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A unos días de la entrega del submarino S-81 Isaac Peral a la Armada, así van los trabajos de construcción de los otros tres

El siguiente de la serie, el S-82 Narciso Monturiol, podría ser entregado en el segundo trimestre de 2025

El submarino S-81 "Isaac Peral" en la bahía de Cartagena
El submarino S-81 "Isaac Peral" en la bahía de CartagenaNavantiaNavantia

A apenas unos días de la entrega a la Armada del submarino S-81 Isaac Peral, primero de los cuatro previstos de la serie S-80 que Navantia construirá para las Fuerzas Armadas, la segunda unidad, el S-82 Narciso Monturiol se encuentra ya en una fase avanzada de ensamblaje en el astillero de Cartagena y se prevé que pueda ser puesto a flote en 2024.

La empresa española avanza conforme a los plazos previstos y, así, se trabaja ya en una fase avanzada de la construcción del submarino S-82 Narciso Monturiol, donde a principios de año se realizaba la primera unión del casco resistente y desde entonces se ha adelantado bastante para acabarlo. El proceso de ensamblaje es complejo y se maneja la previsión de que sea puesto a flote a comienzos de 2024, aunque Navantia no ha confirmado estas fechas, y pueda ser entregado, tras las diversas pruebas, en el segundo trimestre de 2025, aunque estaba inicialmente previsto que fuera a finales de 2024.

En el proceso de trabajos del ensamblaje, los empleados del astillero han ido llevando a cabo la unión de las cinco secciones en las que se divide el casco resistente del buque, fabricado en acero para que sea capaz de mantener la integridad estructural interior. Estas secciones son, la primera, proel, que acoge al sistema de estiba y lanzamiento de las armas; la segunda, donde se ubica el Centro de Información y Combate y se ensambla en su parte superior a la vela o torreta con los distintos periscopios y sensores; la tercera, en el que se situará el módulo AIP que permite al S-82 navegar sumergido hasta tres semanas sin tomar oxígeno del exterior, y luego la cuarta, el cofferdam (entre el segundo y tercero) realizado con acero de la máxima resistencia que haría de barrera frente a una vía de agua exterior y que incluye la exclusa que facilitaría el acceso de buceadores o la evacuación, en caso necesario, y un quinto módulo, el cono de popa.

La unión de las primeras secciones se realizó entre la segunda (donde se sitúan los motores diésel) y la tercera (donde irá en un futuro el sistema de propulsión independiente de aire, AIP). La previsión era que los cinco bloques quedasen unidos este mismo año.

A pesar de la negativa de los trabajadores del astillero de Cartagena a trabajar más horas de las estipuladas y los fines de semana que no les corresponde mientras la empresa no atienda sus demandas, de momento no hay datos que den a entender que esto haya provocado retrasos en los trabajos, aunque tampoco habría que descartar que se puedan producir al tratarse de una labor que requiere un gran volumen de mano de obra y de horas trabajadas.

Pero no solo se trabaja en el S-82, que es el que, lógicamente, va más adelantado. Así, se vienen produciendo progresos importantes en el tercero de la serie, el S-83 Cosme García, que a principios de año estaba en la denominada fase de aceros, en la que se fabrican los diferentes bloques o tanques de acero para luego soldarlos a bordo. También se estaba en proceso de producción de tuberías, polines y soportes necesarios para instalar tubos, cables y diferentes equipos. A lo largo del año, estos trabajos han avanzado significativamente.

Navantia y la Armada esperan que este tercer submarino pueda ser entregado a comienzos de 2027; y el S-84 'Mateo García de los Reyes' tras el verano de 2028. En este último caso, el cuarto submarino, estaba en fase de aceros y trabajándose en el casco resistente, que consiste en la fabricación de los anillos que se unen entre sí para conformar las secciones. Estos anillos, a su vez, se conforman a partir de las cuadernas, unidas mediante un innovador proceso de soldadura robotizada, y los sectores de forro. El objetivo era tener, al finalizar el presente año, las cinco secciones de casco resistentes elaboradas.

Para mejorar la calidad de todos estos trabajos, Navantia busca una empresa que ofrezca servicio de buzos capaces de llevar a cabo trabajos de auxilio durante las maniobras de puesta a flote, fase de pruebas y hasta la entrega final de los submarinos S-80.

Pasado el verano, el comité de Empresa de Navantia Cartagena remitía una carta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, quejándose de la situación de la plantilla, por "los incumplimientos reiterados por parte de la Dirección del Estatuto de Trabajadores y del convenio colectivo en lo referente a excesos de jornada, descansos entre jornadas, vacaciones o días libres, tanto de la plantilla propia como de la industria auxiliar". En cuanto al compromiso con el proyecto de los submarinos, aseguran que en absoluto quieren ponerlo en riesgo pues lo "consideramos nuestro y somos los primeros interesados en su consecución de objetivo?". "Es imprescindible decirle que los trabajadores de Navantia Cartagena no han planteado en ningún caso paros o huelgas para dañar el programa de los nuevos sumergibles. Nos hemos ceñido, única y exclusivamente al cumplimiento estricto de nuestro convenio y del Estatuto de los Trabajadores, no ahondando aún más en los excesos de jornada y acumulación de horas", explicaban.

Le pedían, además, que se sentase con el Comité de Empresa para "poder compartir con usted nuestras inquietudes, así como escuchar y hacerle llegar el sentir de la plantilla de Cartagena".

Precisamente el pasado mes de octubre hubo elecciones sindicales que ganó el sindicato CSIF en Navantia Cartagena.