Política

Los dos nuevos spots del PP apuestan por la igualdad de opotunidades y por dejar atrás nuestras diferencias

Fotograma del spot del Partido Popular
Fotograma del spot del Partido Popularlarazon

Escaleras. Escaleras en todos los sitios: en el Metro, en la oficina multiplanta, en el bloque pisos... Escaleras. Están ahí, suelen gustar poco y se prefieren habitualmente las automáticas. Las escaleras han dejado escenas memorables: desde esa mítica escena de la Escalera de Odessa en el Acorazado Potemkin hasta el Joker de Joaquín Phoenix descendiéndola al ritmo de “Rock and Roll Part 2”. Las escaleras son protagonistas del último spot del Partido Popular, con el que realizan una metáfora sobre la vida utilizando los peldaños.

En el vídeo se observan muchas escaleras y muy diversas: de madera, de piedra, de metal; interiores, exteriores; mecánicas, de toda la vida... Una voz en off dice: “Hay quien es capaz de subirlas, de hacerlo de dos en dos, de tres en tres o a sprint”, para luego indicar que “hay personas que necesitan una barandilla, rampa o un ascensor”.

El vídeo es una metáfora: las escaleras son una manera de ascender a modo general, pero no todos pueden disfrutar de las mismas oportunidades para hacerlo. Por ello, y como dice el vídeo, “todos merecemos una oportunidad para llegar a lo más alto, porque sólo desde ahí podremos ver la sociedad que queremos”. El partido de Pablo Casado emite así un mensaje que busca acabar con la desigualdad social.

En otro de los vídeos que ha creado para esta campaña electoral apuesta por buscar lo que nos une en un país lleno de gente "apasionada, creativa, valiente y solidaria"y anima a los españoles a dejar atrás nuestras diferencias "que no son tantas ni tan importantes"

La agrupación encara unos nuevos comicios donde buscará redimirse de los malos resultados obtenidos el pasado 28 de abril. Tras lograr su peor resultado electoral con 66 escaños, la formación ahora se aferra a unas encuestas que les otorgan hasta 100 sillones en el Congreso de los Diputados. Temen, sin embargo, dejarse llevar y no cumplir las expectativas: “es un error marcar unas previsiones demasiado altas porque cualquier cifra por debajo de las mismas restará valor al resultado”.