Fuerzas de Seguridad

Los guardias del Campo de Gibraltar, sin chalecos antibala modernizados

El concurso para adquirirlos ha sido declarado desierto por Interior

Reproducción de la resolución por la que se declara desierto el concurso para la adquisición de los chalecos
Reproducción de la resolución por la que se declara desierto el concurso para la adquisición de los chalecosjmz

Los Guardias Civiles destinados en el Campo de Gibraltar no dispondrán de 235 chalecos antibalas internos que precisan para prestar servicio en una zona tan peligrosa, en la que los narcotraficantes se muestran cada vez más violentos y con más medios contra las Fuerzas de Seguridad.

El Servicio de Armamento y Equipamiento Policial de la Dirección General de la Guardia Civil anunció la compra de este medio de autoprotección para cumplir con la Instrucción que aprueba el III Plan Especial de Seguridad, pero no han recibido ofertas “admisibles” para la dotación de 188 chalecos masculinos y 47 femeninos, según informa la AUGC.

“Desierto. Esta es la palabra que figura en el documento que publicó el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial de la Dirección General de la Guardia Civil para anunciar el contrato de suministro de chalecos antibalas internos. Después de dos meses para que las empresas presentasen sus respectivas propuestas, la mesa de contratación ha acordado declarar desierto el expediente “al no existir ninguna oferta o proposición que sea admisible”, según figura en el acta oficial.

La Institución requería 235 chalecos antibalas internos con panel balístico frontal y dorsal, la funda exterior, una bolsa para su transporte, y todo el material iría destinado a las unidades del Campo de Gibraltar, concretamente a 188 hombres y 47 mujeres. De este modo, se pretendía dar cumplimiento a parte de la Instrucción 3/2022 de la Secretaría de Estado de Seguridad con la que se aprobó el III Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar.

“Hemos reiterado en numerosas ocasiones lo necesario que es que llegue el material a los componentes de toda España. Tenerlo o no puede significar la vida o la muerte ante los impactos de armas de fuego que se pudieran producir en servicios e intervenciones, pero parece que la cuestión no tiene la misma importancia para la Administración. Faltan dotaciones para profesionales y alumnos, no se reparten correctamente, algunos se caducan sin adjudicación y cuando llega el momento de anunciarse algún expediente para comprar suministro, la cantidad resulta muy escasa y además queda desierto”, señala la asociación.

“Los Guardias Civiles no sabemos qué tiene que ocurrir para disponer al fin de chalecos antibalas y poder utilizarlos individualmente. Muchos están caducados y deberían ser retirados, pero los agentes que tienen opción continúan con ellos dada la carencia material. Otros ni tan siquiera pueden portar seguridad alguna”.