Catalá: «El nacionalismo busca dinamitar el Estado»

La Escuela de Verano de LA RAZÓN y la Universidad Católica de Ávila ha sido inaugurada por el ministro de Justicia, Rafael Catalá.

La primera jornada de la Escuela de Verano de La Razón y la Universidad Católica de Ávila, que este año tiene como tema “Populismos y nacionalismos en el siglo XXI”, ha sido inaugurada esta mañana por el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Junto a él, el alcalde de Ávila, José Luis Rivas, el obispo de Ávila, Jesús García Burguillo, y el director de LA RAZÓN, Francisco Marhuenda, entre otros.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá ha comenzado su intervención afirmando que “populismo y nacionalismo no son antagónicos, tienen un modus operandi que comparten y, aunque sus objetivos parezcan diferentes, son los mismos: subvertir el orden constitucional y dinamitar el sistema que con mucho esfuerzo hemos construido estos últimos cuarenta años”.

Citando a Enrique Krauze, autor del “Decálogo del populismo”, ha señalado las características del populismo. Así, el populismo, señala, “fabrica la verdad y se otorga el papel de intérprete de la voz del pueblo”. Catalá ha denunciado que el populismo construye un mundo “de buenos y malos”, un mundo “maniqueo”.

“El problema llega cuando los machos alfa van más allá, conquistan el poder y quieren acallar a quienes no son los suyos”, ha criticado, recordando el caso del preso político venezolano Leopoldo López, en referencia a Podemos. Pero, incidió, el nacionalismo separatista es igual. “El derecho a la autodeterminación no es un derecho reconocido en ninguna constitución de Europa”, ha recordado.

El ministro ha criticado que “hoy mismo” ante la actuación de la Justicia, en referencia a la operación policial que ha llevado esta mañana a detenciones y registros, algunos hablan de persecución. Lo “más grave” es el enfrentamiento al que el nacionalismo catalán “está sometiendo a la población civil, considerando enemigos a los catalanes que viven allí y quieren ser españoles y europeos”. Y es que el populismo y el nacionalismo “desprecian la separación de poderes, el imperio de la Ley”. “Parece que las leyes se pueden cumplir o no, a gusto del consumidor”, afirmó. Llegados a este punto el ministro ha recordado como la fiscal Ortega ha tenido que huir de Venezuela. “En esto también se solapan populismo y nacionalismo”, remachó.

Las instituciones democráticas resultan incómodas a los populismos, ha afirmado. “Podemos ha propuesto que, si llega a gobernar, requerirían de los miembros de la Justicia un compromiso con el programa del gobierno”. Instituciones “tuteladas y sometidas” al gobierno es lo que quieren, algo que “se repite literalmente” en el nacionalismo separatista, ha concluido.