De las primarias al «proceso democrático» sin votos

La gestora que dirigirá el PSM a partir de ahora tuvo ayer en Ferraz su puesta de largo. Su presidente, Rafael Simancas, compareció para explicar los pasos que la nueva dirección tomará en los seis meses de vigencia de su nombramiento. Su misión principal: designar al candidato socialista a la Comunidad de Madrid. Los socialistas arrancan este proceso de renovación interna traicionando los principios autoimpuestos en materia de regeneración, pues el nuevo candidato no se someterá a primarias ni a ningún procedimiento similar de votación por las bases.

En lo que definieron como un proceso «democrático», los militantes sólo serán «consultados» durante los próximos días a través de la convocatoria de «asambleas locales», de las que saldrán las propuestas de candidaturas. «Podrán trasladar todos los nombres que quieran», señaló Simancas, incluido el de Tomás Gómez.

Para evitar candidaturas poco idóneas, oídas las agrupaciones municipales y sus secretarios generales, será la gestora la encargada de «interpretar» la voluntad de las bases y elevar a la Comisión Federal de Listas la candidatura óptima «en un par de semanas como máximo».

Si esta «interpretación de voluntades» ya genera ciertas suspicacias, la confirmación a este diario de que el ex ministro de Educación Ángel Gabilondo ya ha aceptado el reto de sustituir a Tomás Gómez como candidato apunta a un auténtico ejercicio de teatro. Gabilondo ya habría cerrado su fichaje, incluso antes de que Ferraz fulminara a Gómez, pues Sánchez quería tener atado el asunto antes de proceder a destituir a la Ejecutiva del PSM.

El hecho de que el ex ministro no sea militante del partido es un importante escollo para someterlo a primarias, ya que la falta de carné le inhabilita para presentar su candidatura a este proceso interno.