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Barcelona

Alarma en el PSOE por la implosión de Podemos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se fotografía con simpatizantes socialistas, ayer en Las Palmas, donde clausuró la conferencia municipal del PSOE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se fotografía con simpatizantes socialistas, ayer en Las Palmas, donde clausuró la conferencia municipal del PSOElarazon

La crisis de Podemos no es sólo de Podemos. Es una crisis de la izquierda que puede provocar no sólo la división en varias marcas, sino que puede causar daños colaterales en otras formaciones, principalmente en una de ellas: el PSOE. Es la idea que repiten en los últimos días en Ferraz, donde temen que esa dispersión del voto de izquierdas les haga perder ese poder territorial que se sustenta en el apoyo de los de Pablo Iglesias.

Tal y como aseguran fuentes socialistas, la principal preocupación es que las fuerzas de la izquierda «no seamos capaces de sumar», entre otros motivos porque no todos los votantes descontentos con la formación morada se marcharán al PSOE, sino que muchos irán a otras formaciones o a la abstención, lo que pone en riesgo reeditar pactos como los que llevaron a los socialistas al poder en Castilla-La Mancha o Aragón. O en Ayuntamientos como los de Sevilla, Córdoba o Valladolid. Y siempre, con el miedo de que esa crisis de Podemos y de la izquierda (y el voto de castigo) beneficie a la derecha.

Un miedo que también se vive en el lado de Podemos y sus confluencias, pues el PSOE también les apoyó en consistorios como el de Madrid, Barcelona, Cádiz, Zaragoza o Santiago de Compostela.

Ya lo avisó el viernes el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara: «La división de las izquierdas divide a las izquierdas», aseguró en una entrevista en Rac1, donde añadió tajante que «si a Podemos le va mal al PSOE se le complica la vida, es evidente».

Es por esto por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pasado de pedir una victoria rotunda del PSOE a reclamar el voto útil de la izquierda para frenar a las «tres derechas». Tiene claro que esa fragmentación implica que a los de Ferraz no les bastará sólo con ganar en las próximas citas con las urnas del 26 de mayo, sino que necesitarán de otras formaciones para poder sumar.

Y es que, además de esta preocupación por «no sumar», también está la poca capacidad que están demostrando los partidos de izquierda para alcanzar acuerdos y apoyarse mutuamente. Algo que recientemente se ha visto en Andalucía, donde mientras PSOE y Adelante Andalucía no consiguieron ponerse de acuerdo (a pesar de no sumar mayoría absoluta), PP, Vox y Cs alcanzaron finalmente un pacto para desbancar a la izquierda. «La derecha tiene una capacidad para llegar a acuerdos que nosotros no tenemos», reconocen las mismas fuentes. Además, tienen claro que en las últimas elecciones la derecha ha movilizado más y mejor a sus fieles que lo que lo ha hecho la izquierda. Todo, a apenas cuatro meses de las autonómicas y municipales.

En lo único que no cree que afecte la crisis de Podemos es, en opinión del PSOE y el Gobierno, en la aprobación de los Presupuestos. Con las negociaciones avanzadas con las formaciones independentistas, los de Iglesias no pueden ser los únicos que bloqueen las cuentas. «No se van a quedar solos», aseguran estas fuentes, que tienen claro que la «traición» de Íñigo Errejón en Madrid queda al margen de las cuentas.