El desafío independentista

El Constitucional pregunta a Mas si apuesta por el diálogo o por la soberanía unilateral

Retrasa la suspensión de la declaración del Parlamento catalán

Mas pronunció ayer un discurso ante la tumba del político católico y catalanista Manuel Carrasco Formiguera, en un acto de homenaje de los 75 años de su fallecimiento celebrado ayer en el cementerio de Montjuïc
Mas pronunció ayer un discurso ante la tumba del político católico y catalanista Manuel Carrasco Formiguera, en un acto de homenaje de los 75 años de su fallecimiento celebrado ayer en el cementerio de Montjuïclarazon

El Tribunal Constitucional (TC) no sabe a qué atenerse cuando se fija en el proceso soberanista abierto en Cataluña. El TC se pregunta qué prevalece, si la declaración de soberanía aprobada por el Parlament a principio de legislatura, que consagraba a Cataluña como «sujeto jurídico y político soberano» o bien la siguiente resolución aprobada por la Cámara catalana, también relacionada con el derecho a decidir, la cual abogaba por abrir un proceso de diálogo con el Gobierno para posibilitar una consulta. Ante esta duda, el TC dictó ayer una providencia en la que dio diez días «improrrogables» al Parlament para que aclare si la declaración soberanista (aprobada por CiU, ERC e ICV) sigue vigente o bien ha sido «sustituida íntegramente» por la segunda iniciativa (alumbrada por CiU, ERC, PSC e ICV). Cabe recordar que la primera declaración fue impugnada por el Gobierno, aunque el Constitucional todavía debe decidir si la admite a trámite.

La providencia del TC desató todo tipo de reacciones. En primer lugar, la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, encargó a los servicios jurídicos de la Cámara catalana un informe sobre la disposición del Constitucional. Aunque la Mesa del Parlament debe analizar posteriormente el informe, lo cierto es que las posiciones ya están prefijadas. De Gispert calificó de «insólita y sin precedentes» la providencia del TC y afirmó, en el mismo sentido, que ya fue «insólita» la decisión del Gobierno de impugnar la declaración de soberanía.

La presidenta añadió que las dos iniciativas aprobadas por el Parlament manifiestan una «voluntad política», las cuales, no obstante, no comportan efectos jurídicos, a su entender. Sea como fuere, subrayó que «ambas son vigentes y complementarias». Exactamente igual se expresó el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, que consideró que «no sólo no hay contradicciones sino que son complementarias».

De hecho, la mayoría de los partidos catalanes coincidió en que la declaración de soberanía aprobada por el Parlament en enero y la del derecho a decidir de marzo son «independientes» una de la otra. El texto del alto tribunal provocó la «perplejidad» en CiU, cuyo portavoz en el Parlamento autonómico, Jordi Turull, dijo que esta providencia es una «decisión política decorada jurídicamente» y que tiene por objetivo «dividir el consenso catalán sobre el derecho a decidir».

Desde ERC, el diputado Oriol Amorós consideró que ambos textos «no son incompatibles», al tiempo que afirmó que el TC «no tiene nada que decir» sobre ellos. El portavoz parlamentario del PSC, Maurici Lucena, defendió que en el caso de tener que optar por una de las dos, el Parlament debe apostar por la segunda, que es la que impulsó su partido y que se limita a pedir diálogo entre Ggobiernos sobre la consulta soberanista.

Finalmente, el portavoz del PP catalán, Enric Millo, expresó su «máximo respeto» por el alto tribunal.