Balance
Congreso cerrado: más de un mes sin una ley del Gobierno
Desde el 8 de mayo, la Cámara Baja no ha vuelto a debatir una iniciativa impulsada por Moncloa: los jueves, sin actividad
Para 2025, el presupuesto del Congreso es de 110 millones de euros, una cifra récord. Y, en paralelo, el Gobierno va batiendo récords de inactividad en la Cámara Baja: sin Presupuestos en dos años y con muy poca producción legislativa. De hecho, este domingo se cumple un mes sin ninguna ley del Gobierno votada (desde el 8 de mayo), algo que los más veteranos del Congreso no recuerdan que se haya dado nunca. De hecho, como mucho, según explican, algo así se pudo dar en la etapa final de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando el presidente socialista estaba ya muy debilitado y arrollado por la crisis económica. Pero, en ningún caso, se dio ese escenario en el ecuador de la legislatura, que es el momento en el que nos encontramos ahora.
Y menos aún con muchas leyes por aprobarse: algunas imprescindibles para recibir los fondos europeos. Es más, casi una decena de leyes comprometidas con Bruselas siguen varadas en el Congreso por la falta de apoyos del Gobierno mientras la Comisión ha elaborado un reciente informe demoledor para España: solo ha cumplido con el 30% del plan de recuperación a poco menos de 15 meses para que expire. La ley del Cine, la ley de la oficina de los derechos de autor, la ley de movilidad sostenible o la ley de familias son algunas de las iniciativas que quedan por aprobar y, algunas de ellas, han superado ya desde hace dos años el plazo máximo dado por Europa.
En total, en lo que va de año, tan solo se han aprobado cinco leyes y ninguna de ellas está vinculada a los compromisos con Europa. Estas cinco leyes equivalen a menos de una por mes. Además, se han aprobado cuatro decretos. Pero lo peor es que el Gobierno ha acumulado ya varias derrotas con rango de ley: en total, cuatro, que son dos proyectos de ley (creación de una Agencia de Salud Pública y los derechos de emisión de gases de efecto invernadero) y dos decretos. Por tanto, acumula casi tantas leyes como derrotas legislativas en el Congreso. Y ahí no se acaba todo ya que el Gobierno se está encontrando con el grave problema de ser incapaz de aprobar sus proyectos de ley: en total, ha enviado 58 al Congreso y tiene solo 13 aprobados en casi dos años de legislatura. El balance global de leyes es de 19 (es decir, son 13 proyectos de ley del Gobierno y seis proposiciones de ley impulsadas por los grupos parlamentarios)
Y, tal y como se ha visto en el último mes, con ninguna votación de leyes del Gobierno, la producción legislativa tampoco tiene aspecto de evolucionar mucho a mejor. Por hacer una comparativa, en el ecuador de la pasada legislatura, también gobernada por Sánchez, el Congreso había aprobado ya 47 leyes. En ese caso, el Gobierno contaba con mucha más fuerza y, en cambio, ahora depende de socios muy inestables. Pese a todo, Sánchez aspira a seguir gobernando hasta 2027.
También hay que tener en cuenta los presupuestos: hasta que llegó Sánchez a la Moncloa, todos los años, salvo 1995, habían contado con la aprobación de cuentas. Y con Sánchez ya siete años en el poder, ha habido cuatro cursos sin presupuestos. Las cuentas son fundamentales para poder gobernar porque es la ley que permite asignar recursos para las prioridades de la agenda de un Gobierno. Sin embargo, eso parece indiferente a Sánchez, que lleva toda la legislatura sin aprobar presupuestos y las cuentas con las que gobierna ahora están diseñadas con otra estructura de Gobierno diferente (por ejemplo, en la pasada legislatura no existía el Ministerio de Infancia y Juventud).
Por extensión, los presupuestos del Congreso son los mismos que los de 2023 ya que van ligados a los del Estado. Está por ver qué cantidad acabó ejecutándose el año pasado de los 110 millones de euros porque el Congreso todavía no ha ofrecido esos datos (va bastante tarde). En 2024, se aprobaron un total de ocho leyes, aunque también es verdad que el Gobierno se formó en noviembre de 2023 y eso condicionó mucho la actividad legislativa del año. También marcó todo mucho la aprobación de la amnistía, que no obtuvo luz verde hasta finales de mayo y sin ese plácet, Junts tampoco estaba dispuesto a prestar sus votos.
La debilidad del Gobierno, con derrotas parlamentarias e incapaz de aprobar sus proyectos legislativos, se contrapone a la fortaleza que ha mostrado el principal partido de la oposición: el PP ha conseguido tramitar casi una veintena de leyes gracias a la mayoría alternativa formada con Junts y Vox. Sin embargo, el PSOE frena la tramitación para evitar acentuar la imagen de debilidad del Gobierno. En todo caso, el Gobierno no ha sido capaz de evitar que PP y Junts hayan unido fuerzas y hayan modificado vía enmiendas algunas leyes del Gobierno, como la reforma fiscal. Y ese riesgo también está haciendo que el Gobierno evite tramitar también sus propias leyes y lleve ya un mes sin que se celebre sesión plenaria los jueves en el Congreso.