El PP se juega todo a la baza del presidente...

El PP se pone en manos de Mariano Rajoy porque en el partido dan por hecho que subirá hoy a la tribuna del Congreso. Esperan que el presidente del Gobierno participe en el debate y «gane la moción de censura con sus habilidades parlamentarias». Moncloa no anticipa nada, pero en las filas populares tienen puestas todas sus esperanzas en Rajoy, porque los suyos creen que «estando en el debate, puede ganarlo».

Tiene que remontar desde una posición de partida «complicada», pero el PP cree que Rajoy es el que mejor puede limitar la capacidad de Pablo Iglesias y de la oposición de sacar partido de la corrupción o de tropiezos tan duros como la reciente sentencia del Tribunal Constitucional contra la amnistía fiscal. Esta mañana desvelará las «armas» con las que va a defenderse en una moción de censura en la que el Ejecutivo ha colocado toda su estrategia al servicio de que quede claro que no hay alternativa de gobierno posible a la que hoy representa Rajoy. El guión apuesta por reivindicar la economía y la estabilidad, e intentar sostener el tono del debate sin caer en el «lodazal». Pero también hay decisión de contestar si Pablo Iglesias entra a morder. La estrategia final la decidirán sobre la marcha, en función de por dónde evolucione el Pleno, y no sólo por Podemos, sino también por el PSOE y, por supuesto, Ciudadanos (Cs), ya que Albert Rivera será el que fije la posición de su grupo. Fuentes populares aseguraban ayer que la intención del presidente del Gobierno es hacer un debate en positivo, pero el tono lo condicionarán también los otros grupos, con independencia de que haya un reparto de papeles entre el Gobierno y el portavoz parlamentario, Rafael Hernando. En el PP también están puestas todas las miradas en la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

La moción servirá como termómetro político, pero no cabe esperar grandes novedades en los discursos. Rajoy contrapondrá sus cifras y su «España en positivo» a la «España en negro» que dibujarán Pablo Iglesias y la oposición. Y en relación a la corrupción se defenderá con su argumentario ya conocido. El recordatorio de las medidas de regeneración que ha impulsado y la afirmación de que ha expulsado a todos los que han visto implicados en escándalos. El PP sabe que el debate de hoy no se medirá sólo en el recuento de los votos.