Política

Doctrina Parot

El etarra «Txikierdi», recibido como un héroe

El etarra «Txikierdi», recibido como un héroe
El etarra «Txikierdi», recibido como un héroelarazon

El expreso de ETA Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, alias 'Txikierdi', que fue excarcelado ayer en aplicación de la derogación de la retroactividad de la 'doctrina Parot', se ha paseado hoy por las calles de la localidad guipuzcoana de Renteria.

«Yo jugaba con él de niña en este mismo portal», nos cuenta una señora en la calle Barrio Barría de Rentería. Juan Lorenzo Lasa Michelena ha vuelto a casa tras 29 años en la cárcel y una sanguinaria carrera como terrorista. Su hermana Maite le enseñaba ayer el centro comercial como una de las novedades de un municipio guipuzcoano en el que ETA ha asesinado a 19 personas. En la calle, sin embargo, no se guarda rencor a los etarras, o al menos nadie se atreve a expresar crítica alguna. Los años de miedo han dejado huella entre los que no comparten la ideología de los terroristas, que son menos que los que están con ellos.

Bildu gobierna en el municipio que recibió ayer con muestras de cariño al etarra «Txikierdi». No hubo homenaje, pero una pancarta le daba la bienvenida a casa y recordaba sus 29 años en la cárcel. Nadie se ocupó de recordar ni de contabilizar a sus víctimas. En la casa a la que ahora ha regresado «Txikierdi» vive su madre, Coro, y su hermano mayor, Fidel. No ha pasado allí mucho tiempo en su primer día completo de libertad tras ser excarcelado de la prisión de Sevilla II. Por la mañana paseó con su hermana Maite, que acudió a visitarle, y nada más comer volvió a salir, según nos dijo su hermano. No se esconde. Ni tiene nada que ocultar, ni cuentas pendientes con la Justicia, a pesar de su condena a más de trescientos años de cárcel. Lejos queda el tiempo de la clandestinidad en Francia y también el de la actividad terrorista, en la primera línea de los «comandos».

«Txikierdi» empezó a matar muy joven. La señora con la que hablamos ayer en Rentería le recuerda de niño, pero cuando se lo encontró en la mañana de ayer en la calle, ni siquiera le saludó. «Para mí ahora es un desconocido», nos dijo sin la prevención con la que respondían a nuestras preguntas otros vecinos. En la expresión de la cara se notaba quiénes querían proteger a «Txikierdi» de la curiosidad de los «extraños» y quienes simplemente no querían meterse en líos.