En la Junta
Montero también subvencionó a las rentas de 100.000 euros
Ahora critica a Ayuso, pero en Andalucía repartió ayudas incluso para el servicio doméstico sin límites de ingresos
El Gobierno y el PSOEhan puesto el grito en el cielo por la política de becas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Una politica que extiende las ayudas hasta las rentas de cien mil euros anuales. En la crítica entró el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ha atacado estas becas porque considera que “es verdaderamente triste que los recursos para la derecha se destinen a ese 5 por ciento de la población, a esas personas que tienen dinero”. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha arremetido contra este decisión del Gobierno madrileño de extender las ayudas a las familias que cobran cien mil euros, aunque esta iniciativa no recorte recursos a las rentas más vulnerables. Montero pide que no se “manosee” el término beca y calificó de “sinsentido” extender las ayudas a familias en esa horquilla de renta.
Sin embargo, en su estapa como consejera de Hacienda de Andalucía la hoy ministra también promovió una legislación de ayudas que abarcaban ese nivel de renta. Era todavía la etapa dominante del PSOE al frente de la Junta de Andalucía. El 19 de junio de 2018 vio la luz el decreto en materia de tributos cedidos en el que había estado trabajando Montero hasta que a principios de junio de ese año fue nombrada ministra en el Gobierno de coalición. Esta iniciativa legislativa coincidió con los últimos meses del PSOE en la Junta de Andalucía y tenía un marcado carácter electoral. Aquellas autonómicas se celebraron en diciembre y, aunque la lista que encabezaba Susana Díaz fue la más votada, no alcanzó la mayoría suficiente como para frenar un Gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos (Cs).
Media docena de artículos que benefician a esos “ricos”
En aquel decreto, factura de la hoy ministra Montero, hay media docena de artículos que benefician a esos “ricos” que el Gobierno de coalición critica ahora que se vean favorecidos por la política de Ayuso. En concreto, el PSOE reconoció a las rentas de cien mil euros derecho a beneficiarse de deducciones autonómicas por adopción de hijos en el ámbito internacional (artículo 9), para familias monoparentales (artículo 10) y para la asistencia a personas con discapacidad (artículo 13). “Tendrán derecho a aplicar esta deducción aquellos contribuyentes cuando la suma de las bases imponibles general y del ahorro no sea superior a los 80.000 euros en tributación individual o a 100.000 euros en caso de tributación conjunta”. Además, en esta política de deducciones, previa al inminente examen electoral, los socialistas legislaron para que pudieran beneficiarse de ellas todos los andaluces, sin ningún límite de renta, en conceptos como la ayuda doméstica, la adquisición de acciones y también en los gastos de defensa jurídica en el marco laboral.
O dicho de otra manera, aquella política, liderada por un Gobierno socialista tan simbólico a nivel nacional para la izquierda como el andaluz, suponía dar ayudas sin distinción de renta incluso para tener servicio en casa. Pero entonces no fue calificada de “populista”, como sí han tachado las decisiones del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Tampoco fue vista como un ataque a la igualdad ni como un desprecio al sacrificio de los más vulnerables.
El citado acuerdo de consejo de gobierno de la Junta de Andalucía del 19 de junio de 2018 incluía la memoria justificativa, inicio hacia esta nueva ley de tributos, donde se señalaba que el proceso arrancó en 2016, con Montero dedicada en exclusiva a la consejería de Hacienda de la Junta.
La dirección del PP ha cerrado filas con la presidenta madrileña. Esta semana, en una entrevista con Carlos Alsina, en Onda Cero, el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, hacía pedagogía sobre el sentido de la medida aprobada por Sol en relación a las becas educativas. Las tornas han cambiado y la nueva cúpula popular no va a enredarse en polémicas públicas con la gestión de Ayuso. Feijóo ha optado por colocarse al lado de la presidenta madrileña y respetar su discurso en la Comunidad de Madrid dentro de esa “pluralidad” que dice que debe tener el PP para representar a todas las sensibilidades de su electorado y sumar votos, en vez de perderlos. “El choque con Ayuso solo beneficia a Vox”, y por eso la consigna de Génova es no entrar en ningún caso en el cuerpo a cuerpo con ella, justo la estrategia contraria que siguió el PP de Casado. El Gobierno de coalición intenta utilizar la figura de Ayuso para reforzar su nuevo discurso contra los “poderosos”, en vez de centrarse en combatir a la ultra derecha, una vez que esta bandera no les ha funcionado en las últimas citas electorales.
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