Barcelona

«Colau gobierna desde el prejuicio y el dogmatismo»

Así lo afirma en una entrevista Jaume Collboni, candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona

Jaume Collboni / Foto: Miguel González/Shooting
Jaume Collboni / Foto: Miguel González/Shootinglarazon

Así lo afirma en una entrevista Jaume Collboni, candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona.

Jaume Collboni (Barcelona, 1969), abogado de profesión, ha sido elegido candidato del PSC para una alcaldía de Barcelona, con muchos novios. Sus jornadas son maratonianas para pulsar la opinión de los sectores económicos y sociales, con visitas casi diarias a los barrios. Nos recibe en su ordenado despacho tras un almuerzo rápido. Ensalada, pescado y café con hielo. Sin postre porque «hay que cuidarse». Vamos rápidos. No quiere llegar tarde a un acto sobre pensiones en el barrio del Congrés i els Indians.

¿Se siente como relleno de bocadillo entre Valls y Colau?

Me siento como el candidato del PSC, el único que habla de un proyecto de y para Barcelona. Sobre todo, ahora, ante el conflicto independentista, hay que poner a Barcelona por encima de todo.

¿Lo tiene difícil?

Éste es el éxito del nacionalismo. Convergència lo intentó durante 30 años. No lo consiguió. Por eso, se proyectó una imagen de ciudad abierta, plural, moderna, superando el debate nacionalista. Si caemos en sus manos me temo que Barcelona dejará de tener esta proyección en el mundo. El gobierno se rompió por esto. Acordamos blindarnos del «procés» para no convertir Barcelona en su campo de batalla. Colau sucumbió. Dice no ser independentista pero hace lo que hacen y dice lo que dicen.

Por la izquierda Colau, Manuel Valls por Ciudadanos y el independentismo unido con Ferran Mascarell. ¿Le achican espacios?

El discurso del PSC es Barcelona. Vamos a hablar de ciudad. De la gente, de proyectos. De las mil viviendas sociales que se han de volver a construir al año para dar respuestas a las personas en riesgo de exclusión social...

¿Eso es una propuesta?

Sí, lo es. Pero no la única. Éste es nuestro debate y el que esperan muchos barceloneses hartos de la situación política que margina sus problemas cotidianos.

¿Hay dinero para construir esas mil viviendas sociales?

Hay dinero y suelo. No propongo nada que no se haya hecho. Hereu y Clos ya construyeron 1.000 viviendas por año. El problema es la desconfianza de Colau hacia las empresas privadas, las cooperativas, que pueden hacer vivienda social. No todo se puede promover desde el sector público. Este año sólo acabaremos 300 viviendas, incluidas las casas «container». Paliar la emergencia social desde la provisionalidad es la antítesis de un proyecto de izquierdas de transformación de ciudad. Con un presupuesto de 2.600 millones, no puedes quedarte en políticas paliativas. Ni en lo anecdótico.

¿Qué le dijo Ada Colau cuando le expulsó del gobierno?

Silencio. No me dijo nada. Cedió a las presiones independentistas que querían expulsar al PSC. Lo consultó a su militancia, pero no se pronunció. Eso es lo peor. Ahora tenemos mucha efervescencia de nombres, candidatos o plataformas, porque muchos creen que Barcelona es su campo de batalla del «procés». A estos nuevos candidatos, a ninguno, le oigo propuestas para Barcelona. Sólo estrategias políticas o de partido.

Vamos, ¿que no se ve usted de segundo de Manuel Valls? Si es que se presenta...

Yo me veo como lo que soy. Candidato por el PSC. Ciudadanos tiene un problema. No tiene candidato.

Usted dice que el «procés» es un hándicap contra Barcelona. ¿Colau también lo es?

Colau no ha aprovechado la potencia de Barcelona. No ha estado a la altura ni ejercido liderazgo.

Algo habrá hecho bien.

Sí, claro. Aumentar un 25% el gasto social, un 15% en inversiones en cultura, llegando al 5% del presupuesto, quizás porque nosotros andábamos por ahí, en el gobierno. Ha vuelto a poner el foco sobre los problemas de los barrios. Hemos vuelto a la etapa del alcalde Jordi Hereu. Otra cosa son los resultados.

¿No hay complicidades? Colau pierde votación tras votación.

Porque gobierna desde el prejuicio y el dogmatismo ideológico, sin tener toda la ciudad en la cabeza. Comete muchos errores. No escucha lo que la gente pide, no tiene cultura de gestión. El propio ayuntamiento reconoce que sólo el 3% de las acciones para el plan de barrios están acabadas, y estamos en el tercer año de mandato con 150 millones presupuestados. No tiene confianza en los funcionarios, ni tampoco cree que la política también es gestión, no sólo gesticulación con cambios de nombres de plazas. No ha sido capaz de liderar una alianza del sector público y el privado.

¿Recupera usted la idea de Maragall?

¿Es que hay otra forma de desarrollar una gran metrópoli? Todos los retos colectivos desde la Barcelona Olímpica hasta el Mobile pasando por el 22@ se han hecho en colaboración público-privada. Privada no es sólo empresas, que también, sino sociedad civil en general. No se entiende el éxito de Barcelona sin los gremios, patronales, Fira, sindicatos... Esto Colau no lo ha entendido.

El mundo empresarial está muy revuelto.

Es normal. No hay diálogo ni complicidad. Esto es un error letal.

Al Almirante Cervera Colau lo ha llamado facha. A usted le acusa de plegarse a los intereses de Aguas de Barcelona.

(Sonríe). Los populismos viven de crear enemigos, de conspiraciones y mafias que lo gobiernan todo y son los culpables de todos los males. Es su forma de hacer política.

¿Es partidario de la remunicipalización del agua?

Desde el poder público se debe garantizar que un bien público, el agua, llegue a los grifos con la máxima calidad y al mejor precio. Nadie me ha demostrado, con números en la mano, que una municipalización suponga más calidad y menor precio, ni cuánto costaría hacerlo. No me creo el discurso de la municipalización. Es una impostura. Ahora que tienen la ocasión de hacerlo con el contrato más importante de la ciudad, la limpieza viaria, que no costaría ni un euro porque ha salido a concurso, no han movido ni un dedo, porque significaría hipotecar gravemente las finanzas públicas. Aquí no se plantean el debate de la municipalización. Creo que todo esto es una cortina de humo, un debate ideologizado, para buscar un enemigo común, que no tiene nada que ver con los servicios públicos para la gente.

¿Qué sintió cuando vio la pelea con catanas en Ciutat Vella?

Para tener una ciudad sana hay que tener un centro sano. Colau no es consciente que el centro necesita una atención especial y ha reducido la inversión a la mitad. La seguridad es un valor de izquierdas porque la inseguridad y el desorden perjudican a los más vulnerables.

¿Llevamos un buen rato hablando y no anuncia ningún fichaje?

Haré un equipo de ciudad. No sé cómo será mi lista, pero si le digo que la lista del PSC será una lista abierta que incluya a personas comprometidas con Barcelona.