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El estado del mar no permite por ahora izar el helicóptero

Desde el Centro Coordinador de Salvamento de la base aérea de Gando se coordinaron las tareas de búsqueda de la cabina del helicóptero y de sus tres tripulantes
Desde el Centro Coordinador de Salvamento de la base aérea de Gando se coordinaron las tareas de búsqueda de la cabina del helicóptero y de sus tres tripulanteslarazon

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, informó a las familias de los tres militares del hallazgo de la cabina del helicóptero siniestrado.

El Ministerio de Defensa continúa los trabajos de búsqueda de los tres militares desaparecidos y los preparativos para el izado de la cabina del helicóptero. Así, se sigue sobrevolando la zona. Actualmente, según informa Defensa en su cuenta de Twitter, ahora vuela un avión marroquí Defender que será relevado por un aparato de la misma nacionalidad y, posteriormente, por un avión CN235 español

En la zona donde se ha localizado la cabina están los dos cazaminas, un Buque de Acción Marítima y un barco del Ministerio de Fomento, junto a dos patrulleras marroquíes.

El estado de la mar es de marejada, entre dos y cuatro metros, lo que no permite el izado en estos momentos, por lo que los preparativos siguen en marcha para cuando sea posible hacerlo. Paralelamente, hay listas dos redes de grandes dimensiones por si fueran necesarias para extraer el helicóptero del fondo del mar.

El hallazgo de la cabina tuvo lugar ayer, tras el amplio dispositivo de búsqueda puesto en marcha por el Ministerio de Defensa para tratar de localizar tanto a los efectivos como el aparato. Y fueron los últimos medios en llegar, los cazaminas «Turia» y «Segura», los que consiguieron dar con la cabina de la aeronave, hundida a 45 metros de profundidad cerca de la costa del Sáhara occidental.

Sus precisos y potentes sonares permitieron que, pasadas las 13:40 horas, fuese localizada la cabina de la aeronave. La duda era si en su interior se encontraban los cuerpos sin vida del sargento Jhonander Ojeda, del teniente Saúl López y del capitán José Morales, todos pertenecientes al 802 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire. Pero este punto no se pudo confirmar al cierre de esta edición y se estaba a la espera de que las malas condiciones de mar permitiesen llevar a cabo hoy la laboriosa operación de izado.

Este hallazgo llevó al juez togado territorial de Las Palmas, embarcado en el Buque de Acción Marítima «Rayo», a comunicar al ministro de Defensa, Pedro Morenés, que levantaba el secreto de las actuaciones para confirmar la localización de la cabina y que se iba a tratar de proceder a su izado. Inmediatamente, el titular de Defensa se reunió en la base de Gando (Gran Canaria) con los familiares a las 15:30 (16:30 en la Península) para confirmarles este punto y mantenerlOs informados de todo lo que iba ocurriendo. Siempre, sin rastro de los militares desaparecidos pese a que en un primer momento ya se hablaba en algunos medios de que los cuerpos sin vida estaban en el interior.

Por este motivo, Morenés volvió a ponerse en contacto con el juez para que le confirmase si habían sido encontrados, respondiéndole el magistrado militar que «no tiene constancia de ese extremo y que cualquier noticia al respecto será comunicada al ministro para que este lo traslade a las familias». A esto es lo que se agarraban ayer los familiares, que mantenían el optimismo de que estuviesen con vida hasta que no se recuperasen los restos del aparato. Y es que sólo se pudo localizar el helicóptero gracias a los sonares, sin que los buceadores que participan en la operación hubiesen podido llegar hasta la cabina para, al menos, comprobar si había alguien dentro de la misma.

Así que, a falta de confirmación oficial, se mantuvo en todo momento el dispositivo de búsqueda para, en el caso de que no estuviesen en el interior, seguir con el rastreo en puertos, playas y embarcaciones, ya que todas las hipótesis seguían abiertas.

El accidente se produjo el pasado jueves 22 después de que un helicóptero Super Puma despegase desde Dakar (Senegal) –donde había participado en un ejercicio de adiestramiento con militares senegaleses– con destino a la base de Gando. En el trayecto, hizo una parada técnica para repostar en la ciudad mauritana de Nuadibú y poco después retomó el vuelo con destino al archipiélago canario. Una hora después, se perdió el contacto con el aparato y la baliza comenzó a emitir señales de alerta. En ese mismo momento se desplegaron medios aéreos españoles y de Marruecos, que se desplazaron al lugar que marcaba la señal, a unas 40 millas náuticas al suroeste de Dakhla. A partir de ahí, comenzó la confusión cuando supuestamente un avión marroquí y un caza español confirmaron que habían visto la balsa de seguridad del helicóptero. Incluso Marruecos informó por dos vías (a través de la Embajada y de la Gendarmería) de que los militares estaban con vida y habían sido rescatados por una embarcación (primero se dijo una patrullera y después un pesquero). «Los tripulantes del aparato español siniestrado han sido rescatados en aparente buen estado, siendo trasladados en estos momentos al puerto de Dakhla». Es lo que decía el comunicado de la Gendarmería marroquí enviado a la Guardia Civil a través del agregado de Interior en el reino alauí. Pero el barco nunca llegó, lo que obligó a reanudar con más intensidad las labores de búsqueda por tierra, mar, aire y bajo el agua. Incluso surgió la posibilidad de un secuestro.

Durante todos estos días, aviones, helicópteros y buques españoles y marroquíes rastrearon una amplia zona para dar con el aparato y con los tripulantes, buscando también en otras embarcaciones, puertos y playas. Todos apoyados por 20 buceadores, dos robots, radares y los sonares de los cazaminas, que ayer lograron dar con el punto en que se encontraba la cabina del aparato. Pero la incertidumbre se mantenía.