Cataluña
Duran, un incombustible político frenado por el auge del soberanismo
Con una longeva carrera política a sus espaldas que aún no ha llegado a su fin, Duran ha dado hoy su primer paso atrás al abandonar la secretaría general de CiU incomodado por el planteamiento soberanista de CDC, el auge de ERC y el "inmovilismo"del PP para plantear una alternativa para Cataluña.
Nacido en 1952 en Alcampell, localidad catalanohablante de Huesca limítrofe con Cataluña, Duran se mantiene en primera línea de la política desde principios de los 80 y es secretario general de CiU desde 2001, cuando pasó de ser una coalición a una federación.
En más de dos décadas ha ejercido, entre otros cargos, de diputado de CiU en el Parlamento catalán, eurodiputado, conseller de la Generalitat, secretario general de CiU, portavoz de la federación en el Congreso y presidente del comité de gobierno de UDC, manteniendo aún estos dos últimas responsabilidades.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Lleida (1974), casado y con tres hijas, fue profesor de Derecho Civil en esa universidad (1977-1979) y abogado laboralista, pero ejerció poco tiempo porque solo dos años después de afiliarse en 1974 a UDC fue elegido miembro del consejo nacional del partido.
Ha presidido el comité de gobierno de UDC -la ejecutiva- entre 1982 y 1983, en una primera etapa, y de 1987 en adelante, siendo reelegido desde entonces en los sucesivos congresos del partido.
Incombustible político y muy capaz de adaptarse a situaciones adversas, Duran se supo recuperar del pulso sucesorio que perdió con Artur Mas cuando en febrero de 2001 el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, nombró a Mas su delfín como "conseller en cap", el numero dos del ejecutivo catalán en aquel momento.
Tras aquel anuncio de Pujol, Duran dimitió de conseller de Gobernación y Relaciones Institucionales pero, poco después, desplazó su centro de gravedad a Madrid.
A la capital española se trasladó cuando fue elegido diputado en el Congreso en las elecciones generales de marzo de 2004 y, desde entonces, ha sido presidente-portavoz del Grupo parlamentario de CiU en los sucesivos comicios, tras haber superado la extirpación de un tumor en uno de sus pulmones justo antes de las generales de 2008.
Desde que se produjo el fracaso en la negociación con el Gobierno central del pacto fiscal para Cataluña y la posterior convocatoria de elecciones anticipadas que hizo Artur Mas en 2012, Duran ha ejercido el papel de contrapeso ante los planteamientos soberanistas de CDC, con una pierna en Madrid y la otra en Cataluña.
Este rol le ha generado un fuerte desgaste político y personal, al encontrarse atrapado entre el "inmovilismo"de Mariano Rajoy frente a las demandas catalanas de mayor soberanía y la petición e celebrar una consulta soberanista, por un lado, y el independentismo de CDC y ERC que nunca ha secundado, por el otro.
Duran, sin embargo, ha apostando por el derecho a decidir de los catalanes a través de una consulta legal, pero siempre advirtiendo de los peligros de la independencia, más aún si es declarada de forma unilateral, y abogando, en su lugar, por una relación confederal entre Cataluña y el resto del Estado.
Estas diferencias de posiciones, que ya salieron a la luz en las elecciones autonómicas de 2012, han tensado la relación con el presidente catalán y líder de CDC, Artur Mas, que Duran admitió hace unos meses que eran "mejorables"si bien la sangre nunca había llegado al río. No obstante, el democristiano no ha descartado que en algún momento se pueda romper la federación de CiU.
Otro de los factores que ha mermado a Duran fue la sentencia de la Audiencia de Barcelona hecha pública en enero de 2013, que condenó a UDC como responsable civil subsidiaria por el "caso Pallerols", un asunto por el que declinó dimitir al frente de Unió.
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