Industria aeronáutica

¿Más cerca de una fusión de los dos grandes programas europeos de caza de sexta generación? Airbus cree que sí

Guillaume Faury, director ejecutivo de la mayor empresa europea de Defensa, ha abogado por fusiones el proyecto de Reino Unido e Italia (GCAP) con el de España, Francia y Alemania (FCAS).

Recreación del futuro avión de combate del FCAS
Recreación del futuro avión de combate del FCASFCAS

Europa trata de hacerse un hueco en la industria aeronáutica de Defensa de la mano, fundamentalmente de Airbus, aunque sin olvidar a otros fabricantes como la francesa Dassalut o la sueca Saab AB. Sin embargo, es precisamente esta división frente a las grandes compañías estadounidenses la que les estaría restando competitividad y oportunidades. Así, mientras que en el mundo civil Airbus ha superado a Boeing y es líder en pedidos de nuevos aviones, en el ámbito militar está muy lejos de sus competidores hasta el punto de que los pedidos de países europeos de cazabombarderos estadounidenses F-35 han superado las compras combinadas de Rafale y Eurofighter.

Sin embargo, estamos muy lejos de solucionar la situación y, de hecho, actualmente se está trabajando en dos cazas de sexta generación paralelos, el FCAS, liderado por España, Francia y Alemania, y el Programa Aéreo de Combate Global (GCAP en sus siglas en inglés), tras el que están Reino Unido e Italia, además de Japón.

Ambos programas han ido avanzando y dando sus primeros pasos, pero la posibilidad de que ambos se fusionen sigue ahí, sobre todo teniendo en cuenta que Estados Unidos ya trabaja en su propio proyecto de caza de sexta generación, conocido como Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), que avanza firme. Aun así, en 2021 el jefe del Mando Europeo de Estados Unidos (Eucom), el general de la Fuerza Aérea (USAF) Tod Wolters, que era el máximo responsable militar de EEUU en Europa, alentaba a crear una estrategia de avances sincronizados con los planes de cazas de combate de sexta generación del viejo continente para evitar duplicidades y aprovechar las ventajas de acometer estos proyectos en sintonía, concretó.

Pero ha sido esta misma semana cuando Guillaume Faury, director ejecutivo de Airbus, la mayor empresa aeroespacial y de defensa de Europa, ha dicho al diario británico "The Guardian" que "en las últimas décadas, Europa ha dependido cada vez más del hardware estadounidense, lo que ha contribuido al declive de su propia base industrial. El avión de combate furtivo F-35 de Lockheed Martin vuela en países como el Reino Unido, Alemania, Bélgica, Italia y Países Bajos. Boeing suministra al Reino Unido helicópteros Apache y Chinook, aviones de carga pesada C-17, aviones espía P-8 y aviones centinela E-7, todos construidos en Estados Unidos".

“Si quiere tener el control de su futuro, Europa necesita ser mucho más independiente; ser realmente soberana en sus propias adquisiciones de defensa”, dijo Faury. “Hemos puesto mucho en manos de otros. No colaboramos lo suficiente para generar inversiones a escala. Compramos principalmente fuera de Europa y sobre todo a Estados Unidos".

Por este motivo, explicó, sería bueno que el desarrollo de aviones de combate europeos de sexta generación, en el que participa Airbus por la parte alemana del FCAS, no repita errores del pasado, "cuando los recursos se dividieron entre tres aviones competidores: el Eurofighter, el Gripen de Suecia y el Rafale de Francia".

En el proyecto GCAP trabajan la británica BAE Systems, el fabricante de motores Rolls-Royce, la compañía italiana Leonardo y el la empresa europea de misiles MBDA, mientras que en el FCAS trabajan Airbus por parte alemana, Dassault por la francesa e Indra por la española.

"Necesitamos cooperar entre países europeos, incluido Reino Unido, porque estamos en negocios donde la escala importa. Estados Unidos tiene escala y ha optado por un caza. Está bastante claro que necesitamos encontrar una manera de unir nuestros esfuerzos como europeos para tener una capacidad muy poderosa por tipo de sistema de armas. ¿Tiene sentido no unirnos en materia de seguridad y defensa con el nivel de inseguridad que vemos en las fronteras de Europa? No, creo que no hay elección", aseguró Faury.