"Procés"

Clara Ponsatí da la espalda al Supremo y desoye la citación judicial

La exconsejera de Puigdemont regresa a Bruselas en lugar de acudir a declarar y traslada al tribunal que tiene trabajo en la Eurocámara

Clara Ponsatí, en el moemnto de ser detenida, el 28 de marzo
Clara Ponsatí, en el momento de ser detenida el pasado 28 de marzo en BarcelonaEuropa Press

Clara Ponsatí ha dado plantón al Tribunal Supremo (TS). La exconsejera del Gobierno de Carles Puigdemont no ha comparecido hoy ante el juez Pablo Llarena, instructor de la causa del "procés", que le había citado a las once de la mañana para tomarle declaración como investigada por su papel en el proceso soberanista en Cataluña en 2017, por lo que está imputada por un delito de desobediencia.

En la resolución en la que acordó su libertad provisional y la citó a declarar, Llarena advirtió a la consellera fugada que si hacía oídos sordos a su llamamiento, se modificaría su situación personal y podría ordenar que fuese conducida al Tribunal Supremo por la fuerza pública.

En un escrito remitido al alto tribunal adelantado por El Periódico y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, la defensa de Ponsatí, que ejerce el abogado Gonzalo Boye, ha trasladado a Llarena que la extitular de Educación de la Generalitat no acudiría a la sede del Tribunal Supremo porque las sesiones convocadas mañana tanto por la Comisión de Industria, Investigación y Energía como por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, a las que pertenece, hacen "incompatible" cualquier compromiso "de cualquier índole a cientos de kilómetros de Bruselas".

Demanda de amparo de inmunidad

Además, el letrado defiende que dado que Ponsatí presentó el pasado 28 de marzo una demanda de amparo de la inmunidad parlamentaria ante el Parlamento Europeo-que el 4 de abril la presidenta de la Eurocámara remitió al Comité de Asuntos Jurídicos- Llarena está "obligado" a suspender el procedimiento judicial y dejar sin efecto la citación.

Ese mismo 28 de marzo, Ponsatí regresó a España de forma sorpresiva y fue detenida por los Mossos en Barcelona al negarse a acudir al Supremo para ponerse a disposción de Llarena (como sí hicieron en la misma tesitura la también exconsellera Meritxell Serret y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel).

En el juzgado de guardia de Barcelona, Ponsatí esperó la resolución del instructor de la causa del "procés", que acordó su libertad provisional y dejó sin efecto tanto la orden nacional de detención contra ella y la declaración en rebeldía que seguían en vigor. Ponsatí solo tuvo que designar un domicilio y un teléfono para estar localizada.