva etapa que abre el cambio de liderazgo en el PP se traduce en que se recuperan los cauces obligados de diálogo entre Gobierno y principal partido de la oposición, con independencia de que las posiciones sigan siendo bastante irreconciliables.

Feijóo quiso significar el inicio de una nueva etapa, y la coherencia con su manera de entender la política, no otras formas, y resaltando, sobre todo, su disposición a dejar la puerta abierta a negociar. Incluso sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), aunque para Feijóo no sea la prioridad, ni crea que deba priorizarse en la negociación si no hay entendimiento en otras materias.

Sánchez abrió la reunión con la política exterior. El presidente empezó con un informe de política exterior y con el reconocimiento de que se equivocó al no informar a los grupos del cambio en política internacional con Marruecos respecto al Sáhara.

Lo más llamativo de la reunión de ambos líderes es que la parte de política fiscal duro unos 10 minutos, al final del encuentro y porque la puso Feijóo encima de la mesa. Porque el presidente del Gobierno la obvió. A la propuesta del líder de la oposición de rebajas fiscales su respuesta fue que no eran posibles. Sánchez tampoco pidió al jefe de la oposición su apoyo para el tema económico.

Su principal interés estaba en la renovación pendiente del Poder Judicial, que sí puso encima de la mesa a mitad de la reunión, convirtiendo este tema en una cuestión nuclear del encuentro. El CGPJ lleva tres años bloqueado por la falta de acuerdo entre Gobierno y PP, imprescindible para que pueda cumplirse con el mandato constitucional.

En el tema que Feijóo señala como su prioridad, la economía, Sánchez dejó claro que no tiene intención de revisar sus decisiones ni tampoco reclamó esfuerzos para la negociación. En el asunto que más urge a Sánchez, los nombramientos judiciales, Feijóo dejó la puerta abierta a seguir conversando.

El líder de la oposición conoció la agenda de la reunión por la información filtrada justo ayer por Moncloa al diario «El País», detallada también por una entrevista del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Sin embargo, fuentes de la dirección popular indicaron que pese a la falta de lealtad institucional, Feijóo no iba a entrar en la trampa ni a renunciar en su responsabilidad de seguir trabajando por las políticas de Estado.

A futuro, la conclusión de la reunión de ayer es que Gobierno y PP retoman negociaciones, con mucho escepticismo sobre la posibilidad de que cuajen en pactos concretos. La economía, además, será el gran caballo de batalla de esta legislatura, y a Feijóo le puede penalizar sellar acuerdos poco fundados en un contexto en el que el electorado de la derecha está movilizado para echar a Sánchez de La Moncloa.

Nuevo tiempo

Con el trámite de la reunión ya cumplimentado las dos partes abonaron, a través de los mensajes que difundieron, el escepticismo sobre la posibilidad de que éste sea el inicio de un nuevo tiempo en la relación. Sánchez apuesta por mantener la coalición y su mayoría de investidura, sin interferencias del principal partido de la oposición que difuminen el miedo que agita por la alianza dentro de la derecha. Y Feijóo tampoco puede renunciar a la que es su principal baza electoral, exhibir una alternativa económica que contraste con una política de la izquierda sometida a un escenario complicado y al que aprieta la amenaza de la conflictividad social. Si realmente hubiera voluntad de acuerdo, lo primero que habría hecho Moncloa es negociar discretamente una agenda de la entrevista, y pactar también la puesta en escena de los acuerdos y los desacuerdos. A Feijóo le queda mantener su talante, y Sánchez sigue priorizando los votos de la mayoría de investidura.

A partir de aquí, el presidente del PP tiene que tomar dos decisiones clave: su voto en el decreto de medidas para paliar los efectos de la inflación y si da aire a la negociación del Poder Judicial sin exigir nada cambio, como ha sostenido hasta ahora. Sobre lo primero, el PP está en la abstención. En cuanto a la negociación judicial, no puede haber acuerdo si Alberto Núñez Feijóo no puede exhibir ninguna cesión del Gobierno en otros ámbitos. El primer y único acuerdo de la etapa Feijóo no puede ser el reparto de los sillones judiciales.