El PP remonta y Podemos cae 16 puntos desde diciembre

El bipartidismo se recupera, según el último CIS. Rajoy coge aire y aventaja al PSOE en 3,3 puntos a cinco meses de las generales. Pablo Iglesias se hunde y pasa de primera a tercera fuerza en intención directa de voto

Notable ascenso del PP. Ligera mejoría del PSOE. Descenso moderado de Podemos e importante caída para Ciudadanos. A escasos cinco meses de las elecciones generales, el termómetro político en forma de barómetro del CIS afianza a los partidos tradicionales en detrimento de las nuevas fuerzas emergentes. Y si hay un ganador por encima del resto, ése es sin duda el PP. Porque el sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas correspondiente al mes de julio otorga a Mariano Rajoy una ventaja de 3,3 puntos en estimación de voto con respecto a Pedro Sánchez y una mejoría de 2,6 puntos porcentuales con respecto al anterior estudio de abril tras varios meses consecutivos de mejoría en los datos económicos que llaman a la recuperación. Los populares, de celebrarse hoy los comicios generales, ganarían las elecciones con el 28,2% de los votos, por el 24,9% que lograrían los socialistas, que también obtienen un ligero incremento de 0,6 puntos en estos tres meses que separan ambos estudios, cuando se quedaron en el 24,3. Y un dato al que seguro se acogerán en Ferraz: el PSOE saca 1,3 puntos en intención de voto directo al PP y obtiene un 17,3 frente al 16% de los populares.

Para deducir los motivos de estos resultados se antoja imprescindible contextualizar el sondeo. Las 2.486 muestras del barómetro se tomaron entre el 1 y el 9 de julio, es decir, semanas después de haberse constituido los ayuntamientos en los que irrumpieron con fuerza listas ciudadanas de izquierdas, muchas de ellas avaladas por Podemos, y cuando la mayoría de los pactos autonómicos estaban ya firmados o, como poco, apalabrados tras los resultados del 24-M. Y en la primera encuesta que mide esas decisiones, ni Podemos ni Ciudadanos salen bien parados.

La formación de Pablo Iglesias sigue su lenta pero imparable caída desde que en diciembre de 2014 el mismo barómetro la diera como primera fuerza política en intención de voto directo, con un 28,7% de sufragios. Hoy, ese mismo parámetro la sitúa como tercera fuerza, con sólo el 12,6% y una caída de 16,1 puntos. El mismo lugar que ocupa también en la estimación directa del voto, con el 15,7% de votos y un retroceso de 0,8 puntos desde abril, a lo que pueden haber contribuido, no sólo la política de pactos, sino también las primera decisiones de Manuela Carmena y el escándalo del concejal Manuel Zapata en el Ayuntamiento de Madrid y, en clave internacional, la crisis en Grecia. Tampoco vive su mejor momento Ciudadanos y, tras dispararse hasta el 13,8% en el barómetro de abril, parece haber tocado techo teniéndose que conformar ahora con el 11,1%. El partido liderado por Albert Rivera, que anunció su candidatura a la presidencia del Gobierno justo en la semana en que se realizó el sondeo, sigue como cuarta fuerza política, pero sufre un descenso de 2,7 puntos, cifra casi calcada al ascenso que experimenta el PP en el mismo periodo. En cuanto a Izquierda Unida, el barómetro viene a confirmar que su descenso a costa de Podemos es casi insalvable, y que, más divididas que nunca tras el intento fallido de confluir en una lista conjunta, ha acabado por perjudicar a ambas formaciones.

A mucha distancia incluso de Ciudadanos, los de Alberto Garzón tan sólo obtienen un 3,7% y se dejan por el camino otros 1,1 puntos desde abril, cuando lograron el 4,8%. Y respecto a UPyD, el relevo en la dirección del partido tampoco cambia el descenso que sufre desde la irrupción de Ciudadanos, ya que se deja otras seis décimas en estimación de voto hasta el 1,3%.

Siempre relevante es el papel de los independentistas en sus candidaturas al Congreso y el Senado. Pero juntos, CiU y ERC, como concurrirán en los comicios del 27-S en Cataluña, apenas lograrían un 5,4%: CiU lograría el 3,3 por el 2,1 de ERC. Pero sus resultados apenas sufren modificación respecto al anterior barómetro y lo que pierde CiU, una décima, lo gana Esquerra.

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Habituados ya a que la ciudadanía apruebe a muy pocos políticos –ninguno según el CIS-, sólo queda analizar quién mejora o quién acusa el desgaste. En el primer grupo está Mariano Rajoy, que pasa de una puntuación del 2,49 al 2,61 mientras que en el segundo está Pedro Sánchez. El líder socialista es el tercer líder político mejor valorado, con una nota de 3,84, pero ve reducida su ventaja sobre el jefe del Ejecutivo a 1,23 puntos, cuando llegó a ser de 1,5.