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Defensa

Así es el nuevo sistema "cazadrones" del Ejército de Tierra, capaz de detectar y derribar cualquier incursión no tripulada

El Regimiento de Guerra Electrónica nº31 (REW21) del Ejército de Tierra ha recibido la nueva versión del sistema para llevar a cabo pruebas de campo

Sistema Cervus antidrón del Ejército de Tierra TRC

Tras un año de desarrollo, la semana pasada la empresa tecnológica española TRC ha puesto a disposición del Ejército de Tierra, a través del Regimiento de Guerra Electrónica nº31 (Rew31), la nueva versión del sistema anti-dron CERVUS III, para realizar pruebas de campo.

Esta unidad llevará a cabo pruebas de campo para validar los distintos equipos y sistemas. Su objetivo es proteger el espacio aéreo y garantizar la seguridad en emplazamientos críticos civiles y militares ante posibles ataques con drones.

En esta ocasión, no se trata de una simple evolución de la plataforma, sino de una total renovación 100% española. Un nuevo Cervus. En primer lugar, porque incluye un sistema de mando y control que se integra con todos los sensores bajo un único interfaz gráfico (GUI) que permite el manejo de la totalidad de las funcionalidades del sistema.

En segundo lugar, hay que destacar que la nueva plataforma integra dispositivos de captación de radiofrecuencia diseñados y desarrollados por TRC para ampliar el espectro radioeléctrico analizado, y un dispositivo electro-óptico de altas prestaciones desarrollado por E&M. De esta manera, mediante el uso de los algoritmos de visión artificial desarrollados por TRC, integrados con el sensor de E&M, es posible identificar de forma autónoma la presencia de drones y geo-posicionarlos en base a los modelos y algoritmos de inteligencia artificial incluidos en la nueva plataforma y entrenados junto con el REW31.

Adicionalmente, la plataforma permite integrar radares para ampliar el alcance del sistema y mejorar la precisión en el posicionamiento de las amenazas. Se trata de uno de los proyectos más avanzados del mundo en su campo.

En esta nueva versión de la plataforma, desarrollada íntegramente por TRC y gracias a la colaboración de E&M y del REW31, se ha conseguido que el sistema detecte e identifique de forma automática las posibles amenazas sin necesidad de que el operador tenga conocimientos de radiofrecuencia, lo que simplifica el manejo del sistema y facilita el despliegue masivo de la solución.

Además, integra capacidades ‘hardkill’ para abatir drones, con la estación remota Guardian 2.0, que ha demostrado su eficacia recientemente en unas pruebas de disparo de munición programable en Huelva.

Cervus es un sistema que nace de la colaboración del centro tecnológico Gradiant, la empresa TRC y el Regimiento de Guerra Electrónica nº 31. El proyecto puede efectuar misiones en estático, instalado sobre el terreno en un base, o en movimiento, en despliegues móviles sobre un vehículo Vamtac ST5 BN3.

Cervus dio el año pasado un paso más con la entrada de Escribano en la fase III del proyecto. El sistema mejoraba su capacidad de seguimiento de objetivos -tracking- y sumaba una nueva, hardkill. Es decir, puede destruir directamente el dron si es necesario. Para ello, TRC, como integrador de todos los equipos, incorporaba a la solución ya existente la estación de armas remota Guardian 2.0 y el sistema electróptico Oteos de Escribano, además del radar S-3D de ART (Advanced Radar Technologies).

Oteos es un Sistema Electro-Óptico de Observación y Tracking, especialmente diseñado para su instalación en puestos fijos o integrado en plataformas y vehículos terrestres o navales. Se trata de una plataforma estabilizada y modular dotada de la última tecnología disponible en el mercado en sensores optrónicos en la banda visible e infrarroja para incrementar su capacidad en términos de alcance de detección, resolución de alta definición para identificación y seguimiento automático de objetivos. Su diseño modular y arquitectura abierta permiten una fácil instalación y mantenimiento y la integración con sensores externos.

En cuanto a la estación Guardian 2.0, seleccionada para el VCR 8x8, permite montar dos tipos de armas, la Dillon Areo Minigun M134D o bien el Mk-19. En el primer caso, se trata de un cañón rotatorio multitubo de 7,62 mm de alta cadencia de tiro (entre 2.000 y 6.000 disparos por minuto), mientras que la segunda es un lanzagranadas MK19 de 40 mm preparado para utilizar munición del tipo Airburst o de fragmentación (ABM 40 mm de Nammo).

Cervus III, por tanto, permite la detección y clasificación, bien sean por análisis de frecuencias, visual o radar, la inhibición y el derribo de cualquier amenaza RPAS.