PSOE

El PSOE limitará el poder del secretario general en sus nuevos estatutos

Acotará sus atribuciones para que no pueda convocar consultas sin contar con el Comité Federal

El presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, junto al de la gestora, Javier Fernández, ayer en el relanzamiento de «El Socialista» en Ferraz
El presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, junto al de la gestora, Javier Fernández, ayer en el relanzamiento de «El Socialista» en Ferrazlarazon

Los nuevos estatutos reforzarán el papel del Comité Federal frente al secretario general. Quiere evitar que los referéndums se usen como «instrumento de coacción»

El PSOE comienza a caminar hacia el 39º Congreso que tendrá lugar los días 17 y 18 de junio. La gestora encargó hace semanas a un grupo reducido de expertos que elaborara un documento con las «bases políticas para la ponencia marco» que deberá aprobarse en este cónclave y que iniciará el proceso de refundación que está decidido a emprender el partido, incluida la redacción de uno nuevos estatutos. En este texto, de apenas 13 páginas, los socialistas realizan un diagnóstico de los problemas que han llevado a la formación a perder su vocación mayoritaria y perfilan algunos de los debates en los que se debe profundizar para recuperarla. Entre ellos, se encuentra la división interna y el cuestionamiento de la legitimidad de los órganos del partido que, para los redactores del documento tuvo «como telón de fondo» el «modelo de partido y la democracia interna». Se refieren, en concreto, a la deriva a la que llevó el ex secretario general Pedro Sánchez al PSOE esgrimiendo la consulta a las bases para imponer su voluntad en materia de pactos frente a la de los dirigentes territoriales del partido representados en el Comité Federal. Imponiendo la democracia directa sobre la representativa. Tradicionalmente, la política de alianzas la fija este órgano, pero el ex líder socialista se excedió en sus funciones y utilizó una herramienta no prevista estatutariamente, como un referéndum entre la militancia, para sortear los vetos postelectorales que le imponían los barones.

«Los socialistas queremos seguir siendo el partido más democrático y seguir liderando los cambios de democratización dentro de las organizaciones políticas y sociales, pero en ese cambio no podemos renunciar a nuestras fortalezas», reza el documento. En el PSOE quieren, por tanto, hacer «compatibles» las demandas de democracia directa con «la cohesión organizativa, la atención a las normas y la cultura de partido» y, por ello, pretenden limitar el poder del secretario general para evitar que vuelva a producirse un exceso en sus atribuciones como el de Sánchez.

Fuentes del PSOE consultadas por LA RAZÓN señalan que el modelo de primarias «no está en cuestión», pero sí es necesario «clarificar las funciones del secretario general y su margen de maniobra en materia de pactos, que –en todo caso– será el que le dé el Comité Federal, a quien le corresponde en última instancia fijar esta política de alianzas».

También recuerdan la necesidad de reglamentar la consulta a la militancia, un proceso que no tiene cabida actualmente en la normativa del partido y que no puede utilizarse como «un instrumento de coacción política», ya que difícilmente el Comité Federal va a desautorizar una decisión adoptada por las bases. Esto crea un conflicto de legitimidades, pues son los militantes los que delegan en sus dirigentes la potestad de la toma de decisiones. Fuentes vinculadas a los trabajos de la ponencia recomiendan que, en caso de que finalmente se decida recoger los referendos en los estatutos, se doten de unos «plazos razonables» y con un «debate previo imprescindible» para evitar que sean convocados «en dos días, con preguntas imprecisas y sin consensuar su objetivo. Es decir, que no se puedan utilizar en cualquier momento y bajo cualquier pretexto para minar la legitimidad de los órganos del partido».

En el PSOE conviven actualmente tres ideas de democracia muy distintas y el desafío es «lograr que se relacionen simultáneamente», estableciendo una normativa clara que permita su convivencia. En primer lugar, el secretario general se elige de forma directa siguiendo un sistema presidencialista. En segundo lugar, las estructuras intermedias se guían por una lógica más parlamentaria, en la que los afiliados eligen a sus representantes en instancias superiores. En tercer lugar, las agrupaciones se rigen por un sistema más asambleario tomando directamente las decisiones.

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Cinco mujeres y cuatro hombres han estado trabajando durante más de un mes en este informe, de 13 páginas, entre ellos el sociólogo y diputado por Teruel Ignacio Urquizu, la que fuera portavoz del Gobierno con Felipe González entre 1988 y 1993 y también socióloga, Rosa Conde, la ministra de Asuntos Sociales en ese mismo periodo, Matilde Fernández, y la profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha y secretaria de Empleo en la primera ejecutiva de Pedro Sánchez, Luz Rodríguez.

También han participado el diputado por Málaga José Andrés Torres Mora, el actual portavoz del Empleo en el Congreso y diputado por Madrid Rafael Simancas, el vasco Eduardo Madina, el portavoz en el Parlamento Europeo, Ramón Jaúregui, y la catedrática de Filosofía, feminista y miembro del Consejo de Estado desde 2006 Amelia Valcárcel.

Este documento constituirá la introducción de la ponencia marco del 39 Congreso Federal, que la gestora ha dividido a su vez en un documento político, que coordinará el diputado vasco Eduardo Madina, y en otro socioeconómico, que dirigirá el economista independiente José Carlos Díez.

La gestora ha acordado además que "en los momentos previos al congreso"se constituirá otro equipo de trabajo "participativo y abierto con todas las federaciones"para elaborar una propuesta sobre "modelo de partido"y "nuevos estatutos", que deberá ser aprobada en el cónclave.

En este punto, el documento aprobado hoy recoge que el PSOE debe aspirar a ser un "partido más abierto", que se rija por los principios de "mérito"y "capacidad".

"No resultaría creíble para nuestro proyecto político que aquello que queremos para la sociedad no lo queramos para nuestra organización", admite el texto, que aboga por que las "direcciones y cuadros del partido tienen que enriquecerse con el mayor talento posible".

El documento habla también de la "profunda crisis interna y la áspera pugna política que ha transmitido a la sociedad preocupación y enfado"con el "telón de fondo del modelo de partido y la democracia interna"en el seno del PSOE.

A ese respecto, reconoce que existen "tres ideas de democracia muy distintas"dentro del PSOE, uno de ellos, el de la elección de forma directa del secretario general (primarias), "muy propio de sistema presidenciales"y que "refuerza la legitimidad"de éste.

El segundo, el de las estructuras intermedias, "más propias de sistema parlamentarios", "donde los comités federales, regionales y provinciales representan la voluntad de la militancia en los periodos entre congresos"y el tercero, el de las agrupaciones locales que "responden más bien a modelos asamblearios, donde la militancia toma de forma directa muchas de las decisiones que incumben a ese espacio".

"El reto que tenemos como partido político es que estas tres ideas de democracia puedan convivir sin producirse choques de legitimidades", propone en su parte orgánica el documento, que también señala la necesidad "dar una respuesta satisfactoria al legítimo deseo de participar lo más directamente posible en la toma de decisiones"de aquellos que hoy están presentes en el debate político a través de las redes sociales.

Para aprobar la ponencia socioeconómica, el PSOE celebrará una convención a finales de febrero, mientras que la política culminará en otra convención a finales de marzo, tras lo cual ambas deberán ser ratificadas por el Comité Federal.Efe