Elecciones catalanas

El Rey agradece a los embajadores su «apoyo sin fisuras» ante la crisis catalana

A la recepción no ha acudido ningún representante de la embajada de Venezuela

Los Reyes de España, Felipe y Letizia, saludan al embajador de Estados Unidos, Duke Buchan
Los Reyes de España, Felipe y Letizia, saludan al embajador de Estados Unidos, Duke Buchanlarazon

«Ha puesto a prueba valores y principios que no son sólo españoles», asegura el Rey

Ante alrededor de 300 invitados al Palacio Real, Felipe VI agradeció ayer el «apoyo sin fisuras» de la comunidad internacional a España con motivo de «la más grave crisis que hemos debido afrontar en nuestra historia reciente». Una coyuntura a la que, si bien no puso nombre, obviamente se refirió a la ofensiva secesionista que, desde el 1-O, España sigue padeciendo y que las elecciones del 21-D no han conseguido subsanar. «Una crisis», continuó el Rey, junto a la Reina, «que ha puesto a prueba valores y principios que no son sólo españoles, sino europeos y universales: el valor de la convivencia y la concordia en la diversidad y el valor del respeto a la democracia y al Estado de Derecho». La reacción del ex presidente de la Generalitat de escapar de la Justicia española y hacer «markéting» de las bondades del soberanismo, así como el intento permanente de los soberanistas por conseguir el respaldo de Europa a través de la Diplocat y apertura de las embajadas por Europa, ha podido de ser «arma de fuego» contra nuestro país, que no en vano ha sufrido algunos desplantes de autoridades belgas durante el principio del exilio de Puigdemont. Como refuerzo a sus palabras, Don Felipe realzó el compromiso de España con los valores de la Unión Europea (UE). «Los españoles somos entusiastas valedores del proyecto europeo. Un proyecto que se encuentra en una encrucijada decisiva, ante la que se necesita una visión clara y un liderazgo fuerte». Don Felipe no eludió mencionar la salida de Reino Unido de la UE, y abogó por llegar a un acuerdo «lo más ambicioso posible, que permita a nuestras empresas y operadores económicos seguir trabajando con sus socios británicos».

El mensaje del Monarca encontró respaldo en el Nuncio ante el Papa, Renzo Fratini, decano del Cuerpo Diplomático acreditado en España, quien resaltó el «fortalecimiento de las instituciones que garantizan las libertades y derechos de los españoles», lo que, a su juicio, avala el papel de España en el «concierto de las naciones». Fratini habló de la «unión» que se palpa en nuestro país como una «gran nación caracterizada por la voluntad de concordia», y elogió la labor del Jefe del Estado por mantener a España en una «realidad a la que no se debe renunciar».

La tradicional recepción contó con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, así como 130 diplomáticos de 112 países y de 20 representantes de organismos internacionales. Venezuela fue la gran ausente del acto, y aunque el Jefe del Estado no se refirió expresamente a la hostilidad en las relaciones bilaterales entre ambos países, evidenciada en la reciente expulsión del embajador español del país gobernado por Nicolás Maduro, Jesús Silva Fernández, y del venezolano en España, Mario Isea, sí destacó que España, Europa y América son «espacios y proyectos compartidos» y «socios que hablan y se respetan, aunque a veces, coyunturalmente, opinen distinto». En el repaso que el Jefe del Estado elaboró respecto a la posición de España en el mapa internacional, mencionó a Estados Unidos como el «aliado esencial de España», y destacó la «continuidad y la calidad de los valores e intereses compartidos» con EEUU, así como deseó tener con Rusia «una relación constructiva«, que permita un espacio euro-asiático basado «en la confianza y el respeto mutuo».

Felipe VI reafirmó el compromiso de nuestro país con los «valores y rpincipios encarnados en la Carta de las Naciones Unidas, y aseguró que España impulsará «la lucha contra la pena de muerte; la promoción de los derechos de las personas con discapacidad; la lucha contra la discriminación; la defensa y la promoción de los derechos económicos, sociales y culturales», así como «la lucha contra el racismo, la xenofobia y los delitos de odio». Precisamente España fue víctima de estos crímenes el pasado mes de agosto, cuando Barcelona y Cambrils fueron el objetivo del odio yihadista. «España impulsa la adopción de un Estatuto Internacional de Víctimas del Terrorismo y hemos contribuido en Naciones Unidas a que en 2017 se adoptara el Día Internacional de Víctimas del Terrorismo».

Ep