Tribunales

Las 10 claves del bloqueo del Poder Judicial

El CGPJ ha cumplido cuatro años con el mandato caducado por la incapacidad de los partidos políticos de ponerse de acuerdo

La ministra de Justicia, Pilar Llop y el presidente del CGPJ, Rafael Mozo, antes de la inauguración este lunes de la X Cumbre de mujeres juristas a la que asiste la reina Letizia. Junto a Mozo, el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pedro González-Trevijano
La ministra de Justicia, Pilar Llop y el presidente del CGPJ, Rafael Mozo, antes de la inauguración este lunes de la X Cumbre de mujeres juristas a la que asiste la reina Letizia. Junto a Mozo, el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pedro González-Trevijanochema MoyaAgencia EFE

1. Qué es el Consejo General del Poder Judicial

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es el órgano de gobierno de los jueces. Está formado por 20 miembros llamados vocales y un presidente que eligen los integrantes en una votación al inicio del mandato. Su periodo de vigencia es de cinco años. Entre sus funciones está la de amonestar a los jueces, gestionar el presupuesto para la formación, por ejemplo, y designar las cúpulas judiciales. Esta última es la función más suculenta para el poder ejecutivo porque eligen los nombres de todos los magistrados del Tribunal Supremo (donde hay que juzgar a los políticos si son aforados) o de los tribunales superiores de justicia de todas las comunidades autónomas.

2. Cómo se eligen sus vocales

Debe haber un pacto en el Congreso de los diputados entre los grupos mayoritarios, en este caso PP y PSOE, porque tienen que votar a favor tres quintos de las Cámaras. El Congreso de los diputados elige a diez y el Senado elige a otros 10. En la práctica, entre Gobierno y oposición se reparten 10 y 10 vocales.

3. Qué hay que hacer para formar parte del CGPJ

De los 20 vocales, 12 tienen que venir de la carrera judicial, es decir son jueces o magistrados, y 8 son juristas de reconocido prestigio pueden ser abogados, catedráticos de Derecho, etc. A lo largo de todas las renovaciones del CGPJ por allí han pasado jueces de todas las sensibilidades. Para presentarse desde la carrera judicial deben tener un mínimo de avales, por eso, tradicionalmente es más sencillo participar si el juez pertenece a una asociación que preste su apoyo. La lista judicial se compone de unos 50 de los cuales los políticos eligen a esos 12. Los otros 8 los tienen que buscar en el propio Congreso.

4. Los nombramientos

Los nombramientos judiciales son la competencia más relevante del CGPJ y la que más conflicto genera porque así se introducen las sensibilidades ideológicas en los tribunales. Los bloqueos constantes para llegar a acuerdos llevaron al PP a introducir en 2013 que las designaciones pudieran ser tomada por mayoría simple, salvo en determinados casos. Pero esta regla fue eliminada por el Gobierno de Pedro Sánchez en 2018 y desde entonces los acuerdos del Consejo requieren mayoría absoluta.

5. Limitación de funciones

El hecho de que el CGPJ siguiera eligiendo a magistrados en las jefaturas teniendo el mandato caducado llevó al Gobierno a introducir en la Ley Orgánica del Poder Judicial una limitación de sus funciones. Ahora mientras exista este bloqueo y sigan consumiéndose años que tocaría al nuevo CGPJ, los vocales pueden continuar con toda su actividad excepto la de nombrar.

6. Vacantes en el Supremo

Esta limitación está llevando al extremo a tribunales en los que en unos meses puede producirse falta de quorum para tomar decisiones. La situación es especialmente sangrante en el Tribunal Supremo donde los magistrados que se jubilan no pueden ser repuestos por nadie ni quedarse “en funciones”. A finales de año habrá más de 16 plazas sin cubrir solo en el Alto Tribunal y más de 50 en tribunales de toda España.

7. ¿Por qué han pasado cuatro años sin consenso político?

Desde que el 4 de diciembre de 2018 llegara el fin oficial del CGPJ los vocales no han recogido las cajas de sus despachos. Las distintas excusas políticas que se han puesto han propiciado que el bloqueo sea el más largo de la historia. Primero fue la filtración de un whatsapp que daba a entender que con el presidente que habían elegido entre PP y PSOE, Manuel Marchena, los ‘populares’ “controlarían por detrás” la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Sala que actualmente preside Marchena y que es la encargada de los delitos penales de los políticos. Pero el magistrado renunció y el pacto voló por los aires. Después, todo tipo de disculpas como que Podemos no podía entrar en el reparto de sillas, que debía hacerse primero una reforma de la ley para que fueran los propios jueces los que eligieran su cuota y finalmente un acuerdo inminente se esfumó por la decisión del Gobierno de reformar el delito de sedición.

8. La dimisión de Lesmes

De todos los récord que tiene el actual Consejo, la dimisión del que fuera su presidente Carlos Lesmes fue otro. Nunca había ocurrido que un cargo se viera obligado a renunciar debido al bloqueo institucional. Pero el pasado 10 de octubre Lesmes cumplió una amenaza que llevaba haciendo semanas por si su marcha hacía de revulsivo para que izquierda y derecha se pusieran de acuerdo. Lo cierto es que algo de efecto tuvo y nunca antes estuvo tan cerca la renovación con el ministro de la presidencia, Félix Bolaños, reuniéndose con el vicesecretario general popular, Esteban González Pons, y redactando un documento que milimétricamente buscaba compromisos de transparencia para la Justicia. Por ejemplo, pretendía terminar con las puertas giratorias en la carrera judicial. Todo fue finalmente en vano.

9. La bicefalia del Poder Judicial

Entre los escenarios inéditos que se abrieron tras la renuncia de Lesmes fue la elección de un nuevo presidente. Aunque él dejó todo atado con un informe del gabinete técnico del Consejo mediante que decía que la jefatura correspondía al presidente del Tribunal Supremo Francisco Marín Castán, los vocales no estuvieron de acuerdo. Se creó por primera vez una bicefalia con un presidente en el Supremo, Marín Castán, y otro “suplente” en el CGPJ que es Rafael Mozo.

10. El Tribunal Constitucional en juego

A pesar de que el Ejecutivo limitó la capacidad de hacer nombramientos de los vocales, se enmendó a sí mismo al reformar la ley quirúrgicamente para permitir solo que eligieran a los jueces para el Tribunal Constitucional. La renovación debe hacerse por tercios y ahora es el turno de elección del Gobierno (con dos) y el CGPJ (con otros dos). Pero, de momento y tras meses de negociación, los vocales no se han puesto de acuerdo y La Moncloa se ha cansado de esperar y ha elegido ya al exministro Juan Carlos Campos y a la catedrática de Derecho Laura Díez por su lado. Tampoco esto había ocurrido nunca así que ahora está por ver cómo se desenredará el lazo de la renovación si finalmente el 22 de diciembre (fecha prevista para una reunión del CGPJ) los vocales no logran alcanzar consenso sobre sus nombres.