Crecen las voces internas en el PSOE que piden un debate sobre la abstención

López ha subrayado que la postura de rechazo a la reelección de Rajoy es «clara y definida», si bien ha remarcado que lo que los socialistas «no quieren es repetir elecciones».

Siguiendo la estela de líderes históricos del socialismo como Felipe González y José Luis Rodíguez Zapatero, crecen las voces que piden que se abra un debate interno en el PSOE sobre la necesidad de desbloquear la situación política en España abriendo la puerta a la abstención de al menos parte de los diputados socialistas en el Congreso. Ayer fue el concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, quien admitió estar de acuerdo con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en que se debe abrir un «debate interno» porque cree que «incluso hay partidarios de la abstención al PP en la propia dirección de Pedro Sánchez».

No obstante, Antonio Miguel Carmona dijo que no se debe «fijar el foco» en el Partido Socialista e insistió en que pedir a los socialistas que se abstengan para facilitar un Gobierno del candidato a la investidura, Mariano Rajoy, sería traicionar a su electorado. «Estoy de acuerdo con Zapatero de que se tiene que abrir un debate interno. Nosotros hacemos debates internos, a diferencia de otros, de forma absolutamente abierta», dijo en una entrevista en Cuatro, recogida por Ep, añadiendo que «lamentablemente» el PSOE no puede gobernar porque tiene solo 85 diputados y con la izquierda «no suma porque la mayoría de la Cámara es de derechas». Asimismo, Carmona propuso que si el presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, fracasa en el debate de investidura «todos» los partidos políticos «se sienten en una mesa y no salgan de la habitación hasta que se tome una decisión».

En este sentido, planteó su proposición de que todos los partidos pongan encima de la mesa su «valoración» y su «experiencia». «Podemos puede aportar su experiencia en apoyar a un Gobierno de derechas», dijo, añadiendo que también IU puede proporcionar su veteranía en pactar con el PP, «como aquel fatídico día de julio de 2011 en el que le dieron el Gobierno de Extremadura».

Asimismo, el dirigente socialista recalcó que no pueden negociar con el PP porque el PSOE es la alternativa, y que sin embargo con Ciudadanos sí encontraron puntos de acuerdo. Insistió en que no se pueden comparar ambos partidos, y que la diferencia entre uno y otro es «que el PP es responsable de las políticas lesivas a los intereses de los españoles y Ciudadanos no ha gobernado».