PSOE

Díaz ya prepara el adelanto electoral para noviembre

Quiere aprovechar el impulso de Sánchez en La Moncloa: «La oportunidad es única para ganar posiciones»

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ayer durante un acto en la Universidad de Jaén / Efe
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ayer durante un acto en la Universidad de Jaén / Efelarazon

Quiere aprovechar el impulso de Sánchez en La Moncloa: «La oportunidad es única para ganar posiciones».

La ficción de un adelanto electoral en Andalucía está cada vez más cerca de convertirse en realidad. Desde hace meses la presidenta Susana Díaz calibra el mejor escenario para promover una cita con las urnas que le asegure mantener o incluso ampliar su hegemonía. El otoño se había configurado como el mejor momento para impulsarlo, pero fuentes consultadas por LA RAZÓN concretan más y ya apuntan al mes de noviembre para fijar los comicios. Los últimos acontecimientos en la arena nacional han volteado la situación, pero los pilares en los que se asienta la decisión de adelantar las elecciones siguen inmutables: anticiparse a la sentencia de los ERE y distanciarse lo más posible de la triple cita de mayo de 2019 (municipales, autonómicas y europeas). La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, lejos de ralentizar los tiempos de Díaz los ha acelerado. La presidenta que siempre había presumido de liderar un PSOE ganador, el andaluz, en contraposición con el nacional, considera ahora una «oportunidad» el cambio de signo político en el Gobierno. «Tenemos que coger la ola», reconoce un dirigente, que pone en valor el impulso que le ha dado al partido llegar al poder. «El PSOE es ahora un partido boyante. La oportunidad es única para tomar posiciones más altas», asegura.

Por ello, varios cargos miran ya a noviembre como el mes para acudir a las urnas, lo que implicaría una disolución del Parlamento después del verano. Esto coincidiría con la negociación presupuestaria, situación propicia para intentar forzar el divorcio con su socio de investidura: Ciudadanos. La coartada perfecta, ya que después del precedente de Izquierda Unida en 2015, Díaz necesitará un «argumento contundente» para volver a romper. Tanto PSOE como Cs dan por amortizada su alianza y no contemplan sacar adelante conjuntamente unas nuevas cuentas. Es más, los socialistas andaluces ya dan por sentado que la formación de Albert Rivera ni siquiera se sentará a negociar y dinamitará cualquier opción de acuerdo para distanciarse ideológicamente del Gobierno con la mirada puesta en las elecciones, a pesar de mantener públicamente que están dispuestos a lo contrario para agotar la legislatura. El escenario electoral beneficia sobre todo a los socialistas andaluces que mantendrían con solvencia la primera plaza y relegarían a sus rivales directos a izquierda y derecha, Unidos Podemos y PP, respectivamente, que se desplomarían fruto de sus crisis internas. Ciudadanos sostiene el impulso de los últimos meses y crecería, pero no suma con los populares. A Díaz le favorece llamar a las urnas cuanto antes para contener esta tendencia al alza de los naranjas, que si «sorpassan» al PP y se convierten en principal fuerza de la oposición complicarán la gobernabilidad. Por ello, en su intervención en el debate general sobre Andalucía la presidenta no ahorró en guiños a la izquierda e incluso soltó lastre con Cs, señalando que ella no tiene «socios preferentes».

La presidenta está preparada para cualquier contingencia y ya ha activado el «modo campaña». En los últimos días está reuniendo a sus equipos en distintos niveles de la organización, engrasando la maquinaria electoral. En la agenda, no obstante, hay dos fechas que a Díaz le interesa evitar y que serían insalvables en caso de mantener las elecciones cuando tocan, en marzo. Los interrogatorios de los ERE no acabarán antes de final de año, por lo que la sentencia se espera para principios de 2019. Aunque en el PSOE andaluz consideran que este escándalo está amortizado, la relación de los socialistas con la corrupción y la vuelta a los titulares con connotaciones negativas no son la mejor carta de presentación para una campaña electoral. Además, a Díaz le interesa distanciarse al máximo de la triple cita del próximo mayo (municipales, autonómicas y europeas) porque no quiere que estos resultados, que no se prevén tan positivos como los suyos, puedan lastrar o asimilarse con los andaluces.