Opinión

Tomás Gómez

Controlar el PSOE

Sánchez abandona las aspiraciones de que el bloque que le dio la investidura logre la mayoría necesaria

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrece una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro del Reino de Suecia, en el Palacio de la Moncloa, a 5 de junio de 2023, en Madrid (España). Sánchez se ha reunido hoy con el primer ministro de Suecia, país que este mes concluye la Presidencia semestral del Consejo Europeo a la espera del relevo español, según ha anunciado Presidencia del Gobierno. Durante el encuentro, han abordado las circunstancias del testigo que el mandatario sueco cederá a Pedro Sánchez el 1 de julio, cuando Suecia concluya la Presidencia rotatoria de la UE y comience la de España. Sánchez acaba de regresar de Moldavia, donde ha participado en la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que ha reunido a 45 jefes de Estado y de Gobierno europeos, entre ellos el propio Kisterrson.05 JUNIO 2023;MADRID;REINO DE SUECIA;ESPAÑA;PRESIDENTE DEL GOBIERNOAlberto Ortega / Europa Press05/06/2023
El jefe del Ejecutivo, Pedro SánchezAlberto OrtegaEuropa Press

El objetivo de Sánchez no es ganar las elecciones, sino mantener su control sobre el PSOE. Es la única conclusión que se puede obtener de sus movimientos desde el 28-M. La primera ficha que usó fue adelantar elecciones, evitando toda posibilidad de análisis y reflexión sobre las razones por las que los ciudadanos retiraron su apoyo al PSOE. De hecho, el 23-J y las especulaciones sobre los resultados han ocupado toda la información política, eclipsando el análisis sobre por qué Sánchez recibió el castigo de los ciudadanos. No parece razonable que tome una decisión de esa envergadura sin debatir las causas de la debacle socialista, de cara a afrontar el siguiente proceso electoral. Sin duda, la idea de evitar cualquier opinión crítica primó.

El segundo movimiento fue su intervención en el grupo parlamentario. Los diputados y senadores ovacionando a quien ha llevado a la derrota sin paliativos al PSOE era el contexto. El contenido, un discurso marcadamente interno, leído y de arenga en el que dibujó solo dos lugares: con Sánchez o contra el PSOE. En una batería de declaraciones, el entorno del líder socialista ha dejado clara la nueva estrategia: intentar captar a los votantes de Sumar y Podemos, lo que supone un cambio de 180 grados respecto a la de apoyar la opción de Yolanda Díaz que venía practicando.

El asunto de los seis debates con Feijóo refuerza esa idea, en un intento de centrar la campaña entre PP y PSOE. Así parece que Sánchez abandona las aspiraciones de que el bloque que le dio la investidura logre la mayoría necesaria. Blindará las listas, de manera que, en el grupo parlamentario, no haya fisuras ocurra lo que ocurra. Para el partido tiene otro plan similar.

Todo lo que ha hecho es propio del aspirante que está en la oposición, que se sabe derrotado e intenta agarrarse al sillón y no del gobernante que ostenta el poder. Su objetivo es desesperado, intentar que la distancia con el PP sea tal que le permita mantenerse al frente del PSOE sin atisbo de agitación interna. Pero no podrá evitar que, tras el 23-J, se produzca el debate en el PSOE que no ha existido ahora.