El PSOE carga toda la presión sobre Sánchez

Los socialistas centran sus miradas en la postura que mañana fijará el secretario general en el Comité Federal sobre la abstención al PP.

Faltan 24 horas para la celebración del Comité Federal del PSOE y todo el mundo habla. Hablan los dirigentes territoriales, habla la Ejecutiva Federal y habló Felipe González a través de una tribuna en «El País». Sin embargo, hay un silencio ensordecedor en la figura de Pedro Sánchez, el secretario general socialista, que desde la noche electoral no dice esta boca es mía. En su entorno defienden este silencio porque es el momento de la prudencia para no reproducir la crisis que se produjo tras las elecciones de diciembre. Sánchez ha logrado su objetivo. Que todas las miradas se centren en su discurso del Comité Federal. En palabras de Susana Díaz, con la que se entrevistará esta tarde, «ahora lo que toca es escuchar lo que diga el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez». La entrada en escena de Felipe González ha desatado un «respeto» unánime, pero poco más. El ex presidente propone que el PSOE negocie con Rajoy y que facilite la investidura a finales de julio o principios de agosto, posibilidad que ha sido secundada por el presidente en funciones. Sin embargo, ni tan siquiera Susana Díaz ha recogido este guante: «El PSOE no puede ser cómplice» del «daño y el sufrimiento ocasionado por las políticas del PP», aseguró. En esta misma línea se expresaron Óscar López, César Luena, Francina Armengol, Miquel Iceta, Idoia Mendia, Javier Lambán y Sara Hernández. La respuesta es también unánime: «De entrada, no» a la investidura de Rajoy, al que invitan a conseguir el respaldo «entre los partidos de ideología similar».

El Comité Federal apuntalará la posición del partido en torno a tres ejes: no a Rajoy, el PSOE debe asumir el papel de principal partido de la oposición y evitar unas terceras elecciones. Estos principios son asumidos por una importante mayoría de los miembros del máximo órgano entre congresos del PSOE, a tenor de las declaraciones que se han realizado en estos días, que quiere marcar sus propios tiempos frente a los del «candidato» Rajoy, que debe hacer acopio de apoyos de cara a su investidura. «No puede dejar descansar –Rajoy– la gobernabilidad de España en la alternativa», apunta Óscar López.

Para los socialistas, el PP debe conseguir la mayoría y si no la consigue quedará patente que «los grupos que lo voten no serán los mayoritarios», según la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que defiende en este punto el inicio «de un diálogo tranquilo sobre la hoja de ruta de cambio que necesita España y que tendría que liderar el PSOE». El líder socialista catalán, Miquel Iceta, se suma a esta línea: «Hay que decir que no, pero si Rajoy no encuentra apoyos necesarios, alguna cosa habrá que hacer y yo no veo la abstención con un PP que ni tan siquiera quiere cambiar a Fernández Díaz». Otros ceban la idea de una abstención en el último momento para permitir que gobierne la fuerza más votada, como Fernández Vara o García-Page.

Éste es el punto de fricción. ¿Qué hacer si Rajoy no consigue la mayoría en la investidura? Mañana este tema se obviará esperando la llamada del PP a Sánchez. Cierre de filas a la espera de la negociación que empezará la semana que viene con el encuentro con Rivera y, con seguridad, con Sánchez. «Es el tiempo de Rajoy», apuntan dirigentes socialistas y si el PSOE debe tomar nuevas decisiones lo hará en un nuevo Comité. Sánchez quiere que todos los líderes territoriales se retraten. «No asumirá en primera persona una decisión como la abstención», afirman fuentes socialistas, porque «hay un congreso en puertas» y porque «abstenerse es una traición a los votantes socialistas. No nos votaron para abstenernos ante Rajoy». Al tiempo, todos saben que la alternativa es «casi imposible». Ayer, desde Ferraz se negó la posibilidad de acuerdos con Podemos e independentistas y todos saben que el veto de C’s a Podemos y viceversa sigue vigente. Estas vicisitudes se obviarán mañana en el Comité porque «no es el momento», aunque, sin duda, sí serán analizadas en la reunión de esta tarde entre Pedro Sánchez y Susana Díaz.